domingo, 20 de diciembre de 2009

SOBRE LAS ULTIMAS INFORMACIONES
E. Nouel

Hoy amanecimos oyendo de boca del Presidente algo que muchos ya sabíamos. "Me declaro marxista", ha dicho, así, sin anestesia, como quien ve caer la lluvia; como si fuera algo normal en el siglo XXI, y despues de 20 años de haberse derrumbado el muro de Berlin, el símbolo del fracaso de los regímenes marxistas. No sé qué habrá pensado el ciudadano de a pie, acostumbrado a tanta habladuría hueca y tanto disparate, pero lo "positivo" del asunto es que que los que venimos denunciando desde hace algunos años la deriva totalitaria del gobierno, tenemos la manifestación expresa del presidente de que lo que desea imponer en nuestro país es una tiranía marxista. A confesión de parte.....Mientras las carreteras del país son un desastre, verbigracia, la de Oriente, los hospitales no tienen medicinas, y las calles son una matazón diaria por la inseguridad, el amenazante gobernante marxista en Coppenhage se propone para componer el mundo. Qué locura ¡¡¡¡
Por otro lado, en el día de hoy se han producido otras declaraciones del señor Chávez. La última es que el espacio aèreo venezolano ha sido violado por aviones espías colombianos no tripulados, y que ha ordenado derribarlos. Sabremos muy pronto hasta dónde es verdad esto. Ojalá hayan sido, más bien, naves extraterrestres, sería un alivio.
Por su parte, el farsante que dirige el Diario Últimas Noticias, Díaz Rangel, pone su granito de arena en materia de alarmismo, y señala que desde una lomita en Curazao pudo ver aviones F16 norteamericanos, los cuales se estarían preparando para agredir a Venezuela. Aquel niño que es llorón y el peridista que lo pellizca...
20 de diciembre de 2009

lunes, 14 de diciembre de 2009


VENEZUELA, PARAÍSO DE CRIMINALES

Lo que está pasando a raíz del destape de la cloaca de los bancos de la burguesía chavista es lo mismo que ocurre con el hampa desbordada en las calles desde que llegó Chávez. El desmadre en ambos fenómenos tiene la misma causa: un gobierno incompetente, corrompido y tolerante con el delito.

No me estoy refiriendo aquí a las profundas y múltiples causas que, obviamente, esas expresiones delictivas comparten.

Quiero más bien centrarme en la conducta o políticas -si es que pueden llamarse tales- que este gobierno ha adelantado en los campos del combate a la delincuencia y a la corrupción.

En los casos que nos ocupan, hay que decirlo de una vez, el fracaso es gigantesco, y las pruebas son tan evidentes que no hay que perder mucho tiempo en mostrar y/o analizar las cifras de homicidios (incluido el sicariato), atracos, robos, secuestros, estafas, invasiones de fincas y edificios, el uso y apropiación descarada de los dineros públicos por personas y grupos, el tráfico de influencias, el desfalco de las arcas públicas y los contratos a dedo, entre otros delitos, confirmados en el escándalo reciente de la burguesía chavista en complicidad con los más altos funcionarios gubernamentales.

Vivimos el reino del crimen, caracterizado por la colaboración y/o tolerancia abiertas con el delito, por una desidia gubernamental rayando en la delincuencia, y por una impunidad nunca antes vista en nuestro país. El crimen desembozado que padecemos, sin duda, le resulta funcional a los planes tiránicos del gobierno, de allí que a veces pensemos que hasta son estimulados por éste.

¿Quién no recuerda aquel célebre discurso de un Presidente Chávez recién estrenado en el que justifica el robo en la gente con hambre? ¿Hemos olvidado la carta afectuosa y solidaria que envió entonces al terrorista venezolano El Chacal, preso en Paris por sus asesinatos a mansalva y múltiples delitos? O ¿Acaso no es cierto que el Presidente ha pretendido reivindicar a la narcoguerrilla terrorista colombiana, con las cuales su gobierno mantiene relaciones estrechas e incluso se le permite abrir oficinas en nuestro territorio? ¿Es mentira que quienes nos gobiernan tienen vínculos con otros movimientos violentos del mundo, como el Hamas o el Hezbolá?

¿Qué pasó con los delincuentes que todos vimos disparar el 11 de Abril en Puente Llaguno? ¿No andan tranquilazos por allí de manera impune?

¿Por qué no detienen a grupos armados hasta los dientes del 23 de Enero y otros barrios de Caracas que dicen ser partidarios del gobierno, y que sin ningún recato aparecen fotografiados con armas en los medios dando declaraciones?

¿Qué ha hecho el gobierno con las bandas de abogados, fiscales y jueces que dominan los circuitos penales del país, las cuales afloraron en el caso no resuelto del fiscal Anderson?

¿Qué sigue pasando con las mafias que manejan aduanas y almacenes en los puertos?

¿Por qué en el caso de los delitos bancarios descubiertos recientemente sólo se toca a unos pocos y no a los más allegados al Presidente que están señalados?

Éstas son muestras parciales del océano de delitos que a diario se cometen en esta tierra y que no tienen sanción porque a los que están en el poder no les importa en lo más mínimo. Malandros de todo tipo y clase social, civiles y militares, están felices y contentos con un gobierno que los deja actuar sin limitaciones. Nada los amenaza. Saben que cuando no es la incompetencia, la dejadez y la condescendencia, es la complicidad la que los salva de pagar sus desmanes. Están claros en que pueden robar, secuestrar o matar con facilidad, sin temer la represión.

¿Nada tienen que ver estos resultados con aquellas expresiones y conductas insólitas de un gobernante permisivo ante el malandraje?

Está cada día más claro que políticas y acciones concretas y serias para combatir la corrupción y el hamponato que nos agobia no veremos mientras tengamos el gobierno actual.

De reunideras todos los días e interminables blablabla demagógicos, la mayoría de los venezolanos sabemos que no se sacará ningún remedio eficaz para los gravísimos males que hemos comentado. Ni mucho menos echando a la calle al Ejército o la Guardia Nacional, cuerpos éstos que no están entrenados en estos menesteres. Ni con policías de ámbito nacional, cuya motivación no es atacar el crimen mejor, sino centralizar, más bien, dominar, estos organismos de represión en el afán de restarle competencias a los estados y municipios.

Está más que probado que nada de lo que hace este gobierno resulta. Todo lo destruye. Ha sido incapaz de combatir la inseguridad pública, carece de políticas para ello. No ha podido domeñar la corrupción; ni ha querido sancionar la que ocurre en sus propias filas.

La podredumbre está carcomiendo las bases del régimen. Vendrán tiempos mejores para realizar lo que corresponda hacer en éste y otros campos del vida nacional.

EMILIO NOUEL V.


miércoles, 9 de diciembre de 2009

MONTESQUIEU FUE ASESINADO EN VENEZUELA



Constituye una experiencia eterna el que todo
hombre con poder es llevado a abusar del mismo;
eso sucede hasta que se topa con límites. ¡Quién
lo diría! La propia virtud necesita límites. A fin
de impedir el abuso del poder es menester que
(…) el poder refrene el poder


Montesquieu



En tertulia de amigos, hemos comentado siempre entre bromas y veras, que en el gobierno actual, entre otros despropósitos, se ha cometido el de asesinar a Montesquieu.
No recordamos de qué murió realmente en París el ilustre Barón, lo que tenemos claro es que en los tiempos que corren, en nuestro país, sí se ha cometido su asesinato, obviamente simbólico, mediante la supresión de uno de los principios más caros de su legado democrático y libertario: la separación y autonomía de los poderes del Estado, detrás del cual está el concepto fundamental de límite aplicado al poder político.
Es de todos conocido que los bárbaros que nos gobiernan no sólo se han “cargado” de manera irracional y absurda a figuras históricas como Cristóbal Colón o José Antonio Páez, a historiadores e intelectuales de la talla de un Mario Briceño Iragorri o a políticos como Rómulo Betancourt.
Su demencia ideológica va mucho más allá, y ahora llega a la de arremeter contra pensadores que dieron aportes trascendentales a la teoría y la práctica política democrática moderna, que, visto lo visto, siguen aún vigentes.
Indudablemente, en el caso del jurista y filósofo francés, el “asesinato” no deja de ser incomprensible, por no decir extravagante, desde el punto de vista del pensamiento político de Occidente y de las realidades actuales.
Aunque en la práctica ha sido así desde hace unos años atrás en Venezuela, es ahora que vemos explicitada por los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, ya como hecho notorio, la idea de que la división de los poderes del Estado debilitaría a éste; por tanto, el principio de “checks and balances” no tendría, según estos personajes del “nuevo constitucionalismo” bolivariano, pertinencia, bajo las circunstancias del mundo actual o en todo caso, las de nuestro país.
Ciertamente, Montesquieu ha sido considerado un teórico del constitucionalismo liberal, pero sobre todo, del pluralismo de partidos y del pluralismo político y social. Según él, no hay libertad en aquella estructura política que no cuente con poderes distintos en cuanto a sus contenidos; autárquicos por su origen, y separados en lo que respecta a la función específica que realizan.
Pero para este gran pensador, el principio del límite es esencial. En contraste con la filosofía de Hobbes, aquel es consustancial a la idea de la libertad, la cual no puede ser ilimitada. Esta contraposición de filosofías es la que se expresa entre el autoritarismo hobbesiano y el antiautoritarismo de Montesquieu. O como diría un autor, el enfrentamiento entre la filosofía del no límite frente a la filosofía del límite, en definitiva, entre una visión que no puede prescindir de la guerra y la que apunta a la paz.
Con base en este principio es que las democracias pluralistas modernas se han desarrollado y han permitido que todas las expresiones políticas puedan tener vida tanto en los ámbitos nacionales como en el de las organizaciones de gobierno descentralizado.
Sin embargo, ahora resulta que en pleno siglo XXI y conocidas las virtudes prácticas y la efectividad en términos de democracia y libertad del principio de la separación e independencia de los poderes públicos, aparecen desde las profundidades de la historia enterrada y más que superada, unos zombis a reivindicar el absolutismo (eliminación de la separación de los poderes) en nombre de un supuesto avance de la teoría constitucional.
¿Cómo puede ser considerado un avance semejante retroceso, tal atentado contra la libertad y la democracia? Al igual que su amo, los magistrados del TSJ que han expresado tales disparatadas ideas, son el hazmerreír en los círculos académicos del mundo que se han enterado. El nuevo constitucionalismo, el verdadero, está en las antípodas de este engendro salidos de las tinieblas premodernas.
Estos magistrados, aprendices de brujo, no escarmientan. La locura ideológica, en algunos casos, y la sumisión vergonzosa, en otros, están contribuyendo a llevar al país a una encrucijada muy peligrosa, al reafirmar al déspota en sus propósitos.
La Constitución Nacional venezolana, cuestionable en otros aspectos, es muy clara sobre este tema, y ninguna interpretación, por muy retorcida que sea, autoriza para decir exabruptos como los que la Presidente del TSJ ha proferido en estos días en un evento de carácter internacional.
Estas opiniones pasarían al tacho de la basura, si no fuera porque estos magistrados de la ignominia y de la abyección se han prestado a todo tipo de desaguisados en nuestro país. Estoy seguro, sin embargo, que no pasarán inadvertidos frente al juicio implacable que el pueblo venezolano emitirá mas temprano que tarde.
Finalmente, queda recordar, por sabias, estas palabras del barón de Montesquieu: “el espíritu de moderación debe ser el del legislador; el bien político, como el bien moral, se halla siempre entre dos límites” (…) Lo afirmaré siempre: es la moderación lo que gobierna a los hombres, nunca el exceso”

EMILIO NOUEL V.






miércoles, 2 de diciembre de 2009


CORRUPTOS SIN FRONTERAS (PARTE II)

Seguimos dando de qué hablar, y mucho, en estos días. Desde la BBC, el Wall Street Journal, pasando por Le Monde y las televisoras europeas, hasta la Nación de Buenos Aires y la Folha de Sao Paulo, registran el megaescándalo de los bancos intervenidos en Venezuela y sus socios en el gobierno chavista.

Ahora, no sólo nos lucimos con ser de los últimos en competitividad económica e institucional (Ver Informe 2009 de Competitividad) y en percepción de corrupción (ver Informe 2009 de Transparencia Internacional)

No solo nos distinguimos por tener un presidente que ensalza a tiranos sanguinarios y terroristas perversos, echando por el suelo la imagen de nuestro país, ubicándolo en una posición casi de Estado forajido.

Ni siquiera figurar en el “palmarés” de los países con la inflación más alta en el continente y en gran parte del mundo, ha sido tan comentado como en estos días lo está siendo urbi et orbe la descomunal podredumbre administrativa gubernamental que corroe las entrañas de la revolución dizque bolivariana.

Con la implosión de los 4 bancos intervenidos en manos de la boliburguesía, nuevamente aparecen nombres con prontuario ya difundido. Y el revuelo internacional, obviamente, no se hizo esperar.

Vuelve a exhibir el país ante el mundo, un desaguisado con toda la desmesura de que somos capaces.

Meses atrás comentábamos que el capítulo venezolano de “Corruptos sin fronteras” estaba haciendo méritos más allá de los confines patrios. Sus negociados no se circunscribían al territorio nacional, sino que ya alcanzaban dimensiones y espacios transnacionales. La evidencia de que los capítulos argentino y venezolano de esta delincuencia organizada se habían dado la mano quedó al descubierto entonces con el caso del maletín de Antonini Wilson (Ver “Corruptos sin fronteras” http://emilionouel.blogspot.com o http://www.analitica.com)

El nombre del señor Rafael Ramírez, ministro de PDVSA, relució en aquellas fechas pero nada sucedió. El gobierno venezolano se hizo el que la cuestión no era con él, y hasta allí llegó todo. (Este caso sigue al menos judicialmente vivo en Argentina)

Sin embargo, aquel escándalo hizo que los venezolanos y los suramericanos en general, pudiéramos enterarnos, con evidencias incontrovertibles, de los dineros mal habidos que corrían a través de la conexión Miraflores-Casa Rosada, en la cual se veía envuelta nuestra empresa petrolera en manejos delictivos y financiamiento de campañas electorales con políticos y funcionarios argentinos

En aquella oportunidad, supimos que con el mayor desparpajo y falta de escrúpulos, se ofrecían hasta refinerías para comprar los silencios.

Reaparecen hoy los protagonistas del capítulo venezolano, y se agregan otros. El dirigente político Ramos Allup, el día lunes pasado, formuló una amplia denuncia con nombre y apellido, y allí están reseñados los delitos.

Todos los casos se resumen en un enorme y maloliente tráfico de influencias que permitió a los boliburgueses de la revolución chavista aprovecharse de las emisiones de bonos del Estado, notas estructuradas y depósitos públicos; ponerse en los dineros de todos los venezolanos a través de contratos a dedo; y utilizar los recursos públicos para sus propósitos personales o de grupo, y/o para crear empresas y comprar instituciones financieras y de seguros.

El descaro no puede ser mayor. Y la envergadura de los delitos, descomunal.

Está más que claro que la intervención de bancos decretada es un ajuste de cuentas entre maleantes, como ocurre entre las bandas de malandros de nuestras ciudades. Una vendetta a lo interno de la oligarquía chapista en el poder, en la que participan los que están dentro del gobierno y los que estando fuera de él son sus socios en un sinnúmero de fechorías a cual más repugnante.

Es por lo demás risible oír decir al inefable Rodríguez Araque, que la culpa de que ahora miles de ahorristas y pensionados estén pasando las de Caín, no es la de unos hampones privados y sus consocios en el gobierno, sino del capitalismo. ¡Qué desfachatez la de este agente al servicio del castrocomunismo¡

Y qué cinismo el del presidente al salir ahora a exculpar a sus más cercanos colaboradores, cuando todo apunta hacia ellos. Pretende ahora lanzar una culpa genérica hacia toda la banca y, por supuesto, a la burguesía, como que si fuera mentira que muchos de sus allegados están comprometidos hasta los huesos en esta trama de corrupción.

Afortunadamente, este cuento no se lo cree ni el más desprevenido de los mortales. Este intento de desviar el foco del problema (los delincuentes del gobierno) se estrella ante evidencias contundentes; las que, por cierto, están abochornando a muchos chavistas decentes que aún tenían esperanzas en estos revolucionarios de pacotilla, y que visto lo visto, ya ni el Credo dicho de rodillas, se lo tragan.

El escándalo en comento muestra también sus ramificaciones exteriores. La existencia de empresas en otros países, que no es de extrañar que hayan sido constituidas con dineros mal habidos extraídos directa o indirectamente de las arcas públicas venezolanas.

Ya llegará la hora, cada vez más cercana, en que la justicia dé cuenta de estos delitos, meta en chirona a tanto farsante y podamos recuperar la dignidad y, porqué no, parte del patrimonio sustraido.

EMILIO NOUEL V.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

CONTINÚAN REVELÁNDOSE INFORMACIONES SOBRE EL AJUSTE DE CUENTAS DE MAFIAS POLÍTICO-MILITARES Y FINANCIERAS.

El ajuste de cuentas que se ha producido en los días que corren entre las distintas mafias político-militares y económicas que se reparten el botin que les entregó el gobierno durante los últimos años, sigue dando qué hablar.
Detalles, nombres, vínculos, crímenes y negociados turbios y escabrosos comienzan a aparecer de manera profusa por la prensa e Internet.
Lo que queda bien claro a cualquier observador es que estamos presenciando una pelea a cuchillo entre grupos rivales que se disputan negocios de todo tipo, y algunos comienzan a tomar posiciones desde otras instituciones financieras.
Se oye por ahí que un ministro muy poderoso, actor principal en la pelea que nos ocupa, ya despacha desde el Banco de Venezuela, recién estatizado, y es el Presidente de facto de esa importante institución bancaria. Ha ordenado comprar un lote de motos BMW cuyo propósito para el banco no tiene ningún sentido, y se teme que es para otros fines. Igualmente, han ordenado la compra de cientos de guayaberas rojas finas para los empleados altos y medios. También se dice que serán emitidas 1 millón de tarjetas de crédito prepagadas, cada una con un valor de 1 millón de bolívares para ser regaladas en las misiones. Una suerte de tarjeta Mi negra, pues, pero en este caso, financiada por el banco.
Queda aun por saber los intringulis de esta pelea encarnizada y sus ramificaciones. Lo que están escenificando los grupos de poder en el gobierno traerá muchas más sorpresas. Ojalá el pueblo venezolano tome definitivamente conciencia de quienes nos están gobernando, y actúe en consecuencia. El espectáculo continúa.





martes, 24 de noviembre de 2009

SE BUSCA A SANTOS “POMPEYO” YORME

Emilio Nouel V.

Como todos los domingos, aprovechamos el pasado para leer el mayor número de periódicos, y en medio de las noticias escandalosas producidas por el último ajuste de cuentas -esta vez financiero- protagonizado por los gangs gubernamentales y sus socios, nos topamos con una que resulta verdaderamente sorprendente. Dice así: “A un supuesto comando especializado en operaciones de inteligencia y asaltos que reporta directamente al jefe de Estado y que está conformado tanto por funcionarios cubanos como por iraníes, le fue encomendada la misión de tener a raya, entre otros, a …Pompeyo Márquez”. (Columna de Luís Felipe Colina, La Razón, 21 de noviembre 2009)

“Tenerlo a raya”, ¡válgame Dios¡

Muchos se preguntarán cómo un hombre de tan avanzada edad e indefenso pueda producir tales temores e insomnios al gobierno, que hacen necesario su monitoreo permanente. La desproporción pareciera saltar a la vista, aunque bien mirado, hay razones de mucho peso para que los organismos de seguridad no se equivoquen.

Imagino que al leerla, al viejo Pompeyo le habrán asaltado recuerdos de otras épocas políticas igual de repugnantes que la actual, como fue la de la dictadura militar de Pérez Jiménez, en la que fue perseguido sin que, por cierto, lo hayan podido atrapar.

Pasados más de 50 años de aquella dictadura, admiradores de ella, los milicos actuales, deciden, si damos crédito al periodista mencionado, incluir de nuevo hoy en una lista de supuestos subversivos de alta peligrosidad, ¡quién iba a creerlo¡, a Pompeyo, a sus 87 y ya disminuido en muchas de sus facultades físicas.

Pero así como creo que le hayan venido aquellos recuerdos de lucha antidictatorial, asimismo, estoy convencido de que con esa noticia el “viejo” habrá sentido como si le hubieran aplicado una inyección concentrada de un multivitamínico mezclado con adrenalina y quien sabe qué otro repotenciador. Se habrá dicho, satisfecho y gozoso, para sus adentros, “A pesar de las pocas fuerzas físicas que me quedan y de que no tengo ni quiero empuñar arma alguna, aún asusto a los autócratas”.

Y le concedemos toda la razón al “viejo” Pompeyo. Porque las comillas en la anterior frase no son casuales. Amen de que lo llamamos así con gran afecto, hay motivos suficientes para que el mandón tema lo que él representa. Más jóvenes y vigorosos no podrían ser su entusiasmo, su capacidad de trabajo, su espíritu de lucha y su voluntad por recuperar la democracia y la libertad para su país.

Es admirable su recorrido cotidiano. A lo largo de su intensa agenda semanal, del Grupo Diálogo salta a la Mesa de Reflexión Democrática; de allí a la Fundación Gual y España, al otro día a una reunión con dirigentes de partidos, al siguiente a una manifestación pública, después a un Foro o bautizo de un libro, después a una reunión en el grupo Espacio Abierto o con el Grupo La Colina, todo sin dejar de leer gran parte de la prensa y libros de actualidad, así como escribir artículos para dos o tres diarios. Muy pocos podrían aguantar tal ritmo de actividad a esa edad.

Ciertamente, el gobierno militar autoritario que padecemos y sus sabuesos, no se equivocan al vigilar a este hombre tenaz e incansable. Tiene la fuerza de cien muchachos de 20. Su recio ejemplo, valentía, pensamiento y su corazón son invalorables, sobre todo en la hora actual. Tienen razón en temerle.

Pero que no se equivoquen los esbirros del gobierno. Ese árbol fuerte y frondoso que es Pompeyo Márquez, ya dio sus frutos y sigue dándolos. Por allí andan miles y miles de pompeyos jóvenes luchando por sus derechos democráticos y un país mejor.

Si estamos seguros de que la libertad no podrán arrebatárnosla los tiranos, será porque existen hombres que con su ejemplo de vida nos alientan e inspiran. Pompeyo es, sin duda, uno de ellos. Y el día que recuperemos la democracia plena, él estará allí en primera fila, celebrando con todos los que amamos la libertad y repudiamos los despotismos de cualquier signo.

EMILIO NOUEL V.

domingo, 22 de noviembre de 2009


CHANTAJES PATRIOTEROS Y ACHAQUES ANTINORTEAMERICANOS

Las bases en Colombia no amenazan a nadie

Ricardo Lagos, ex presidente de Chile

Con el escándalo que ha armado el chavismo hemisférico por el acuerdo suscrito entre Colombia y EEUU sobre el uso de bases militares colombianas por los norteamericanos para el combate de la narcoguerrilla y el terrorismo, se ha pretendido colocarnos a los venezolanos frente a dos dilemas.

Desde la perspectiva del gobierno, si no te pones al lado de Chávez y no condenas tal acuerdo por ser una supuesta agresión o amenaza a Venezuela y el subcontinente, eres un vendepatria, apátrida o lacayo del imperialismo yanqui, y si te opones a él, pues serás todo lo contrario: un digno representante de la dignidad nacional, la Patria de Bolívar y de una larga lista de paparruchas cursis.

Desde el enfoque de cierta izquierda no chavista, si bien no están siempre presentes aquellas acusaciones e insultos, en el fondo el dilema es similar: la utilización de las bases son una amenaza de EEUU y por tal razón hay que expresar rechazo o desacuerdo, de lo cual se infiere que quien las apoye estaría sirviendo objetivamente a los intereses del imperio y su complejo militar-industrial. El dilema es el mismo: a favor o en contra de la utilización por parte del imperio norteamericano de las referidas bases.

En ambas perspectivas se inscriben personas de distinta procedencia política, aunque debe reconocerse que hay matices. Por ejemplo, entre los segundos están los que creen que no es necesario el acuerdo para los fines que se persiguen (T. Petkoff), y no entran en mayores profundidades, a pesar de que me temo que ésa no sea la única razón de éstos para cuestionarlo. El antiamericanismo irracional sigue gozando de buena salud por estos predios.

Al margen de éstos nos topamos con otros que temerosos de que se les acuse de traidores a la patria, se colocan en una posición no menos cuestionable y, a mi juicio, inútil, porque al estar opuestos al gobierno, no se salvarán de ser señalados de repudiables antipatriotas. En estos casos, el discurso, por ejemplo, equipara erróneamente a Uribe y Chávez, cuando sabemos que sus conductas son distintas en relación con el tema en cuestión.

Obviamente, no tratamos con este enfoque de suscribir o avalar cualquier cosa que haga Uribe, ni mucho menos apoyar o criticar la utilización que él hace en política interior de este conflicto, algo que, por lo demás, cualquier político haría, verbigracia, el presidente de Venezuela.

Quien suscribe estas líneas por ningún respecto aceptará tales chantajes, ni caerá en la trampa del patrioterismo de los demagogos.

Colombia es un país soberano que puede firmar acuerdos con quien le venga en gana, y no debemos meternos en ese asunto. (¿Acaso el gobierno venezolano no ha suscrito convenios militares incluso secretos con otros países recientemente?) Está suficientemente claro que este acuerdo es la continuación y ampliación de otros que los mismos actores han firmado desde hace 50 años. Nada nuevo bajo el sol.

Por otro lado, si se examina bien, el acuerdo de marras no constituye una amenaza para nuestro país, sino todo lo contrario. Nuestra población en general, y la fronteriza en particular, que rechaza el narcotráfico, el secuestro y el terrorismo, podría sentirse mejor y más segura, si los que viven de esos crímenes en el vecino país, son combatidos y aniquilados. Falta saber si al gobierno de Venezuela le interesa que eso ocurra. Hoy, lamentablemente, podríamos afirmar que no, conocidas como son las evidencias que corroboran las relaciones político-ideológicas, y quien sabe de qué otra naturaleza, tiene con esos grupos de delincuentes.

Las preguntas que resta hacer a los venezolanos demócratas que creen en la cooperación, la integración y la paz con los hermanos colombianos, son las siguientes: Mientras estemos amenazados por un gobierno autoritario militar y con vocación totalitaria ¿ese acuerdo nos ayuda o no? ¿Qué piensan de ese acuerdo los productores del campo, los ganaderos y las familias que viven en la frontera con Colombia, cuyas actividades están afectadas por los diversos crímenes de la narcoguerrilla? ¿Apoyan o no el acuerdo? En definitiva: ¿Nos conviene a los venezolanos o no? ¿A quien amenaza el acuerdo? ¿A los ciudadanos decentes y trabajadores o a aquellos que son sus cómplices en nuestro territorio?

EMILIO NOUEL V.

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domingo, 15 de noviembre de 2009


EL MUNDO KAFKIANO DE LAS EMPRESAS Y LOS SERVICIOS PÚBLICOS VENEZOLANOS

Dos de los ámbitos en que puede observarse en toda su magnitud la hecatombe que significa el gobierno bolivariano es el de los servicios públicos en general y el de las empresas estatales.

El servicio público en nuestro país, como se sabe, va desde el otorgamiento de cédulas de identidad o pasaportes hasta la asistencia hospitalaria, los registros, la educación, el metro de Caracas y la telefonía en manos del Estado. Y en éstos y los demás, es lastimoso comprobar hoy que son prácticamente un desastre, una calamidad.

No hay oficina pública o taquilla que funcione medianamente bien. Se ha instalado en ellas un caos surrealista, que los males de anteriores administraciones se vuelven apenas insignificancias al lado del tormento que los ciudadanos estamos viviendo ahora.

Oficinas que mal que bien operaban satisfactoriamente, por obra y gracia de los caprichos de un ignorante improvisado o el establecimiento de criterios, reglamentos e instructivos a cual más irracional y absurdo, han devenido infiernos burocráticos que generan enormes costos adicionales a las personas naturales y empresas que deben realizar allí necesariamente trámites.

Desde las notarías y registros, pasando por Cadivi o una alcaldía, hasta el suministro de la luz eléctrica y el agua, todo es un fracaso y pérdida de tiempo precioso. No es casual que según los estándares internacionales nuestro país se ubique hoy entre los últimos de la lista en materia de permisería y competitividad.

No tienen los que gobiernan ni la más mínima idea de cómo resolver estos problemas. Los profesionales y técnicos con experiencia y que sabían su oficio han sido desplazados para colocar en sus puestos a funcionarios poco calificados o bisoños.

Es conocido el caso de una notaría, dirigida por la esposa de un alto magistrado, en la que se detectaron supuestos delitos. A los genios del ministerio respectivo no se les ocurrió otra cosa para solucionar el problema que cerrar la Notaría. No les pasó por la cabeza el perjuicio que podrían causarle a los ciudadanos que han autenticado documentos allí. En lugar de cambiar a los funcionarios y mantener la oficina abierta, sin más, la cierran, como si la oficina es la causa y no quienes la dirigen. Y el mismo proceder se ha observado en otras áreas de los servicios públicos, verbigracia, la de salud pública, la cual se pretende arreglar abandonando la infraestructura hospitalaria existente, y acometer otra, la de Barrio adentro, la que según el mismo gobierno está también en el suelo.

Cuando no es ésa la reacción, creen que con cambiarle la denominación al Ministerio o la oficina, hacer una nueva ley o crear una institución paralela con el adjetivo de socialista, van a corregir el problema mágicamente.

La otra salida que las mentes brillantes de estos sabios han parido es o estatizar o tomar posesión de los bienes privados que están cumpliendo cabalmente con su cometido. En tanto que extraordinarios destructores, son, obviamente, incapaces de construir nada bien, de allí que lo más fácil para ellos sea tomarse a la fuerza lo que los privados han logrado levantar durante años de trabajo e inversiones. Pero lo peor de todo es que al apropiarse de estos bienes, el destino seguro es su deterioro y consecuente destrucción. (textileras, papeleras, centrales azucareros, acereras, etc)

Por otro lado, las empresas de producción en manos del Estado revolucionario han sido conducidas todas a la quiebra o están funcionando con pérdidas incalculables. PDVSA, Sidor, ALCASA, los bancos Industrial, del Pueblo y de la Mujer, y el Metro de Caracas, están en situaciones financieras y operativas deplorables. No se trata sólo del harakiri que nos estamos haciendo con cerrar el comercio con Colombia, es también el manejo gerencial funesto que padecen en estas empresas. Y ya todo el mundo hace apuestas acerca de cuándo quebrará el Banco de Venezuela o el Hilton de Margarita en manos de los incapaces que nos gobiernan.

El caso de las empresas de suministro de servicios de electricidad y agua son emblemáticos en este proceso de 11 años de demolición de las instituciones. Allí el desorden, la indolencia, la ausencia de gerencia y planificación, la falta de inversiones, el despilfarro y la corrupción son las notas más resaltantes de este mundo kafkiano.

Pero ante las fallas crecientes y advertidas hasta la saciedad ¿cual ha sido la respuesta del gobierno? Que nos medio bañemos o que no consumamos electricidad, todo lo contrario a lo que debería ser el desideratum de estas empresas,

En lugar de poner a funcionar bien las empresas existentes, se crea un nuevo ministerio, y para remate, coloca al frente a alguien que no tiene ni una sola credencial profesional ni experiencia en el ramo, un improvisado más, lo que garantiza desde ahora el descalabro.

Este enorme desastre institucional y económico es atribuible exclusivamente a una demencia ideológica, que pretende hacernos creer que todo es culpa del imperialismo, el capitalismo, el fenómeno del El Niño o de nosotros los consumidores, y que ellos, con 11 años en el poder, por supuesto, nada tienen que ver.

Esta demencia fundamental les impide ver la realidad. A ello se suma una monumental ignorancia sobre los problemas, sus causas y correctivos. Sin conocimientos adecuados de cómo se administra, gerencia o planifica, la solución nunca vendrá de estos incompetentes.

Más temprano que tarde saldremos de este marasmo.

EMILIO NOUEL V.

jueves, 12 de noviembre de 2009


EMBUSTERO E IRRESPONSABLE

El domingo pasado cualquiera que lo haya oído en su programa “Aló presidente” está claro en lo que dijo. Y quien no, pudo haberlo visto o leído al día siguiente a través de cualquier medio televisivo, radial o impreso. El presidente hizo un llamado a prepararse para la guerra explícito y sin subterfugios.

El lenguaje corporal, el tono y las demás expresiones no dan lugar a otra interpretación. Para el que lo oía era inminente la confrontación; de allí la alarma hemisférica que desencadenó.

Además de las reprimendas que formuló, humillándo a sus colaboradores incapaces y sinvergüenzas y el cúmulo de mentiras acerca de porqué se va la luz y el agua, sus palabras fueron textualmente las siguientes: "Señores militares no perdamos ni un día en nuestra principal misión: Prepararnos para la guerra y ayudar al pueblo a prepararse para la guerra, porque es responsabilidad de todos", "Señor comandante de la guarnición militar, batallones de milicia, vamos a formar los cuerpos de milicianos, a adiestrarnos. Estudiantes revolucionarios, trabajadores, mujeres: ¡Todos listos para defender esta patria sagrada que se llama Venezuela!" "los escuálidos son una quinta columna. Ellos son tan apátridas como la oligarquía colombiana", “si a EEUU y sus lacayos en Colombia se les ocurre atacar al país se desataría la guerra de los 100 años.”

Al día siguiente, algunas “focas” de la Asamblea y otros lacayos del PSUV confirmaron la línea a seguir. A estas alturas, quién sabe qué habrá pensado o que locura esté maquinando el malandraje rojo que ha sido armado por el partido de gobierno ante este llamado irresponsable de guerra.

Pero el cinismo de quien nos gobierna no tiene límites. El día 10 de los corrientes, apercibido de la gran metida de pata y de la reacción alarmada que se produjo más allá de las fronteras por aquellas declaraciones, declara todo extrañado, rostro desencajado y con cara de billete de 3 bolívares (qué dirían los de la serie “Lie to me”):“Ahora me acusan a mí. Ahora me llaman guerrerista (…) Me acusan a mí en lugar de acusar a Uribe y a Washington,Yo lo que hice el domingo fue reflexionar sobre un adagio: Si quieres la paz, prepárate para la guerra. Y ahora me acusan de que estoy llamando a la guerra”, “Hay que tener cinismo y una cara bien dura para que un gobierno como el de Colombia pretenda llevarnos al Consejo de Seguridad de la ONU”, “Es el mundo al revés: nosotros que somos los agredidos y amenazados, nos llaman agresores”.

¿Quién fue el que llamó a prepararse para la guerra con entonación de urgencia? ¿Uribe? ¿Obama? Que sepamos ninguno ha hablado del tema en el pasado ni en estos días refiriéndose a Venezuela.

¿Quien nos ha agredido o amenazado en estos días que corren? A menos que no nos hayamos dado cuenta, ni EEUU ni Colombia nos ha invadido o agredido en los últimos 100 años, por no ir más allá. La única invasión que conocemos es la que dirigió Fidel Castro por Machucuruto para imponernos una dictadura comunista, que no pudo triunfar gracias a un gobierno democrático y unas fuerzas armadas verdaderamente patriotas, que hoy, lamentablemente, extrañamos.

Ya han pasado 2 días de aclaratorias del presidente tratando de explicar que aquello que dijo no fue lo quiso decir. Donde dije digo, dijo Diego. Y que, como era de esperarse, todo es producto de una distorsión de los medios de comunicación golpistas burgueses, apátridas al servicio del imperialismo.

Ahora resulta que todos entendimos mal, incluido el gobierno del amigo Lula, que alarmado hasta de mediador se propuso. Y que la mansa ovejita, amiga de las FARC, el ELN, Hezbolah, Gaddafy, el Chacal y Ahmadinejad, es una pacifica criaturita que en sus discursos nunca habla de la muerte, de sus Kalashnikov y aviones Sukoi, ni de guerras de 100 años.

A otro perro con ese hueso…..

EMILIO NOUEL V.

martes, 10 de noviembre de 2009


SIN AGUA, NI LUZ, PRETENDEMOS IR A LA GUERRA.

Hoy amanecimos en Caracas con muchos lugares sin agua, y varias ciudades del interior sin luz por varias horas.
La incompetencia, la imprevisión, la improvisación, la carencia de gerencia, la falta de inversiones oportunas y la corrupción está lanzando a Venezuela hacia el caos en materia de servicios públicos.
Ya el gobierno actual está desbordado por los problemas. De nada le sirvieron alrededor de 700 mil millones de dólares producto de la venta de petróleo. Toda esta descomunal cantidad de dinero la despilfarró, malversó, regaló y robó. Y los venezolanos nos encontramos en términos de calidad de vida cada vez más degradados.
No conforme con este desastre administrativo, ahora el presidente de la República, en otra de sus locuras, lanza amenazas de guerra con el hermano país de Colombia y con nuestro socio comercial principal EEUU.
Dice que nos preparemos para la guerra que viene en un arranque de irresponsabilidad insólita. Como si eso fuera un juego, una tontería.
Los venezolanos, afortunadamente, no caeremos en esas provocaciones. La mayoría no cree en tales disparates. Nadie va a acompañar en tal aventura a un Presidente que parece desquiciado por los problemas sociales y económicos que no puede resolver en el país. Su treta no funcionará ya estamos curados de tanto delirio. Cuesta abajo en su rodada.

E. Nouel

miércoles, 4 de noviembre de 2009

DE MERCOSUR, METIDAS EN CINTURA Y ESPERANZAS

La Comisión de Relaciones Exteriores del senado brasileño aprobó el Protocolo de ingreso de Venezuela a MERCOSUR y ahora vendrá la muy segura aprobación en el plenario; allí, hay una mayoría favorable en ese sentido, y no se puede esperar un resultado diferente.

Aún falta superar el escollo de Paraguay para que entre en vigencia el referido instrumento; de allí que no esté garantizada esta entrada hasta el año que viene, a pesar de que algunos creen que a los paraguayos no le queda otra que seguir el ejemplo brasileño, opinión ésta que pongo en duda, dada la animadversión que existe mayoritariamente en contra del gobierno venezolano en ese parlamento. Pero las realidades son las realidades, y al final del día, éstas casi siempre se imponen.

Ya hemos señalado en múltiples oportunidades que el gobierno venezolano en MERCOSUR, muy diferente al país y sus fuerzas democráticas, va a representar un serio problema en ese bloque. Sus orientaciones política y económica van a contrapelo de los principios de ese proceso de integración, y más allá de los grandes negocios que puedan hacer algunas empresas argentinas y brasileñas, en algún momento del camino surgirán complicaciones que afectaran esos intercambios y la misma política, habida cuenta del proyecto ideológico que se impulsa desde Caracas.

Obviamente, en Derecho Internacional no se puede hacer la separación entre gobierno y país. Si el gobierno actual nos lanza por esa pendiente, jurídicamente hablando, él y el país son una misma cosa frente a los países de MERCOSUR. Resulta imposible diferenciarlos. Las obligaciones y compromisos asumidos, aunque sean mal negociados o no consultados con los principales afectados en nuestro país, igual tendrán fuerza de ley. Y a correr con las malas o buenas consecuencias.

Es por ello inadecuado, desde el punto de vista jurídico, plantear el ingreso de Venezuela y no del gobierno venezolano, y exigirle a éste, por ejemplo, que declare que va a comprometerse a respetar el contenido del Protocolo democrático de Ushuaia, documento que, por lo demás, está incluido en el “combo” para la aceptación y es sólo una formalidad que firmará –creo- sin problemas. A mi juicio, esa declaración no pondría ni quitaría nada especial, ni es garantía de un proceder.

Pretender que ella permitiría meter en cintura o controlar al gobierno venezolano en materia de conductas democráticas es un tanto naïf. Hasta ahora no ha podido hacerlo la OEA y su Comisión de los Derechos Humanos, la Corte Interamericana de los DDHH, ni el mismo Consejo Seguridad de la NNUU cuando se atrevió Chávez, contra viento y marea, a visitar a un gobernante como Sadam Hussein, en aquel momento aislado de la comunidad internacional, mucho menos lo podrá hacer MERCOSUR, ni creo que esté interesado en hacerlo.

Venezuela y sus gobiernos siempre han sido integracionistas, a pesar de las reservas que en algunos momentos ciertos sectores manifestaron cuando ingresamos a ALALC-ALADI o el Pacto Andino-CAN. Ingresar a MERCOSUR no sería un exabrupto en concordancia con esa tradición. Asimismo, en términos de libre comercio, las evidencias demuestran que siempre el saldo es positivo para los países que se posicionan adecuadamente en las corrientes de intercambio mercantil internacional, y en consecuencia, MERCOSUR podría ser una oportunidad, siempre y cuando se cumpla con ciertas premisas.

Porque una cosa son aquellas orientaciones generales y otra es negociar las mejores condiciones de ingreso en un bloque comercial determinado.

Para ello, no sólo es necesario haber definido y puesto en práctica una política o políticas económicas en general, también es crucial una de comercio exterior que esté en armonía, además, con la de relaciones políticas exteriores. Estas políticas de Estado deben expresar en lo posible la mayoría de los intereses diversos del país, de allí que sea menester consultar todos los sectores con el fin de balancearlos y armonizarlos para luego representarlos de la manera más fiel en el exterior.

Y esto es lo que no se ha hecho con MERCOSUR en Venezuela. La solicitud de ingreso del gobierno venezolano es de naturaleza política, y está más que claro que a él no le interesa promover a los productores, exportadores y comerciantes del país. Su interés en ese bloque responde a propósitos políticos sectarios, excluyentes, no consensuados y contrarios a la Nación. Aquí no se trata de oponernos a esa entrada, ni de pedir que nos acepten o nos rechacen. Nuestra posición al respecto es de principio y ya la hemos señalado en varias ocasiones. De lo que se trata es de que ese ingreso no forma parte de una política de Estado que haya atendido a los intereses de los sectores que se verán afectados irremediablemente. Por tanto, no podemos, bajo las actuales circunstancias, sentirnos conformes con un ingreso a un bloque cuyas condiciones comerciales, arancelarias y jurídicas desconocemos.

Si al final nos aceptan, habrá que correr con las consecuencias económicas, que no serán pocas para nuestras industrias y el agro. Será necesario, como se dice coloquialmente, “guapear”, y esperemos que el daño no sea irreparable. Nos queda sólo la esperanza -“Muerte es esperanza larga”- de que en otro gobierno modifiquemos esas condiciones, y afortunadamente, siendo MERCOSUR un esquema muy laxo, poco disciplinado, en permanente crisis y no tan serio, es probable que podamos enderezar el entuerto.

EMILIO NOUEL V.

miércoles, 21 de octubre de 2009

MASOQUISMO POLÍTICO Y VIDA

Se ha vuelto ya una hábito morboso e incluso masoquista en ciertos sectores de la opinión que se dice democrática, que cada vez que nos disponemos a enfrentar un evento de carácter electoral, en lugar de asumir una posición proactiva, de movilización y de combate, se sumergen en un mar de pesimismo, lamentos y quejas, olvidando focalizar en aquello que nos permitirá acumular fuerzas para salir definitivamente del desastre político y económico que estamos viviendo.

A los que piensan desde la sociedad civil o los partidos políticos que es necesario seguir utilizando de manera eficaz y “sin chuparse el dedo”, los mecanismos formales que aún nos quedan, a sabiendas de que el autoritarismo militar gobernante tiene los recursos y las formas para manipularlos, se les acusa de contubernio con el gobierno, incluso de obtener beneficios crematísticos.

Una y otra vez estos sectores repiten el discurso de que no hay salidas electorales, y que lo que resta es esperar un levantamiento social o militar, o presionar para que eso se dé. ¿Para qué hablar de elecciones? dicen. Los resultados están cantados, que si “el cisne negro”, que si el fraude electrónico, que los partidos están vendidos al gobierno, etc.

Yo no sé cómo saldremos al fin de esta situación, lo que sí sé es que con estas actitudes negativas, definitivamente, no vamos a llegar a ningún lado, y puede estar tranquilo el gobierno, pues los que así se comportan no representarán peligro alguno para él, más bien, contribuirán a su permanencia en el poder.

Desde estos ámbitos pesimistas, por ejemplo, se le echa en cara a los partidos que hagan lo que tienen que hacer: política; lo cual implica ganar adeptos para su visión particular; persuadir a miles del error de seguir apoyando al chavismo, debatir, dialogar, llegar a acuerdos y hacer concesiones, incluso a los adversarios; las circunstancias mandan, nos guste o no.

Se me responderá que no es momento para eso, sino para salir de un gobierno tiránico. A los que opinan de esta manera, les repregunto: ¿es que hay espacio hoy para algo distinto a aquellas actividades mientras estemos aún desarticulados y con liderazgos en formación? ¿tenemos la fuerza y la organización necesarias para romper de un envión con esta situación? ¿Capriles, Pérez o Ledezma deben olvidarse de que son gobernantes y que deben responder a sus colectividades, incluso en precarias circunstancias, para dedicarse a otros menesteres? Creo que no.

Por otro lado, la política no es un lecho de rosas, un entorno bucólico, utópico, donde todos somos felices, sino todo lo contrario. Es una constelación de intereses, pasiones y ambiciones a cual más disímil. Para actuar allí hay que ser de cierta madera. Pero es fundamentalmente un oficio, aunque los problemas políticos nos afecten a todos.

Convencer a los que siguen engañados con Chávez comporta adoptar unos modos, un lenguaje, unas propuestas, un mensaje que no puede ser el del rabioso radical antichavista. Significa hacer ciertas concesiones y renuncias en aras de la efectividad, y para eso existe la política. Porque, como decía el maestro Raymon Aron, la elección en política no es entre lo bueno y lo malo, sino entre lo preferible y lo detestable.

Muchos sectores que hoy condenan a los partidos y a los políticos en general, que los hay muchos y muy activos al margen de aquellas organizaciones, lamentablemente no alcanzan a comprender estas exigencias de la política, que mucho tienen que ver con los ritmos y los tiempos de ésta, muy diferentes a los de un ciudadano normal y corriente.

Estamos todos desesperados, es verdad, por salir de la pesadilla que vive el país. Ya hemos cometido en el campo democrático muchos errores, por no tomar en cuenta adecuadamente la verdadera naturaleza de lo que enfrentamos, los tiempos de la política y los medios más eficaces para avanzar y triunfar.

Tenemos una oportunidad de triunfo el año que viene, si hacemos bien el mandado. En cualquier caso, estoy convencido de que las fuerzas democráticas avanzaran bastante para impedir el establecimiento de una tiranía militar de manera definitiva.

El despotismo en nuestra nación está condenado a derrumbarse. Lo que quieren hacer no lo podrán lograr, independientemente de que promulguen todas las leyes que quieran y cometan las arbitrariedades que se les ocurra.

En estos días leímos una entrevista de Vaclav Havel, ex presidente de la República Checa, extraordinario intelectual, en la que decía: “No fue ningún ejército quien derrumbó al comunismo, sino la vida, el espíritu humano, la conciencia, el rechazo del hombre a la manipulación”.

Confiemos en esa vida y ese espíritu, que los venezolanos también tenemos. Cesemos la autoflagelación, cuando menos lo esperemos habremos recuperado la libertad. Que los políticos hagan lo que les corresponde, ése es su oficio. A pesar de los escepticismos y de las equivocaciones en que puedan incurrir, hay suficientes razones para pensar que se impondrá la sensatez y la responsabilidad. Iremos unidos a las elecciones del año próximo, no me cabe la menor duda. De repente tal unión no será perfecta, pero tendremos candidaturas únicas que recogerán las aspiraciones mayoritarias. La Venezuela democrática las apoyará.

EMILIO NOUEL V.

domingo, 18 de octubre de 2009

ALBA, HONDURAS Y UNAS SANCIONES ECONÓMICAS BUFAS

E. NOUEL

Hemos leído en los días que corren que los países que conforman la junta de beneficencia venezolana que llaman ALBA, reunidos solemnemente en la ciudad de Cochabamba, por órdenes de su majestad imperial, Chacumbele II, han decretado un boicot económico a Honduras, en virtud de que no dejan regresar al poder al inefable Mel Zelaya, reo de la justicia, -sub judice, como dicen los abogados- de cometer una larga ristra de tropelías administrativas, amen de violaciones a la Constitución hondureña.

Obviamente, quien promueve tal decisión no es otro que el déspota de Caracas, cuyos planes con el patético hondureño se han visto trastocados por la reacción casi unánime de todas las instituciones y los sectores democráticos de ese país.

Gracias a su “desprendimiento” por los olvidados de la tierra madre, vuelve de nuevo a sonsacar, ofrecimientos crematísticos mediante, a los lacayos de ALBA, para que traten de aislar al gobierno hondureño; cosa ésta extraña por demás, ya que los representantes de Mel se encuentran negociando en una mesa los términos de un probable regreso de éste a su puesto de presidente o a una fórmula de solución del conflicto.

La enérgica y rimbombante decisión tomada en Bolivia para presionar tal regreso resulta, a mi juicio, bien curiosa, por no decir inocua.

Los países que aprovechan los regalos que reparte el gobierno de Venezuela en el referido ente son: Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Cuba y 3 microestados del Caribe.

El PIB de todos juntos, si exceptuamos al repartidor de las dádivas que es Venezuela, no pasa de 240 mil millones de dólares y su comercio con Honduras es irrisorio, prescindible en gran medida. (Si sumamos a Venezuela, el PIB total sube a 600 mil, representando este país casi dos veces el PIB de sus compañeros de ALBA) (Ver Index Mundi, 2008)

Ahora bien, la gran amenaza de “sanciones económicas” proferida por este grupete de gobernantes, si examinamos las estadísticas, resulta ridícula.

Imagino que los hondureños deben haber pasado varios días muertos de la risa con esta medida, toda vez que para su supervivencia económica no necesitan de ninguno de ellos, con excepción de Venezuela que hasta cierto punto le suministraba combustible barato.

Examinemos las cifras, apreciado lector, del año anterior ( 2008). Con Bolivia, el comercio es prácticamente insignificante: 380 mil dólares. Con Ecuador, 3 millones y medio. Con Cuba 17 millones y con Venezuela 15 millones. Ni hablar de Nicaragua o los microestados caribeños.

El total de las importaciones que realizó en 2008 Honduras monta la cifra de 8.556 millones de dólares aproximadamente. En ese mismo año, exportó una cifra cercana a 5.549. Me dirán ustedes el efecto letal que tendrá la sanción de los gobiernos albanos en este comercio.

Los socios principales de Honduras son: EEUU (al cual va el 68,8 % de sus exportaciones); El Salvador y Guatemala. En menor medida están México y Costa Rica.

Por lo que respecta a sus importaciones, los hondureños traen de EEUU el 52%; de Guatemala, el 7.1%; de El Salvador, el 4.5%; de México, el 4.1% y de Costa Rica el 4,1%. Los otros socios son Unión Europea y Canadá.

De modo pues, que estas sanciones anunciadas por los gobiernos de ALBA, a mi juicio, injustas, inconsistentes e hipócritas, afortunadamente, no pasaran de ser simbólicas, ineficaces, más bien, bufas.

Pero para los que pretenden ser, sin tener con qué, un poder alternativo en el mundo, estas infatuaciones desmedidas y patéticas son muy comunes. Mussolini, Sadam Hussein e Idi Amin son muestras de conductas parecidas. No temen hacer el ridículo, no se dan cuenta que son el hazmerreír del mundo.



viernes, 16 de octubre de 2009

¡ADIOS LUZ QUE TE APAGASTE¡

Mientras el país observaba la bufonada que representaron obligados y humillados los ministros de la economía para no decir nada, gran parte de los hogares y comercios venezolanos (Puerto La Cruz, Guayana, Apure, Paraguaná, Mérida, Trujillo, etc) andaba de carreras tratando de impedir que los alimentos que consumen o venden no se descompusieran por los apagones intermitentes y cada vez más prolongados, que en algunos casos se mantienen desde hace años.

Ya esta situación resulta insoportable para esas poblaciones. No se trata sólo de la simple falta de luz, que ya es una calamidad, son también los perjuicios mil millonarios que está generando en términos de pérdida de horas de trabajo, de producción, de ventas y también de estudio; esto sin olvidar la destrucción de aparatos eléctricos de diversa índole.

Además de la ignorancia, el despilfarro y la corrupción, la incompetencia en materia de servicios públicos de quienes gobiernan está llevando al país al desastre con estos problemas de interrupción de luz y agua.

No les basta ya el manejo desastroso de la economía que hacen. No están conformes con acorralar y/o destruir las actividades del sector privado. No se sacian con la eliminación de la propiedad privada y las estatizaciones disparatadas. No se sintieron satisfechos con la demolición de las instituciones y empresas públicas o con cerrar televisoras y radios. No se contentan con perseguir a la oposición y a su propia disidencia, violando los más elementales derechos humanos. Su perversidad es ilimitada.

Ahora fraguan casos penales en contra de gobernadores y alcaldes que ganaron sus puestos a pesar de las adversidades y el ventajismo del gobierno. Pero estas arbitrariedades les están saliendo caras.

Mientras cólicos y demás apuros estomacales se apoderan de Miraflores, los venezolanos estamos más acogotados por los asesinatos de nuestros hijos en manos de un malandraje envalentonado y tolerado, unas calles y carreteras en circunstancias deplorables, unos hospitales que dan vergüenza, la ruina de las empresas del Estado y una corrupción gubernamental repugnante y desbocada.

Mientras todo esto ocurre, el gobierno anuncia que regalará 80 millones de dólares (176.000.000 de bolívares fuertes a la tasa oficial) para darle un buen servicio de luz no a Punto Fijo, San Fernando de Apure o Puerto La Cruz, sino a Bolivia. ¡Qué descaro¡ ¡Qué bofetada a los venezolanos que se entusiasmaron con las promesas de cambio que este gobierno hizo¡

Frente a caos que se abre paso, el gobierno en lugar de buscar soluciones, consagra su tiempo a dar rienda suelta a su demencia estatista, a comprar más armas o a reunirse en Bolivia con sus lacayos de ALBA para crear una moneda cuyo fracaso ya está cantado.

Pero esta tragedia de la luz eléctrica, aunada a la de otros servicios, se está trasmutando progresivamente en otro apagón de mayor significación, en este caso político, que las encuestas comienzan a reflejar como una tendencia que va asentándose con fuerza. De allí el inicio prematuro de la campaña electoral con distintos movimientos nerviosos del gobierno, que van desde endeudarnos más para despilfarrar más, lanzando dinero a la calle con el propósito de dar una sensación de bienestar, hasta eliminar o poner sordina a focos de tensión política que le puedan generar antipatías.

¡Adios luz que te apagaste¡ dirían los viejos de antes. Y es esto lo que cada vez más venezolanos comienzan a decirle al déspota de Miraflores. El “brillo” que algunos descaminados vieron en este gobernante entra en un curso de decadencia cuya aceleración abre posibilidades a las fuerzas democráticas que sepan leer atinadamente los tiempos.

EMILIO NOUEL V.

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