sábado, 27 de noviembre de 2010

ARTÍCULO RECOMENDABLE:

"THE TYRANNY OF METAPHOR" de ROBERT DALLEK

http://www.foreignpolicy.com/articles/2010/10/11/the_tyranny_of_metaphor?sms_ss=email&at_xt=4cf142a318fe3d0c,0
UN LIBRO IMPRESCINDIBLE

Antonio Sánchez García

“Desgraciado el estadista que no lee la historia.”
Napoleón

Poco signos más alarmantes de barbarie que la desmemoria. Pocas acciones más salvajes de las tiranías que la castración inducida del recuerdo, posiblemente el atributo esencial de nuestra condición humana. Pocos medios más eficaces de retrotraernos al reino de nuestros lejanos principios que convertirnos en esclavos del olvido. Y en adoradores de la desmemoria.
Una de esas formas del olvido, inducida y puede que de las más siniestras y eficaces por sutil y engañosa, es la mistificación de algún momento o de alguna figura del pasado. Ha sucedido en nuestro país y de manera ejemplar con la santificación de Simón Bolívar y la conversión de su vida y su obra en religión de Estado. Ambos han sido el pretexto perfecto para castrar nuestra memoria y rendir sus despojos al culto absurdo y malintencionado al tótem de nuestras fantasías patrióticas.
A falta de un auténtico patriotismo y una auténtica veneración de nuestro pasado, única sustancia indiscutible de nuestra identidad como Nación.

Puede que en su descomunal esfuerzo por nadar contra esa corriente alienante de nuestra identidad radique una de las tantas virtudes del acucioso y revelador libro de Mirta Rivero, La Rebelión de los Náufragos. El más estremecedor y fidedigno relato de esa encrucijada trágica de nuestra historia, en que hombres y hechos se confabularan con un empeño digno de mejor causa en mutilar nuestra civilidad y destrozar hasta sus más profundos cimientos los basamentos de nuestra vida democrática. Los años terribles que hunden sus orígenes más oscuros en las frustraciones del golpismo cívico militar de toda suerte y condición con el advenimiento de la democracia el 23 de enero de 1958 y que, mantenidos bajo aparente control durante treinta años, revientan como una pústula de la inevitable descomposición del establecimiento al finalizar el gobierno de Jaime Lusinchi para expresarse con toda su potencia autodestructiva en el esfuerzo mancomunado de las derechas y las izquierdas, la civilidad y el militarismo venezolanas por asesinar moral y físicamente a Carlos Andrés Pérez, llevándose por delante, en la más insólita e inmoral inconsciencia individual y colectiva, el frágil edificio democrático construido con tanto esfuerzo, tantos tropiezos y tantas contrariedades desde esa fecha fundacional de nuestra democracia.

Son tantos y tan brutales los desafueros de la barbarie gobernante, el esfuerzo más consistente para aniquilarnos como sociedad emprendido en la Venezuela republicana desde los tiempos de las dos grandes guerras civiles del siglo XIX – la independentista y la federal – que tendemos a considerarlos producto de una catástrofe natural, casi un castigo divino. Para nuestro inmenso desasosiego Martha Rivera viene a recordarnos que esos desafueros, esa mutilación y esa barbarie fueron provocados sistemática y ardorosa, tenaz y voluntariamente por las élites políticas, militares, académicas e intelectuales del país en el más terrible y aterrador esfuerzo por auto mutilarnos. Esfuerzo de canibalismo político del que se salvan tan pocos, que constatarlo no puede menos que causarnos una honda y oscura pesadumbre.

Su lectura me ha provocado un hondo desasosiego, incluso un sentimiento de repulsión física al constatar la gravedad del mal que nos rodea, la monstruosa irresponsabilidad de que pueden hacer gala los seres humanos llevados por los instintos mezquinos y depredadores que alimentan sus rencores y la insensatez de que son capaces seres honorables, cultos e inteligentes. De poco sirve constatar que muchos de quienes atizaron la hoguera en que se incineró uno de los más serios y juiciosos esfuerzos por derribar los muros de la estatolatría, el populismo, el clientelismo y el subdesarrollo inveterado de nuestro país hayan terminado – ellos y sus bienes - convertidos en víctimas propiciatorias del salvajismo gobernante. De nada, si ese sacrificio no va acompañado de la respectiva autocrítica.

De esos polvos salieron estos lodos. Es de esperar que esta magnífica requisitoria de Mirtha Rivero en su obra La Rebelión de los Náufragos – un libro de obligada lectura para todos quienes aman a nuestro país y desean enrumbarlo por un futuro de justicia y prosperidad – sirva a la autocrítica de nuestras élites y les haga comprender la gravedad del mal y la excepcionalidad que requiere su curación. Que cada día se hace más urgente e impostergable.

Mirtha Rivero, La rebelión de los náufragos, Caracas, 2010.

viernes, 26 de noviembre de 2010

EUROPA EN UN TUSERO



El dicho viene del llano venezolano. Se llama tusa al desecho de la mazorca de maíz, ya desgranada, el cual es acumulado en algún sitio de una hacienda o depósito. Su forma cilíndrica no proporciona un apoyo firme para quien camine sobre ellas, por lo que decir “bailar en un tusero” significa dar tumbos, tambalearse, desplazarse de manera inestable, insegura.

Y es así como se ve hoy Europa, caminando sobre un tusero que no es sólo económico, también tendrá efectos políticos y sociales serios en términos de preservación de los grandes logros de la Unión Europea.

La crisis financiera no termina de encauzarse. Los eslabones más débiles de la Unión no dejan de preocupar a los gobiernos. En varios países, cuentas públicas en rojo. Los programas de rescate, los recortes presupuestarios, aumentos de impuestos, reducción de salarios de funcionarios públicos y de las ayudas sociales, medidas todas draconianas que serán tomadas en el marco de unas reformas económicas y laborales aún en ejecución o por ejecutarse en los países con mayores problemas, no parecieran dar los resultados esperados en el tiempo previsto. Austeridad es la consigna, y la alternativa es el precipicio. Pero las dudas no se disipan.

Las luces de alarma están encendidas. Los debates son a diario entre los mandatarios más importantes. Los de Francia y Alemania a la cabeza. Esta última parece no querer seguir cargando con los costos de otros. Los funcionarios de las instituciones comunitarias, en la práctica, en sesión permanente. Los días pasan y las preocupaciones aumentan. Irlanda, Portugal y España en la boca de todos. Las protestas sindicales y ciudadanas no se han hecho esperar. ¿Caerá España también? Ya se hacen los números de lo que significaría rescatarla, aunque las condiciones no sean las mismas que otras economías. Sin embargo, del efecto de contagio no es fácil zafarse, dada la conexión estrecha de los países; así es la interdependencia global.

Grecia fue el primer país rescatado. Fue de alguna manera una sorpresa para los demás, porque la grave situación a la que llegó era peor de lo que sus cifras oficiales decían. Se determinó que venían engañando al resto de sus socios europeos con datos e índices macroeconómicos falseados. El rescate monta a 110.000 millones de euros.

Irlanda, “el tigre celta”, con unos cuantos años de prosperidad a cuestas, no pudo contener la explosión de su burbuja inmobiliaria. Con una fiscalidad muy baja para las empresas (12,5% frente a una media de 25, 7 % europea), fue motivo de crítica de sus socios europeos por competencia desleal. Hoy, para salir del atolladero en que está, deberá recibir una ayuda que ronda los 85.000 millones de euros. A pesar de que sus finanzas eran sanas antes de la crisis, su crecimiento, como el de España, se apoyaba en sectores privados inmersos en la especulación inmobiliaria y bancaria. Estos sectores fueron golpeados fuertemente por la crisis de las subprimes, los préstamos llamados tóxicos. Sin embargo, Irlanda es una economía más competitiva que España. No obstante, en esta crisis ha tenido que estatizar o poner en venta casi todos los bancos, y en política, ya se ha hecho un llamado a elecciones para comienzos del años entrante.

Portugal podría ser el próximo candidato a suceder a Irlanda en esta caída; el siguiente a salvar. Portugal es víctima de una mala gestión de los dineros públicos, escándalos de corrupción, exceso de gastos (“comportamiento irresponsable” dicen algunos en materia de presupuestos) y de un crecimiento mediocre o muy bajo durante una década, se parece al caso griego (fuerte endeudamiento, baja competitividad, caída de exportaciones, estancamiento del consumo). Aquí estamos en presencia de una clase política incapaz de avizorar la crisis ni de tomar las medidas necesarias para amortiguarla.

Por otro lado, España está en “sala de observación”. La "burbuja” inmobiliaria que explotó en este país dejó cerca de 325 millardos de euros de deudas en el sector, a comienzos de 2010. Pareciera que el descontrol del gasto público de los últimos años y la imprevisión del gobierno socialista han conducido a España a esta situación crítica en la que el desempleo ronda el 18%. Las medidas que se están tomando, con la oposición de los sindicatos, pretenden evitar una acción de rescate, como en los casos de Grecia e Irlanda. El temor que existe es que la economía española, si cayera también, por su tamaño, tiene un mayor potencial para afectar al resto de Europa. Los bancos europeos tienen deuda española que alcanza los 120.000 millones de euros. Algunos especialistas que aún creen difícil que España tenga que ser rescatada, no descartan, sin embargo, esa posibilidad. En tal caso, creen que no habría dinero suficiente en el fondo de rescate (750.000 millones de euros) para una operación de salvación. Desde la Unión Europea, se manifiestan dudas sobre la determinación de España de aplicar las medidas anunciadas, y el comisario Joaquín Almunia le pide a Rodríguez Zapatero que las despeje.

Todos estos casos son ejemplos de lo que llaman modelos frágiles de crecimiento, que no han podido soportar los embates prolongados de la crisis financiera.

The Economist dice que El futuro del euro reside en Alemania y el Banco Central Europeo; ellos, al fin y al cabo, son quienes tienen el dinero. Pero ahora mismo, Zapatero es la clave. Si actúa con rapidez, él podría desempeñar un papel fundamental para evitar el colapso de la moneda única. El futuro del euro estará asegurado sólo cuando el contagio se haya desvanecido. Y esto, ahora está claro,depende crucialmente de lo que ocurra en España"

Visto lo visto, los pronósticos a corto plazo sobre la economía de Europa no son muy halagüeños.

Soluciones a corto plazo no hay.

En días pasados, Angela Merkel ha asomado la idea de que los inversionistas de deuda pública -bancos, fondos de inversión y de pensiones- asuman parte de las pérdidas generadas por el rescate de países como Grecia o Irlanda. Propone que los recates no se paguen sólo con le dinero de los contribuyentes sino que los acreedores de esos bonos asuman una pérdida mediante reestructuraciones ordenadas (“mecanismo de quiebras ordenadas”). Ha declarado Merkel: “¿Cuentan los políticos con el coraje necesario para que aquellos que ganan dinero compartan también los riesgos? ¿O es que negociar con deuda pública es el único negocio en el mundo que no implica riesgos?” Menuda interrogante.Varios países se han opuesto a la propuesta.

Hay algunos que le ven sentido a la propuesta. Tales inversiones conllevaban un riesgo, y lo lógico es que puede haber pérdidas en algún momento. Sin embargo, otros dicen que la propuesta en los actuales momentos tendría consecuencias peores.

Por su parte, Van Rompuy y Barroso, funcionarios comunitarios, han aconsejado a los países con más problemas de deuda (Portugal y España), que cumplan rigurosamente con los compromisos adquiridos respecto de la reducción de déficit y las reformas estructurales aprobadas.

¿Que pasará, al fin, con esta crisis interminable? ¿Se enderezarán las cargas? ¿La decadente y cada vez menos competitiva Europa seguirá en su curso de declive frente a otras regiones del mundo? ¿Como afectarán los asuntos estrictamente políticos? ¿Tiene futuro cierto la Unión, sobre todo cuando pensamos en el desapego creciente que las nuevas generaciones tienen hacia la exitosa construcción europea? ¿De nada valieron los sacrificios y desvelos de los Schuman, Monet, Churchill, Adenauer o De Gásperi? ¿Qué repercusiones tendría el desacalabro o el descrédito del modelo de integración europeo en las relaciones atlánticas y en el mundo en general?

Varios son los interrogantes que quedan en el aire. Mientras, Europa “bailando en un tusero” de inestabilidad, cuya gobernabilidad podría estar comprometida por el agravamiento de sus problemas, incluidos los demográficos, los de inmigración y los que se derivan del fundamentalismo religioso islamista presente en sus ciudades.

El dilema no es fácil para Europa: mantenerse como modelo e impedir convertirse en las próximas décadas en actor subalterno de las otras potencias, o superar la crisis y ser factor fundamental de la gobernanza mundial. Amanecerá y veremos.

EMILIO NOUEL

miércoles, 24 de noviembre de 2010

VENEZUELA: PRIMERA EN EXPULSIÓN DE INVERSIONES EXTRANJERAS


Emilio Nouel V.

en los últimos años de revolución socialista en Venezuela, hemos visto cómo las inversiones extranjeras han venido cayendo estrepitosamente. Y no podía ser de otra manera, si nos atenemos a la conducta incomprensible demostrada por el gobierno nacional en esta materia. En lugar de atraer inversiones productivas y creadoras de empleo, se ha dedicado sistemáticamente a ahuyentarlas.

Según cifras recientes publicadas por la Comisión Económica para America Latina (CEPAL), la inversión extranjera creció 16, 4 % en la primera mitad de 2010. En dólares, el aumento fue de más de 7.000 millones, al pasar de US$ 43.241 en 2009 a US$ 50.345 en 2010.

Asimismo, los países de América Latina y el Caribe habrían mostrado un fuerte dinamismo en sus inversiones en el exterior, pasando de US$ 5.453 millones en el primer semestre de 2009 a US$ 20.796 millones en igual período del presente año.

De acuerdo con estos resultados, la CEPAL estima que la IED tendría un crecimiento moderado en todo 2010, sin superar los niveles récord obtenidos en 2007 y 2008.

El incremento en la IED tendría como causas la estabilidad y crecimiento económico mostrado por la mayoría de los países de la región debido a los altos precios de las materias prima, la recuperación del comercio mundial y las mejores perspectivas en los mercados financieros internacionales.

En 2010 México se recupera como receptor de IED, al igual que Chile y Perú. Costa Rica y Panamá también experimentan un repunte en relación con 2009.

Brasil sigue siendo el mayor receptor de IED de la región, con US$17.130 millones. CEPAL dice que esto se explica en gran medida por el alto interés que existe por invertir en ese país, ya sea en actividades tradicionales como en sectores emergentes (prospección petrolera y fabricación de etanol), y por las repatriaciones que realizan las subsidiarias brasileñas de empresas transnacionales por concepto de préstamos con sus casas matrices.

En este panorama positivo y alentador de toda la región ¿dónde se coloca Venezuela?

Pues, cuesta abajo en la caída. En 2009, la IED fue negativa: -3.105 y en el primer semestre de 2010, -107. Este índice es el resultado de varios años, en el que el declive se ha venido acentuando.

Haciendo comparaciones con países que incluso reciben menos ingresos que el nuestro, salimos muy mal parados.

Cuadro sobre Inversiones en varios países latinoamericanos (CEPAL)

Años
2009
2010
Venezuela
- 3.105
- 107
Colombia
7.169
4.115
Costa Rica
1.339
741
Chile
12.702
8.029
Brasil
25.949
17.130
Argentina
3.902
2.174
México
13.976
12.238


Costa Rica, Chile y Colombia individualmente han recibido más inversiones que Venezuela en esos 2 años. Chile está cercano a uno de los grandes de América Latina, México, lo cual es decir mucho.

Como se sabe, en nuestro país se han estatizado cientos de empresas nacionales y extranjeras, en el marco de un enloquecido frenesí colectivista y destructor que no responde ni siquiera a un plan. Son los caprichos de un gobernante poseído por una ideología demencial los que dictan la conducta a seguir por el gobierno.

Nada les enseña la experiencia positiva de países que consideran amigos o afines a su ideología, como China o Vietnam.

Hoy, nuestro país, de acuerdo con los distintos índices que se publican en el mundo sobre clima de negocios, competitividad, corrupción o inversiones, se ubica lastimosamente en los últimos lugares, al lado de países fallidos y atrasados. Y a medida que pasan los años vamos descendiendo en el ranking.

La obra de demolición de las instituciones (gobierno central, gobiernos regionales, BCV, empresas estatales, tribunales, etc) que ha efectuado el gobierno venezolano tiene su correlato en el ámbito económico en una conducta deliberada que expulsa las inversiones existentes y espanta las que pudieran venir.

Todo este panorama desolador tiene aún menos justificación cuando vemos el aumento de la deuda externa del país, la cual ya sobrepasa, sin mencionar la deuda interna, y según cálculos conservadores, los 70.000 millones de dólares; para rematar, se espera mayor emisión de deuda por parte del gobierno en los próximos meses.

¿Como se explica entonces que con tanta supuesta necesidad de recursos financieros no se cree las mejores condiciones de entrada a mayores cantidades de dinero fresco del extranjero?

Hace ya tiempo que perdimos la recóndita esperanza de que el gobierno entrara en razón. No nos queda más que aguardar por el nuevo gobierno de transición que se instaurará a partir de 2012. Ardua será su tarea en todos los órdenes de la vida nacional. Y recuperar las inversiones tanto nacionales como extranjeras será una de sus prioridades.

EMILIO NOUEL V.

martes, 23 de noviembre de 2010

LOS TLC SON LA OPCIÓN

Sergio Arancibia

Talcual


La reciente Cumbre de los países miembros del Foro de Cooperación Económica del Asia Pacífico, APEC, sirvió de marco para que Perú firmara un Tratado de Libre Comercio con Corea del Sur y otro de similar naturaleza con Japón.

Todo ello se suma a los tratados de libre comercio que ese país tiene ya firmados con China, Canadá, Estados Unidos y con la Unión Europea, además de la red de acuerdos de libre comercio que vinculan Perú con sus vecinos de la América del Sur.

Chile, a su vez, firmó un acuerdo de libre comercio con Malasia e inició conversaciones encaminadas ese mismo fin con Tailandia. Ese acuerdo con Malasia es el acuerdo de libre comercio numero 57 que tiene firmado Chile con países de todo el orbe, incluidos todos y cada uno de los países de América del norte, centro y sur, y con la Unión Europea, China, Japón, Corea del sur y varios otros países del Asia.

También en el área del Pacífico está vigente el acuerdo Transpacífico de Asociación Económica, TPP, que vincula a Chile, Brunei, Nueva Zelanda y Singapur, y al cual es posible que se integren próximamente Estados Unidos, Australia, Malasia y Perú.

LOS TLC Hay quienes piensan que los tratados de libre comercio son una expresión perversa del neoliberalismo, y que por lo tanto hay que eliminarlos de toda política económica progresista. En realidad los tratados de libre comercio son la expresión más cabal de un comercio negociado, normado y administrado, que es la antítesis del neoliberalismo. Mediante ellos los países deciden, de acuerdo a su estructura económica y sus particulares intereses, con qué países quieren establecer alianzas comerciales que impliquen preferencias recíprocas. Deciden igualmente a qué productos procedentes de ese eventual país socio están dispuestos a eliminarles los aranceles, es decir, hacerlos objeto del libre comercio propiamente tal y a qué productos mantener en listas de excepción, sujetos por tiempo indefinido al pago de aranceles.

En la negociación se decide también, obviamente, la compensación o la reciprocidad en términos de apertura de mercado que se obtendrá por parte del país socio por la apertura que el país haga de su propia economía. También la negociación de un tratado de libre comercio implica acordar con el otro país el período de tiempo en el cual se eliminarán totalmente los aranceles recíprocos, es decir, la gradualidad del proceso de plena vigencia del libre comercio, o lo que es lo mismo, el periodo de tiempo que se tomará el desmonte definitivo de los aranceles existentes al momento de la firma del tratado.

LA VÍA NEOLIBERAL La alternativa neoliberal frente a los tratados de libre comercio son los procesos unilaterales de rebaja de aranceles, o de apertura unilateral de su propia economía, sin negociación alguna y sin recibir a cambio, por lo tanto, compensaciones de ninguna naturaleza por parte de los eventuales países socios en la economía internacional.

La alternativa no neoliberal, si no conservadora, a los tratados de libre comercio es la vieja política de defensa irrestricta de la economía nacional, por la vía de barreras arancelarias protectoras que restringen el comercio y la competitividad y que llevan a los países al aislamiento comercial y al crecimiento basado sólo en el mercado interno.

Esta política de apertura negociada de mercados parece que le ha dado a Perú buenos resultados. En los últimos cinco años este país ha crecido a una tasa promedio anual de 6.5 % y en el presente año se espera que su crecimiento alcance al 8.5 %, todo lo cual lo coloca entre los países de crecimiento alto en América del Sur. Chile, a su vez, ha basado su crecimiento de los últimos 20 años precisamente en esta apertura negociada de su economía. Ambos países no sólo coinciden hoy en día en esta política de apertura hacia el mercado internacional, sino que coinciden, además, en la importancia que el Asia tiene en esta materia.


martes, 16 de noviembre de 2010

EN EL 2012 ¡TE VAIS¡

Por allí anda circulando una gaita maracaibera que termina con la frase que encabeza estas líneas. Muy oportuna la frase de esta pieza musical de protesta.

Reafirma lo que la mayoría de los venezolanos sienten y dicen cada vez más, ya despojados de los temores que el tirano infructuosamente quiso infundirles para tenerlos paralizados. Se podría decir que ésta nueva actitud es producto de la derrota del 26S, la cual corrobora la idea de que Chávez no es invencible.

La convicción de que dentro de dos años saldremos de este caos, se está asentando firmemente en las mayorías agobiadas por la incompetencia y los abusos de un grupo político que no debió jamás llegar a dirigir los destinos del país.

El desastre monumental y lastimoso de la obra de gobierno se ha vuelto el entorno de un sentimiento de repudio en ascenso que se palpa en las protestas cotidianas en antesalas de ministerios, en las afueras de empresas estatales, en los barrios tomados por el hampa, en poblaciones interioranas sin agua, electricidad y salud, en las estaciones del Metro caraqueño.

La destrucción de la institucionalidad, de la economía y de la convivencia pacifica por parte de la revolución chavista es más que notoria a propios y extraños. No está quedando piedra sobre piedra de lo que pudimos construir en los años de democracia, que no fue poco. A pesar de errores, insuficiencias y otros males que no habían sido resueltos, la sociedad democrática venezolana había alcanzado importantes logros que no pueden ser desdeñados, ni borrados de la memoria.

Todos estos avances han sido desconocidos y se ha llegado al colmo de pretender borrarlos de la historia patria.

El estropicio en gran parte de la educación pública costará mucho enderezarlo. Recuperar la industria petrolera y demás industrias públicas de su deterioro avanzado exigirá de mucho esfuerzo. Poner en orden las cuentas públicas demandará de muchas horas de trabajo de parte del nuevo gobierno. Reestructurar la administración de Justicia será una labor fatigosa. Derogar leyes y reglamentos absurdos precisará de una faena acuciosa, exhaustiva y agotadora. Restablecer en el concierto mundial nuestro lugar de país confiable y respetuoso del Derecho Internacional, recuperar el prestigio perdido, será también una prioridad a la que habrá que abocarse con dedicación. En fin, levantar y recuperar el aparato estatal, desde políticas y normas, pasando por procedimientos hasta el funcionariado, nos ocupará tiempo y reclamará de las fuerzas democráticas y su liderazgo, la mejor disposición, habida cuenta del descalabro sufrido.

Al igual que todos los ciudadanos de este país, estamos persuadidos de que le queda poco a este gran disparate, a este despropósito parejo.

Y no podía ser otro el destino de un experimento ideológico demencial, cuyo basamento va a contravía de las tradiciones, valores y principios que han ido madurando por décadas en nuestra sociedad.

Hay que prepararse desde ya para afrontar el desafío que representa esta nueva oportunidad que se le abre a la democracia venezolana. Debemos crear los antídotos políticos, económicos y sociales, que impidan la reedición de un régimen como el que hemos padecido estos últimos 12 años.

Vamos, sin ninguna duda, hacia un gran triunfo popular en el 2012. Las amenazas, los miedos y los atropellos a los derechos humanos no harán otra cosa que aumentar el repudio frente al despotismo militar y corrupto que hoy nos desgobierna.

Chávez se irá por los votos de los venezolanos. Por medios pacíficos y democráticos.

Hugo: En el 2012: ¡Te váis o te váis¡

EMILIO NOUEL V.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Medio pan y un libro.


Locución de Federico García Lorca al Pueblo de Fuente de Vaqueros (Granada). Septiembre 1931.

"Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. ‘Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre’, piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.
Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.
No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.
Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?
¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Feodor Dostoievsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia , alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.
Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: ‘Cultura’. Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz.”

miércoles, 3 de noviembre de 2010

¡AY TRINI, QUÉ MAL COMIENZO¡


Si los venezolanos (y también los españoles) ya estábamos hasta la coronilla de la abulia del señor Moratinos y sus miradas para otro lado, lo que parece anunciar como ejecutoria la señora Trinidad Jiménez, no parece mejor.

Esta señora ha tenido el tupé, por no decir algo más cargado, de afirmar en una sesión del senado español, que en nuestro país no hay presos políticos. Según ella, tal aseveración la hace porque ninguna organización de derechos humanos (Amnesty International o Human Rights Watch) tiene “catalogado como preso político a ningún preso de Venezuela”. Y agrega: “Existen presos por causa penales, acusados de haber participado en el golpe de estado de 2002 o por posible corrupción, que son considerados como presos políticos por algunos partidos de la oposición venezolana…”. Los senadores socialistas, por supuesto, se desataron en aplausos ante argumentos tan consistentes.

A tal declaración, el senador Iñaki Anasagasti, que la estaba interpelando, replicó que tales organizaciones no podían decir nada al respecto, simplemente porque no los dejaban entrar a Venezuela a hacer sus informes, lo cual los venezolanos sabemos que es verdad, y las mismas organizaciones han sufrido en carne propia la expulsión de Venezuela.

No obstante, la señora Jiménez interviene de nuevo para decir algo más grave aún, que demuestra o bien ignorancia crasa de lo que ocurre en nuestro país o su compromiso incondicional con el gobierno autoritario de Chávez.

Trinidad Jiménez afirma que la prisión de la juez Afiuni se debe a que “liberó a una persona que estaba implicada en el golpe de estado”,cuando es vox populi que su prisión está motivada por irregularidades en asuntos mercantiles.

Ay Trini¡ Qué patinazo el que has dado¡ Tu estreno con nosotros los venezolanos no fue el mejor. ¿O es que debemos pensar mal, y estabas consciente de lo que estabas diciendo?

Infórmate del caso monstruoso caso Afiuni, en el que se dibuja en toda su magnitud la naturaleza antidemocrática del régimen chavista. Si no te has enterado, te recomendamos vayas haciéndolo. Aquí no está vigente el Estado de Derecho, no hay separación y autonomía de los poderes públicos, los derechos humanos se irrespetan a diario, los sindicatos y los contratos colectivos están vías de desaparición, no hay debido proceso, los militares han colonizado todas las instancia s de poder, y recuerda que a tus compatriotas españoles les han arrebatado sus bienes sin fórmula de juicio.

Ay Trini, que no te has enterao, ponte las pilas¡ Aunque no tengo vela en ese entierro, (nunca mejor dicho) tenlo por seguro, apostaré porque tu gobierno sea derrotado en las elecciones españolas próximas.

EMILIO NOUEL V.


martes, 2 de noviembre de 2010

¿DEBEMOS DESCONOCER TRATADOS, CONVENIOS O CONTRATOS INTERNACIONALES SUSCRITOS POR CHÁVEZ?



Recientemente, varios venezolanos han lanzado a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) una propuesta relacionada con la suscripción del gobierno nacional de algunos convenios y contratos internacionales, cuyos contenidos, según los proponentes, serían ilegítimos, inconstitucionales, fraudulentos o contrarios a los intereses de la nación.
Dicha propuesta pide que la MUD haga una declaración a fecha cierta, en la que indicaría que el próximo gobierno nacional desconocería tales convenios, de modo que los países que contraten hoy con Chávez, desde ya se atengan a las consecuencias riesgosas, habida cuenta del nuevo poder que se instaurará en el 2012.
La fundamentación de tal propuesta sería la “doctrina de la deuda odiosa”, cuyo formulador fue el jurista ruso, ex ministro del Zar Nicolás II, Alexander Nahum Sack, quien hacia el año 1927 la define así: "Si un poder despótico contrae una deuda, no por las necesidades o el interés de su pueblo, sino para fortalecer su régimen despótico, para reprimir a la población que lo combate, ésta es una deuda odiosa e ilegítima para la población de todo el Estado. Esta deuda no es obligatoria para la nación, es un deuda del régimen, es una deuda personal del poder que la ha contratado, en consecuencia, ella cae con la caída de este poder”.
La doctrina Sack, por otro lado, confiere a los acreedores una responsabilidad en la deuda, al señalar que si éstos conocían los designios del prestatario, estarían cometiendo “un acto hostil frente al pueblo”, lo cual los expone a la contingencia de un eventual no pago de aquella si el régimen cae; por tanto, no podrían reclamar lo debido. Estaríamos entonces frente a una situación en la que no se aplicaría el principio aceptado del Derecho Internacional (DI) de que todo tratado en vigor vincula a las partes y debe ser cumplido de buena fe (pacta sunt servanda).
Ahora bien, el asunto planteado, a mi juicio, puede ser abordado desde 3 ópticas distintas, por cierto, no desvinculadas. Así, tenemos que hay razones jurídicas, de conveniencia política y/o de oportunidad.
Las más largas y complejas de explicar son las de naturaleza jurídica, lo cual en este corto espacio debemos presentar muy apretadamente.
El Derecho Internacional aceptado por las naciones civilizadas tiene sus fuentes. Primero, las fuentes convencionales (tratados); segundo, las fuentes consuetudinarias (la costumbre internacional) y, por último, los principios no escritos. Con mucho menor peso, los actos unilaterales de los estados y organizaciones internacionales, y finalmente, la jurisprudencia internacional.
La doctrina, como es el caso de la deuda odiosa, es sólo eso, una teoría que no se ha convertido en un tratado, ni en una costumbre, ni en un principio de derecho, que haya sido aceptado en el conjunto del Derecho Internacional. Puede ser que moralmente tenga toda la justificación que queramos darle, pero no alcanza el rango exigible en el DI.
Ciertamente, en la historia hay varios casos concretos que tal doctrina ha sido esgrimida. En México, por Benito Juárez (1861); en la Guerra España-EEUU de finales de siglo XIX, Cipriano Castro en Venezuela (1902), Costa Rica contra el Reino Unido (1922), entre otros. Pero estos casos, con resultados diversos, y dependieron de las relaciones de poder, no condujeron a la configuración de una costumbre ni a la creación de una norma jurídica de DI, que hoy por hoy pueda ser alegada.
El tema, sin embargo, ha generado múltiples estudios académicos, entre los cuales cabe mencionar uno, que está relacionado directamente con la petición que se hace a la MUD. Me refiero al de los economistas de la Universidad de Harvard, M. Kremer y S. Jayachandran, quienes en un artículo publicado en la publicación Finances and Development, “Odious Debt”, en el 2002, plantean la institucionalización de la “denuncia a priori de las deudas” a fin de evitar su repudiación ex post, y la creación de una norma que exonere a los países victimas, de toda responsabilidad respecto de las deudas odiosas. A mi juicio, ésta es una interesante propuesta que debería ser tomada en cuenta. No obstante, y mientras ella no se sancione por la comunidad internacional, no podría ser alegada, jurídicamente hablando, en las actuales circunstancias, ni en el caso particular de Venezuela, por muy odiosas que puedan ser las deudas que el gobierno de Chávez haya contraído en detrimento de los venezolanos.
Para concluir con este punto, valga sólo mencionar, que en el caso hipotético de que tal doctrina tuviera la posibilidad de ser esgrimida, negarnos a pagar tales deudas, implicaría demostrar 3 cosas: a) ausencia de consentimiento, es decir, que no haya sido contraída por la voluntad del pueblo (¿quien representa la voluntad popular en Venezuela hoy? ¿No es la Asamblea Nacional la que aprueba los convenios?); b) ausencia de beneficio, es decir, que los fondos han sido gastados en contra de los intereses de la población; y c) conocimiento de las intenciones del prestatario por parte del acreedor. Estos extremos ¿como serían demostrados en el caso de Venezuela?
El otro enfoque, es el de la conveniencia política de hacer una declaración como la solicitada por algunos venezolanos. La interrogante principal es: ¿conviene a los intereses políticos de las fuerzas democráticas hacer una declaración en la que se advierta urbi et orbe que el gobierno que tome posesión en el 2012 desconocerá los convenios que haya firmado el actual, sin tomar en cuenta las normas, los principios y la costumbre internacionales aceptados por la comunidad internacional?
¿Cómo serían vistas las fuerzas democráticas, no sólo por los gobiernos autoritarios más cercanos o afines a Chávez, sino también por aquellos que también han firmado acuerdos con él pero que son democráticos? Los partidos que conforman la MUD han expresado ya, que serán respetuosos de los compromisos internacionales, siguiendo en esto la tradición de Venezuela en sus relaciones exteriores.
El reconocimiento internacional de que goza hoy la oposición, sobre todo, a partir de la conducta política asumida en los últimos años y demostrada en los eventos electorales, no puede ser echada por la borda adoptando posiciones que podrían ser tachadas de irresponsables. Las fuerzas democráticas necesitan ganarse la confianza de la comunidad internacional, que aun debe ser consolidada. El nuevo gobierno que entrará en el 2012 dispone de un programa y de los equipos profesionales y técnicos formados y experimentados que asumirán la conducción del país, y el manejo adecuado de lo internacional es fundamental para ganar apoyos y neutralizar las amenazas. Nuestra conducta gubernamental no puede ser vista como la de un Estado maula, infractor de las reglas de convivencia internacionales. Ni siquiera los sandinistas al llegar al poder, se atrevieron a desconocer la deuda de Somoza. Fueron los cubanos, sí, los cubanos, los que les recomendaron no hacerlo.
Chávez ha firmado miles de convenios de diversa naturaleza. Allí están, los bielorrusos, los iraníes, los sirios, los cubanos; pero están también argentinos, brasileños, ecuatorianos, rusos, ucranianos, portugueses, españoles, chinos, entre otros.
No obstante, el respeto de estos compromisos no significa que no puedan ser revisados o renegociados en su momento. Todo tratado puede se modificado o denunciado, cláusulas de escape siempre están en los textos de cada uno. Con tal propósito, el nuevo gobierno del 2012 hará los estudios correspondientes, y con base en la normativa internacional hará lo que tenga que hacer, todo en defensa de los intereses del país. De allí que la comunidad internacional deba quedarse tranquila al respecto de lo que será la conducta de las fuerzas democráticas venezolanas.
De lo anterior se deduce la respuesta del tercer enfoque posible de este asunto. ¿Resulta realmente oportuno hoy hacer tal propuesta, habida cuenta del prestigio que comenzamos a recuperar como oposición, en contraste con el acelerado descrédito que el gobierno de Chávez viene experimentando en el ámbito internacional? Después de que hemos logrado crear un matriz de opinión en el mundo adversa al tiranuelo de Miraflores ¿vamos ahora a generar un innecesario ruido en nuestra relación con los países y los sectores democráticos del planeta, planteando un tema que en lugar de ayudar a nuestra causa la puede enturbiar? Las respuestas a estas interrogantes son obvias. De sobra sabemos los disparates que está cometiendo el gobierno en la esfera internacional y cuánto nos costará a los venezolanos enderezar esos entuertos. El momento de la justicia se acerca cada vez más..
EMILIO NOUEL V.