jueves, 25 de julio de 2019


LA CORTE DE LOS MILAGROS DE SAO PAULO



En el medievo parisino había un sector de la ciudad en el que se juntaban malvivientes que en el día mendigaban por las calles simulando ante el viandante ser tullidos, mancos o ciegos, pero que en la noche, por arte de magia, se curaban, los paralíticos bailaban y los ciegos veían.

Estafadores, farsantes y pícaros de toda laya engrosaban este contingente de seres humanos que no pocos escritores reflejaron en sus obras.

En la política, como sabemos, no han faltado personajes que podríamos también clasificar como miembros conspicuos de una suerte de Corte de los milagros, por sus semejanzas en cuanto al modo de actuar, en sus engaños y propuestas de carácter social fantasiosas.

Se presentan éstos como representantes genuinos del pueblo y de sus intereses, enemigos del capitalismo salvaje, del neoliberalismo. Se llenan la boca hablando de utopías, de soberanía popular y de derechos humanos, pero voltean hacia a otro lado cuando quienes cometen arbitrariedades y violan los principios constitucionales, forman parte de su bando político-ideológico o son los que pagan sus facturas.

Lo cierto es que estos campeones del populismo y la demagogia, adalides de la revolución izquierdista mundial, al caer la noche, cual pícaros de la Corte de los Milagros medieval, se quitan el disfraz y se muestran tal como son: hipócritas y embaucadores de la gente sencilla que no alcanza a ver la verdadera naturaleza de ellos, obnubilados por el humo de una retórica quimérica y de promesas imposibles de cumplir. Son los que se aprovechan de la ignorancia y la buena fe de la gente sencilla, para obtener beneficios propios, robando los dineros públicos o recibiendo las prebendas de los gobernantes amigos.   

El Foro de Sao Paulo (FSP), sin duda, es una típica Corte de los Milagros, si nos atenemos a los que allí se congregan; los más disímiles especímenes de la política latinoamericana y más allá, que se han aprovechado del financiamiento de presidentes como Lula Da Silva o Chávez, entre otros, para montar tinglados como el que hoy tiene lugar en Caracas.

En 1990, el Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil fundó el FSP. Está conformado por partidos y movimientos de izquierda radical, y su objetivo primigenio era debatir sobre el escenario internacional después de la caída del Muro de Berlín. El papel que juegan los partidos comunistas y de izquierda radical del continente en este Foro es determinante; todos son miembros formales de él. 

El PT brasileño, los Partidos Comunistas de Argentina, Cuba, Chile Colombia, Bolivia, Perú y Uruguay, el PRD mexicano, las FARC, el Partido de la Liberación dominicana y el PSUV, entre otros, y hasta organizaciones al margen de la ley en sus países, son miembros del FSP; es decir, lo “mejor” de cada casa. 

El Secretario General de esta organización, el brasileño Valter Pomar, reconoció en Mayo de 2011 en Managua, que el triunfo electoral de Hugo Chávez en 1998 catapultó el potencial del FSP, y señaló que este último ha tenido dos grandes momentos históricos: el primero fue el inicio de la “resistencia en contra del neoliberalismo” y el segundo gran momento fue en 1998 con la elección de Hugo Chávez.

Este Foro ha servido de escenario para uniformar ópticas sobre variados asuntos y también para la coordinación política de sus miembros, lo cual ha incidido en las iniciativas y políticas que adelantan esas organizaciones en sus países de origen.

Es una suerte de “internacional comunista”, que repite, en el fondo, el mismo discurso anacrónico marxista-leninista de hace más de 100 años.

Pero, sobre todo, la retórica de supuesta defensa de los DDHH que estas organizaciones enarbolan, contrasta con su apoyo a un gobierno destructor de la economía de un país (Venezuela), perpetrador de crímenes de lesa humanidad y corrompido hasta los tuétanos como el venezolano. Un gobierno de “ciegos” y “paralíticos”, que tienen sus cuentas millonarias en Andorra y otros paraísos fiscales, y hablan de honestidad y pulcritud a la luz del día para en la oscuridad gozar de lo estafado. Igual que los políticos brasileños que recibieron las coimas de Odebrecht.  

El chavismo es financista principal de la Corte de los milagros.  

Los del Foro no solo comparten una ideología tóxica, se benefician también de prebendas y dádivas provenientes de dinero mal habido, de los fondos públicos obtenidos por prácticas corruptas.

Caracas es hoy punto de encuentro de los propagadores de una ideología probadamente fracasada. Millones de dólares que debieron ser utilizados para aliviar el hambre de un pueblo, son dilapidados por el gobierno chavista para obsequiar y congraciarse con la izquierda comunista y gorrona de la región.

La Corte de los milagros de Sao Paulo en Caracas no tiene otro propósito que el de apoyar a sátrapas autoritarios y corruptos del hemisferio.  

Esta internacional funesta debe ser combatida sin descanso por los demócratas del mundo.  



EMILIO NOUEL V.







  




viernes, 12 de julio de 2019


ÁNIMO HAY PARA SALIR DE NUESTRA CALAMITOSA SITUACIÓN



EMILIO NOUEL V. 

El ánimo del país de cara al futuro inmediato es un dato relevante que todo actor político, económico u observador de la realidad debe manejar.

Los ciudadanos, las empresas y los gobernantes hacemos planes de acuerdo con ese ánimo que podemos percibir. Por ejemplo, invertir o no nuestros ahorros en alguna actividad se vuelve un dilema importante. Emigrar o quedarse en el país, para muchos venezolanos hoy, es una decisión también crucial.

Obviamente, en nuestro caso particular, la dimensión política cobra mayor significación, toda vez que la solución de la ya larga crisis que padecemos, pasa, fundamentalmente, por caminos que se definan en ese ámbito, de por sí, muy complicado.

Uno de los instrumentos técnicos que nos permite hacernos una idea de cómo el ánimo de la población marcha, más allá de lo que por la experiencia directa se pueda advertir en nuestra vida cotidiana, es la encuesta.

Las hay serias, bien realizadas, pero hay también las piratas o sesgadas.

En cualquier caso, es una herramienta que dibuja un momento que vive una sociedad, sin que eso signifique su infalibilidad. Sirve como soporte pero no necesariamente como una verdad absoluta y precisa. En estos asuntos, siempre recuerdo lo que decía Churchill sobre las estadísticas: “Statistics are like a drunk with a lampost: used more for support than illumination” (“Las estadísticas son como un borracho con un farol: se usan más para apoyo que para la iluminación”).

Volviendo la cara hacia nuestro atribulado país, que en los días que corren muestra su peor rostro en los horrores que registran los organismos internacionales que velan por los derechos humanos, hemos visto algunos sondeos que nos reconfortan y nos hacen ser más optimistas.  

Vemos en los resultados correspondientes al mes de Mayo de la empresa Delphos, cómo los “esperanzados” y “molestos” con  la situación que se vive en nuestro país, desde finales del pasado año a esta parte, han aumentado de manera importante, aunque los desilusionados se mantienen. Un 34% dice tener esperanzas, cuando a finales del año pasado era 25%. Los “tristes” bajan de 12% a 7% en ese mismo lapso, aunque los “desilusionados” y “deprimidos” se mantienen casi en el mismo nivel, bajando un poco.

La encuestadora señala que alrededor del 55% se mantiene como un contingente de “activadores”.

El apoyo a la oposición se mantiene en un 42% y el chavismo solo tendría un apoyo duro a Maduro de 14%. Un 32% no se identifica con una opción política.

El 59% piensa que el culpable de los problemas el país es el gobierno usurpador.  

El 50% piensa en que se producirá un cambio en el país este año. Y el 65% dice que votaría en unas elecciones. El 70% de los que se dicen contrarios al régimen iría a votar.

El 55% piensa que el conflicto entre Guaidó y Maduro lo ganará el primero.

Esos son algunos resultados que nos reporta la encuestadora de marras.

Como ciudadano de a pie observador que es uno, esos datos nos dan ciertas razones para el optimismo y la esperanza.  

Sabemos que es difícil hablar de éstos últimos en tiempos de incertidumbre, desasosiego extremo y penuria. Lo que aún tenemos por delante como sociedad, es una tarea compleja llena de obstáculos, dificultades, marchas, contramarchas y desencuentros.

Las encuestas, sin embargo, afirman que hay ánimo para superar la crisis. Reservas morales y ganas de reconstruir el país hay. No todo se ha perdido.

Nuestro mayor deseo es que la salida de la calamidad que nos agobia sea pacífica y consensuada. Cualquier vía cruenta debemos evitarla en lo posible.

Buenas noticias hemos recibido en los últimos días y grandes expectativas tenemos que apuntan al inicio de una transición política en pocos meses. Por el bien de todos, ojalá aquellas se cumplan.  


jueves, 4 de julio de 2019



SI EL INFORME DE LA BACHELET ES COMPLACIENTE CON LA TIRANÍA, QUE BAJE DIOS Y LO DIGA


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El Informe sobre Venezuela de la oficina de las NN. UU que dirige la señora Bachelet, como Alta Comisionada de los DDHH, al fin se conoció, anticipándose en un día a la fecha prevista.  
Semanas atrás, comentamos su visita a Venezuela, y decíamos, entre otras cosas, que el solo hecho de su presencia en nuestro país constituía ya un reconocimiento tácito de una indudable situación grave (un funcionario de su jerarquía no se mueve por tonterías, sino cuando hay motivos serios para ello) y que su declaración final nos había dejado una buena impresión que preanunciaba resultados apegados a la realidad.
En esos días no faltaron los que arremetieron contra ella, señalando una supuesta complicidad con los tiranos venezolanos, habida cuenta de su filiación política ideológica.
Decenas de fotos de ella junto a presidentes de izquierda salieron a relucir para “demostrar” cual orientación iba a tener el Informe de marras.
Hubo algunos que hasta llegaron a afirmar que el Informe que presentaría sería, con seguridad, favorable o complaciente con el régimen de facto chavista.
¡Que equivocados estaban! Por ignorancia, prejuicios o simplemente por ceguera irracional.
Basta leer el documento publicado el día de hoy para comprobar que una institución internacional como las NN.UU, no depende de la visión o el criterio individual de una persona determinada, sino de unas evidencias obtenidas mediante procedimientos y mecanismos regulados, transparentes, sometidos a comprobaciones, evaluaciones y controles estrictos, sobre todo en un campo tan sensible como los DDHH, sobre el cual están enfocados los reflectores de cientos de organizaciones internacionales.
En esta oportunidad, el Informe en cuestión contiene puntos capitales, que señalan a un régimen político como autor de múltiples y horrendas arbitrariedades y atropellos a una población.  
Solo una perlas: “La crisis económica y social se agudizó considerablemente entre 2018 y 2019”. “La población venezolana está afrontando muy diversas e interrelacionadas violaciones de sus derechos económicos y sociales”.En abril de 2019, el salario mínimo, que ascendía al equivalente de unos siete dólares estadounidenses al mes, cubría únicamente el 4,7 por ciento de la canasta básica de alimentos”. “El ACNUDH confirma violaciones al derecho a la alimentación, incluida la obligación del Estado para garantizar que la población no padezca hambre”. “Enfermedades que anteriormente estaban controladas y habían sido erradicadas, entre ellas enfermedades evitables con vacunas como sarampión y difteria, han reaparecido”. “La economía venezolana, especialmente su industria petrolera y los sistemas de producción de alimentos, ya estaban en crisis antes de que se impusiera cualquier sanción sectorial”.
“El Gobierno ha tratado de imponer una hegemonía comunicacional imponiendo su propia versión de los hechos y creando un ambiente que restringe los medios de comunicación independientes”.
“El Gobierno, así como las instituciones controladas por el Gobierno han aplicado leyes y políticas que han acelerado la erosión del estado de derecho y el desmantelamiento de las instituciones democráticas, incluyendo la Asamblea Nacional”.
“Sucesivas leyes y reformas legislativas han facilitado la criminalización de la oposición y de cualquier persona crítica al Gobierno mediante disposiciones vagas, aumentos de sanciones por hechos que están garantizados por el derecho a la libertad de reunión pacífica, el uso de la jurisdicción militar para personas civiles, y restricciones a ONGs para representar a víctimas de violaciones de los derechos humanos”.
“El ACNUDH considera que existen motivos razonables para creer que se han cometido graves violaciones de los derechos económicos y sociales, incluidos los derechos a la alimentación y la salud, en Venezuela”. “Miles de personas, principalmente hombres jóvenes, han sido matadas en supuestos enfrentamientos con fuerzas estatales en los últimos años. Existen motivos razonables para creer que muchas de esas muertes constituyen ejecuciones extrajudiciales perpetradas por las fuerzas de seguridad, en particular las FAES”.
Y paremos de citar.
Sobre este categórico Informe ya veremos llover críticas rebuscadas o disparatadas de quienes enceguecidos por sus obsesiones y la terquedad, no reconocerán su enorme pifia al opinar con base en absurdos prejuicios. Cuestionarán que Bachelet no pida una intervención militar o no insulte a los tiranos y que se limite a comportarse dentro de los cánones establecidos en la organización a la que pertenece. Ciertamente, la imbecilidad política no tiene limites.    


El documento, obviamente, será blanco de las invectivas del régimen, pues lo desnuda tal y como es en su horror. Que lo avale con su firma una persona conocida por ser de izquierda no tiene precio.  Más allá del uso que otras instituciones internacionales puedan hacer de él, queda ya asentada y reafirmada, oficialmente, y sin lugar a dudas, la naturaleza ilícita y repugnante de un régimen despótico.   

Si este Informe es complaciente o favorable a la tiranía militar –civil chavista, que baje Dios y lo diga.