martes, 31 de enero de 2012


MONSTRUOSIDAD


Emilio Nouel V.


Reflexionando sobre asunto tan grave como el de la locura de tolerar y presentar en público a unos niños armados de rifles de asalto kalashnikov en el barrio 23 de Enero de Caracas, recordé que un pensador europeo hacia finales de los años treinta del siglo pasado ya había señalado como característica fundamental de los gobiernos autoritarios nazi-fascistas su culto por la violencia.

                        


El profesor francés Raymond Aron en un ensayo titulado “Las religiones seculares” describía a las elites dirigentes de los regímenes de Alemania  e Italia como violentas, compuestas de seudo-intelectuales o aventureros, cínicas, eficaces y espontáneamente maquiavélicas. Y agregaba a la caracterización de estos sistemas: “las instituciones y la diplomacia están al servicio de la voluntad de poder de estas elites: autoridad tiránica en el interior, expansión sin límite al exterior." 
Recuerda también Aron, citando a Vilfredo Pareto, que lo que determina la naturaleza de un régimen político es el carácter de su elite (entendido este término en este caso, en un sentido psicosocial), y que existen esencialmente dos tipos de políticos: el parlamentario, que negocia y se acuerda con los competidores o adversarios, y el político que desprecia aquellos modos civilizados, "burgueses", de la política y se inclina por la violencia.
Esta elite, dice Aron, “está menos caracterizada por el hecho de que se recluta en la pequeña burguesía y antiguas clases populares que por el hecho de que se compone de hombres que tienen un gusto por la violencia, digamos, el gusto por la autoridad empujada hasta la violencia, y que poseen por excelencia una técnica, la de la acción sobre los hombres.”
Y ciertamente, estos regímenes políticos revolucionarios, desprecian las virtudes de las democracias que pretenden destruir: el respeto a la persona, a las ideas y la autonomía personal y cultivan las “virtudes” del carácter militar y de la acción. Con su proceder, persiguen que los ciudadanos se deshabitúen de las virtudes democráticas, principalmente, del consentimiento necesario en todo sistema de libertades.
Mutatis mutandi, en nuestro país se reproduce una conducta similar de parte de quienes gobiernan.
Cuando vemos a unos niños inocentes armados de rifles de asalto por unos políticos extraviados, inspirados en ideologías demenciales, no podemos menos que escandalizarnos y repudiar ese delito flagrante perpetrado al luz del día. ¿Cómo es posible que padres y madres, maestros y gobernantes puedan permitir semejante monstruosidad?
¿Es que acaso ésa es una conducta extraña a la élite que nos gobierna?
¿Es mentira que el gobierno de Venezuela actual  glorifica al asesino que fue el Che Guevara, al narcoterrorista Tirofijo o a los que tomaron las armas contra la democracia en los años sesenta o violentaron las leyes y la Constitución en los golpes de Estado de 1992? ¿Qué hacían allí un diputado del PSUV y un militar uniformado cohonestando tal salvajada?
Pues, no. El que ocurran hechos criminales como el de niños armados es una consecuencia lógica de una visión de la vida y de la política que exalta la violencia como forma de resolver nuestras diferencias.
Que no vengan ahora los que han alimentado el odio y estimulado desde el gobierno la violencia durante más de una década, a rasgarse las vestiduras condenando lo sucedido en el 23 de Enero. Basta hacer un recorrido por el discurso que se ha emitido desde las alturas del poder para confirmar la reiterada apelación a un lenguaje virulento, que atiza los  resentimientos y los enfrentamientos entre clases sociales, que legitima el uso de los medios bárbaros para dirimir las diferencias o resolver los problemas sociales.
No sería aventurado afirmar que el rechazo que hacen las autoridades del partido de gobierno de la utilización perversa de estos niños, más allá de la disonancia cognitiva que evidencia, se haga por conveniencia y cálculos político-electorales.
Cuando el gobierno se prepara para celebrar el repudiable golpe de estado del 4 de Febrero, no hace sino reiterar su vocación violenta, su adicción a las vías de hecho en política. ¿Qué diferencia hay entre esta también monstruosidad política con la que hacen ahora con esos niños indefensos?

EMILIO NOUEL V.


Email: emilio.nouel@gmail.com
Twitter: @ENouelV


miércoles, 25 de enero de 2012


CHILE: NUEVO FICHAJE DEL G-20

Emilio Nouel V.

Hace algún tiempo escribí unas líneas en las que subrayaba la entrada de dos países latinoamericanos al club de las grandes ligas del planeta.
Decía allí que Brasil y México habían dado el salto a una “instancia” mundial en donde se cocinan importantes decisiones económicas y políticas con repercusiones globales. (“Brasil y México: interlocutores y competidores planetarios”, en Analítica.com)

               

Añadía que el ejemplo de estas 2 naciones y sus gobiernos, en materia de logros económicos,  cooperación e integración, podía convertirse en una fuerza vigorosa de equilibrio mundial y hemisférico que encauce a todo el continente por rutas de progreso, modernidad, bienestar de las mayorías y paz.
Hoy, ambos países son miembros permanentes del G-20 y las opiniones de sus representantes son oídas en este espacio cooperativo y de coordinación. Las cifras económicas dicen mucho lo que han avanzado, a pesar de las dificultades internacionales recientes, la cuales, en el caso de México, son menos satisfactorias por su estrecha relación con EEUU, país que ha sido muy golpeado por la crisis financiera.
El Grupo de los 20 es un foro de cooperación y consultas que procura la estabilidad de los asuntos económicos y financieros mundiales. En él están países desarrollados y emergentes. Desde Arabia Saudita, pasando por Indonesia y Australia, hasta Turquía y Sudáfrica. Otro país latinoamericano que lo integra es Argentina.
Este foro, a partir del Grupo de los 7, ha ido creciendo en número de países, en la medida en que han irrumpido en la escena internacional nuevos actores estatales que han comenzado a romper las cadenas del atraso económico y social. En él, poco a poco, se ha ido expresando la multipolaridad que hoy es una de las características más relevante de las relaciones globales.
Las cifras últimas, por ejemplo, en materia de comercio exterior (Informe sobre el comercio mundial 2011, OMC) indican que los países emergentes y en vías de desarrollo han alcanzado una mayor participación en el total mundial. El año pasado las exportaciones de estos países aumentaron un 17 % mientras que las de países desarrollados un 13 %. Lo cual dice del protagonismo ascendente de los países emergentes en este tipo de reuniones, antes más exclusivas. 
El país que para la próxima reunión del G-20 ha sido invitado es latinoamericano: Chile. Este gesto denota y anuncia buenas cosas. Es un reconocimiento a sus éxitos como nación. Ya forma parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) desde 2010. Pero también lo coloca en el centro de las decisiones de  gran envergadura que habrán de tomarse en el futuro.
Con esta invitación a la reunión de Ciudad de Los Cabos en México (18 y 19 de Junio), Chile, como lo subraya su actual Ministro de Hacienda, Felipe Larraín, recibe un premio a su manejo económico de las últimas décadas.
Y en efecto, este país ha mantenido en los últimos años un crecimiento promedio del PIB del 4%.  En la actualidad muestra un PIB per cápita de aproximadamente 16.000 dólares. Tiene el índice de desarrollo humano más alto de la región (0,805); una inflación de alrededor 2,6 %. Sus exportaciones se han ido diversificando (45% industriales, 45% mineras y 10% agrícolas) y se dirigen a los mercados de EEUU, China, Brasil, Japón, Corea del Sur, entre otros. En 2011, de un monto aproximado de   68.000 millones de dólares,  el 64% de ellas se concentraron en China, EEUU, Japón y Unión Europea. 10 años antes, el monto fue cuatro veces menor: de 17.000 millones. (SICEX, ALADI)
En libertad económica, Chile está en los puestos más altos, octavo en 157 países (Heritage Foundation). En materia de corrupción su puntuación es de 7,2 en una escala del 1 al 10 en que 1 es el más corrupto (Transparency International). En competitividad, su puntaje es de 4,7 en una escala de 1 a 6, en la que 1 es el menos competitivo (Foro Económico Mundial).
Por lo que respecta  a su inserción internacional, es de destacar que la estrategia comercial seguida por este país lo ha llevado a abrirse sin complejos a los cuatro vientos.
Es miembro asociado de la CAN y Mercosur, condición que le permite mayor libertad a la hora de establecer los compromisos económicos internacionales. Pertenece al Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), área geográfica hacia la cual está gravitando la economía mundial. Ha suscrito acuerdos de libre comercio con la Unión Europea, Canadá, Colombia, China, Japón, México, India, Corea del Sur y EEUU, entre otros. Y el año pasado firmó el Acuerdo del Pacífico con Perú, Colombia y México, llamado “Arco del Pacífico”, cuya potencialidad económica y valor geopolítico veremos en los próximos años.
Esta orientación exitosa de su política exterior comercial, concretada en el marco de una diplomacia de Estado, ha colocado a Chile en un sitial envidiable. Los gobiernos de distinto origen ideológico que han pasado por La Moneda, en lugar de torcer el rumbo de las políticas económicas y su estrategia internacional, las han reafirmado, creando un entorno nacional propicio para las inversiones nacionales e internacionales y sus relaciones con el mundo, todo lo cual ha conducido a que los índices señalados más arriba sean una realidad palpable para propios y extraños.
Chile está cosechando los triunfos que se derivan del esfuerzo y la perseverancia de su pueblo y de sus líderes. Tiene aún problemas sociales que resolver, pero vistos a la luz de la trayectoria cumplida, con seguridad los superarán en el marco de un entorno institucional democrático y de libertades plenas. Al igual que han vencido las adversidades que los embates de la naturaleza han puesto en su camino.
Entrar en el G-20 es un reconocimiento merecido a la trayectoria de un país que en nuestra región ha estado marcando pautas que pueden ser muy útiles y provechosas a los demás. No queda otra que regocijarse por esta muy buena noticia que nos viene del vecindario y de un país hermano con el cual nos unen fuertes lazos históricos y afectivos.

EMILIO NOUEL V.


emilio.nouel@gmail.com

@EnouelV

  


jueves, 19 de enero de 2012


PRESIDENTE: ¡LE TOMAMOS LA PALABRA¡


Emilio Nouel V.


Los demócratas de verdad no andamos pregonando todo el tiempo nuestro apego irrestricto a las libertades públicas y las reglas de juego en la competencia por el poder contenidas en nuestro ordenamiento jurídico. Nuestra vocación democrática es clara, y nos conocen suficientemente.
De modo que no tenemos porqué estar proclamando al mundo a cada instante que respetamos el Estado de Derecho y la institucionalidad republicana. Con nuestro proceder cotidiano, de manera implícita, los reafirmamos de manera sincera, sin dobles discursos y fingimientos calculados.




Los principios y reglas de juego constitucionales, así como las leyes, son sagrados para nosotros, independientemente de que podamos estar o no de acuerdo con normas en vigor, legítimas o no. Eso significa respeto por la opinión mayoritaria y la aspiración de convivir en paz. Es nuestra apuesta política irrestricta por la civilidad y la modernidad de cara a la barbarie representada por el monstruo del despotismo.
Allá aquellos que necesitan para sus fines inconfesables declarar hipócritamente su adhesión a la democracia. Son los que se disfrazan, mientras subterránea o abiertamente la socavan, pisotean o la pervierten, destruyendo instituciones que han costado años, lágrimas y sangre. Estos sí precisan que no los vean como lo que son en el fondo: unos tiranos, expresión de la barbarie. Por eso se transforman en mansos corderitos, pretendiendo engañar incautos, y hasta llegan a decir que entregaran el poder si pierden en las elecciones.
Recientemente, hemos observado en nuestro país a voceros del gobierno y al mismo Presidente de la República, hacer llamados insistentes a la oposición a que nos pronunciemos sobre si en caso de ganar ellos las elecciones, nosotros acataríamos ese hipotético resultado electoral.
¡Como si no lo hubiéramos hecho¡ Incluso en aquellos casos que no han quedado muy claros los números electorales.
¿A qué viene tanta insistencia, sobre todo, de quienes han desconocido en la práctica los efectos de los resultados, valiéndose de artimañas supuestamente jurídicas, inconstitucionales, para suprimir o bypassear competencias de entes gubernamentales como es el caso de la Alcaldía Mayor de Caracas?
¿Quiénes si no los del gobierno han sancionado leyes desnaturalizando los principios constitucionales, desconociendo la voluntad popular expresada en votos, como ocurrió con el rechazo a la reforma constitucional en 2007?
Deben ser recordados estos hechos a nuestra frágil memoria cuando nos piden que expresemos nuestro acatamiento a lo que resuelva el pueblo en elecciones.
¿Ha acatado el gobierno tales resultados?
Sr. Presidente: ¡Claro que sí¡  Aceptaremos el resultado que salga de unos comicios que se hayan realizado limpiamente. Pero tenga por seguro que si aquel es trampeado, si no se corresponde con lo que arroje realmente el escrutinio, no vacilaremos en denunciarlo aquí y en el planeta, y ejerceremos las acciones políticas y legales a que haya lugar. No tenga la menor duda.
De modo pues, que comience, señor Presidente, a prepararse a hacer una campaña de conformidad con las normas legales del país, por el bien de todos, ya que de lo contrario, lo denunciaremos y lo impugnaremos.
Sabemos, sin embargo, que se aprovechará de los recursos del Estado, que no deberían estar al servicio de sus ambiciones políticas personales sino de los venezolanos en general. Este ventajismo lo denunciaremos cuanto sea necesario, porque es violatorio de las leyes de la República. Eso no tiene otro nombre que corrupción administrativa y usted lo sabe.
Sabemos que dilapidará los fondos del Estado para comprar conciencias y votos. Veremos un derroche de los dineros públicos exacerbado, grosero, una flagrante infracción de las leyes que a usted le tendrá sin cuidado. Como, igualmente, no le importará la lesión grave que significará para la ya relajada moral pública, esa conducta reprochable.     
No será nada nuevo para nosotros. Será la reiteración de un proceder repugnante, repudiable, que combatiremos, téngalo por seguro. No esperamos que un CNE dominado por sus subordinados haga nada al respecto; de nuevo se hará de la vista gorda. Quedará para la historia esa deshonra.
Estaremos allí, eso sí, contando los votos. Es lo que más nos interesa. A pesar de la campaña ventajista, corrupta, inmoral e ilegal que usted hará, señor Presidente, defenderemos el respaldo que las fuerzas democráticas y su candidato presidencial obtengan del pueblo venezolano.
Usted ha dicho en estos días que corren que entregará el poder si pierde. Es bueno que lo diga y lo repita hasta la saciedad, y, además, se lo haga saber a sus seguidores civiles y militares, porque eso será así, quiéralo o no. Particularmente, refrésqueselo a su nuevo Ministro de la Defensa, tan en descrédito aquí y afuera, no vaya a ser que se le salga del carril y cometa algún disparate que lamentar. Ya lo hizo una vez, amenazando con ejecutar un golpe de estado si ganara la lección alguien distinto a usted.
En todo caso, esperamos que usted tenga bajo control a esa gente, aunque cada día que pasa la duda sobre su liderazgo indiscutido se nos reafirma. En cualquier caso, no creo que estos extraviados milicos vayan en contra de la mayoría de su institución.
Señor Presidente: Somos demócratas y respetuosos de las instituciones. Estamos convencidos que usted no lo es. No obstante, esperamos que cuando llegue la hora de la despedida, usted y su gente se comporten como es debido, y le ahorren a los venezolanos cualquier situación que podamos lamentar todos. Le tomamos la palabra¡

@ENouelV

martes, 10 de enero de 2012


CRECE LA INSEGURIDAD PARA LAS


INVERSIONES EXTRANJERAS



Emilio Nouel V.

¡Qué manera de destruir la imagen de nuestro país¡ De nuevo el presidente Chávez mete la pata hasta el fondo. Es una fuente inagotable de  desaguisados. Una vez más yerra, no sólo desde el punto de vista jurídico, sino también, y peor, desde el ángulo de la política internacional.
Su última ocurrencia es insólita. El presidente se reafirma en su deriva irracional de dañar la imagen y credibilidad del país cuando declara frente a la controversia que provocó innecesariamente con la EXXON-MOBIL, que no reconocerá decisión alguna del Centro Internacional de Arreglo de diferencias relativas a Inversiones (CIADI o ICSID), ente éste que forma parte del Banco Mundial.
En su ignorancia, cree  Chávez que con amenazar o con salirse de la CIADI, los procedimientos que ya están en curso, como es el de la referida empresa, quedarían sin  efecto y/o liberarían al Estado venezolano de sus compromisos internacionales. Como si la inseguridad jurídica que él ha implantado en Venezuela pudiera ser trasladada al ámbito mundial, sin que tenga tal conducta impropia alguna consecuencia jurídica y patrimonial para nuestro país.

                                


Desde 2007 viene diciendo que denunciará el Convenio CIADI, pero hasta la fecha no lo ha concretado.
"Nos amenazan, tenemos que salirnos, y no reconoceremos decisión alguna del CIADI, pretenden lo imposible", truena el gamonal. Para los venezolanos, nada nuevo en lo dicho; ya estamos habituados a sus arbitrariedades y violaciones al Estado de derecho, y las empresas nacionales y extranjeras, al acoso y a las “expropiaciones” caprichosas.
¿Se le habrá ocurrido a Chávez reflexionar apenas un momento ante tamaño desatino? ¿Calibraría al menos un poco las graves consecuencias que tal declaración tendría, no sólo para el caso en cuestión, sino también para el resto de los convenios y contrataciones vigentes y futuras  de la República y sus empresas?
Pues claro que no. Es demasiado pedir a un gobernante irresponsable y descocado, que no mide el daño que inflige a la Nación con su conducta torpe y abusiva.
Como se sabe, el CIADI está regulado por un convenio en vigor desde 1966, del cual Venezuela es parte. El Banco Mundial promovió este instrumento con el propósito de facilitar el sometimiento de las diferencias relativas a inversiones entre Estados Contratantes y nacionales de los otros estados contratantes, a un procedimiento de conciliación y arbitraje. En la actualidad, 157 países son miembros de este convenio.
Los árbitros de este centro son personas escogidas porque gozan “de amplia consideración moral”, tienen “reconocida competencia en el campo del Derecho, del comercio, de la industria o de las finanzas” e inspiran “plena confianza en su imparcialidad de juicio”.
Los países que se han sometido a este procedimiento están comprometidos a acatar los laudos que se dicten.
Ahora bien, el hecho de pertenecer al convenio no obliga a los países miembros a someterse a ese arbitraje siempre. Cada país tiene la potestad de excluir sus contratos de este mecanismo. Pero una vez que una cláusula contractual lo contemple, las partes deben acatar la decisión tomada en tal jurisdicción en la eventualidad que se recurra a ella.
Ahora bien, el presidente Chávez ha anunciado que nos saldremos del CIADI y señalado que no acatará una decisión de él, a pesar de que aún somos miembros. Al respecto, debemos recordarle que el artículo 71 establece que “Todo Estado Contratante podrá denunciar este Convenio mediante notificación escrita dirigida al depositario del mismo. La denuncia producirá efecto seis meses después del recibo de dicha notificación”.
Es decir, que independientemente de que denunciemos el convenio, éste permanecerá vigente el tiempo señalado.


                         

Por otro lado, el artículo 72 expresa que la notificación de la denuncia “no afectará a los derechos y obligaciones, conforme a este Convenio” que hayan nacido con anterioridad a aquellaO lo que es lo mismo, el gobierno venezolano o sus empresas no podrán desconocer los derechos y obligaciones asumidas en contrataciones previas a esa fecha.
Por tanto, la amenaza que profiere Chávez podrá ejecutarla “a la machimberra”, pero desde el punto de vista jurídico no tendrá ningún asidero. Los laudos del CIADI tienen carácter vinculante. De modo que los bienes venezolanos en el extranjero serán potencialmente susceptibles de cualquier medida judicial en caso de que se desconozcan tales decisiones, todo gracias a la conducta absurda, inepta y lesiva a los intereses nacionales que ha mostrado el presidente al despojar a empresas de sus bienes sin pagar las justas indemnizaciones.
Pero el problema no se queda en el asunto de la EXXON-MOBIL. Resulta que en los convenios bilaterales de protección y promoción de las inversiones suscritos con varios países, se incluye una cláusula de arbitraje  que remite expresamente al CIADI. Estos acuerdos son reconocidos en la Ley de Promoción y Protección de Inversiones.
En los acuerdos con Argentina, Canadá, Ecuador, España, Holanda, Paraguay, Portugal, Reino Unido, Uruguay y Suiza, se incluye el arbitraje del CIADI como alternativa. Incluso, en el de Brasil, que a pesar de  no ser miembro de ese convenio, lo ha utilizado también (casos Finlandia, Chile y Holanda) 
¿Chávez va a desconocer los compromisos con los inversionistas de todos estos países que confiaron en Venezuela?
Por otro lado, y en relación con el tema del valor de indemnización de las inversiones, en los acuerdos con Rusia y Bielorrusia (2008), se contempla también la posibilidad de arbitraje y establece que en caso de expropiaciones o nacionalizaciones, las indemnizaciones se pagarán de acuerdo con el valor de mercado de las inversiones que se vean afectadas por esas medidas.
¿Va a alegar el gobierno venezolano que el valor de compensación de las inversiones expropiadas es el de libros cuando reconoce el de mercado en los últimos convenios (cláusula de la nación más favorecida)?
Si es enorme el daño que a lo interno está haciendo el déspota de Miraflores a nuestro país, mucho mayor es el que genera con su conducta internacional atrabiliaria y desconocedora de la legalidad. Ésta ha convertido a Venezuela en territorio inseguro para la inversión extranjera, causándole así un gran perjuicio a la economía. Y denunciar el convenio de CIADI reducirá aún más la credibilidad en el país. Con esto espantaríamos a la inversión, pues ésta no tendría garantía en la materia de solución de las controversias que pudieren presentarse.
No faltará alguien por allí que por decir uno estas cosas se nos acuse de traidor a la Patria o qué se yo, como si en tanto que venezolano deba obligatoriamente solidarizarme con los disparates de un gobierno irresponsable. Vendepatria es el que expone los bienes de la República en riesgo de perderlos, como lo ha estado haciendo el presidente Chávez, no sólo dilapidando el patrimonio colectivo con países extranjeros para sostenerse en el poder, sino también tomando acciones  perniciosas que luego se revierten contra los intereses nacionales, verbigracia, los casos de EXXON-MOBIL y otras empresas.
Enderezar estos entuertos es parte de la gran tarea que habrá de acometer el próximo gobierno. Afortunadamente, el tiempo se acorta para que llegue.

EMILIO NOUEL V. 


sábado, 7 de enero de 2012