sábado, 28 de mayo de 2011

FUNDAMENTACIÓN JURÍDICA DE LAS SANCIONES CONTRA IRÁN


Las sanciones adoptadas por EEUU respecto de la empresa venezolana PDVSA, deben ser analizadas en el contexto más amplio de las acordadas por el Consejo de Seguridad de las NNUU (CS) a Irán.

Es suficientemente conocido que la tiranía teocrática que sojuzga al pueblo iraní desde la caída del Sha en 1979, ha sido objeto de un número importante de sanciones emitidas en el marco de la normativa multilateral de las Naciones Unidas.

Las razones de tales medidas son muy sabidas también. Las sospechas bien fundadas de que ése país encubre un plan militar para obtener el arma nuclear detrás de un programa supuestamente de naturaleza civil han generado las decisiones mencionadas. La conducta violatoria de los tratados sobre no proliferación de armas nucleares y la contumacia en no corregirla, ha provocado que el CS (EEUU, Reino Unido, China, Rusia, Francia y otros paises), con base en los informes presentados por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), haya adoptado las mencionadas decisiones.

Contra Irán han sido aprobadas las Resoluciones 1696 (2006), 1737 (2006), 1747 (2007), 1803 (2008), 1835 (2008) y 1887 (2009) y 1929 (2010).

Estas resoluciones, a medida que Irán ha hecho caso omiso de ellas y continuado la construcción de la planta de enriquecimiento de uranio de Qom, se han vuelto más amplias, restringiendo progresivamente su margen de maniobra en muchos de los aspectos de las relaciones económicas, financieras y políticas de ese país.

Ahora bien, ¿de qué manera están obligados los países miembros de la Organización de NNUU en el acatamiento y ejecución de medidas cónsonas con aquellas Resoluciones?

¿Tendrían efecto tales medidas si los países miembros, los llamados y obligados a respetarlas, no tomarán medida alguna?

Obviamente, las Resoluciones onusianas no tendrían sentido, serían inefectivas, si sus miembros no aplican las sanciones correspondientes. De allí que aquellas tengan que concretarse en acciones que afecten los intereses de Irán con el único propósito de que modifique su conducta y se avenga al cumplimiento de la normativa internacional sobre la materia de no proliferación armas nucleares.

Por ejemplo, la última de las resoluciones (1929), establece el bloqueo de transacciones financieras, la prohibición de entrada de personas vinculadas a los programa nucleares iraníes y la inspección de cargas sospechosas enviadas por mar o aire al país persa, entre otras.

Como muestra, podemos traer a colación varios textos de la resolución:

El CS “Decide que todos los Estados deberán impedir el suministro, la venta o la transferencia al Irán, en forma directa o indirecta, desde su territorio o a través de él, por sus nacionales o personas sujetas a su jurisdicción o utilizando buques o aeronaves de su pabellón, e independientemente de si tienen o no origen en su territorio, de carros de combate, vehículos blindados de combate, sistemas de artillería de gran calibre, aeronaves de combate, helicópteros de ataque, buques de guerra, misiles o sistemas de misiles, como se definen a los efectos del Registro de Armas Convencionales de las Naciones Unidas, así como de material conexo, incluidas piezas de repuesto, o los artículos determinados por el Consejo de Seguridad o el Comité establecido en virtud de la resolución 1737 (2006) (“el Comité”). Decide también que todos los Estados deberán impedir el suministro al Irán, por sus nacionales y desde su territorio o a través de él, de capacitación técnica, recursos o servicios financieros, asesoramiento y otros servicios o asistencia relacionados con el suministro, la venta, la transferencia, el abastecimiento, la fabricación, la conservación o la utilización de esas armas y materiales conexos, y, en este contexto, exhorta a todos los Estados a que se mantengan vigilantes y sean prudentes respecto del suministro, la venta, la transferencia, el abastecimiento, la fabricación, la conservación y la utilización de las demás armas y materiales conexos”

El CS decide igualmente, queel Irán no deberá llevar a cabo actividad alguna relacionada con misiles balísticos capaces de transportar armas nucleares, incluidos los lanzamientos que utilicen tecnología de misiles balísticos, y que los Estados deberán adoptar todas las medidas necesarias para impedir la transferencia al Irán de tecnología o asistencia técnica en relación con esas actividades.”

Por otro lado, dispone que las medidas restrictivas señaladas en las resoluciones, “deberán aplicarse también” a “las personas, entidades, empresas, a cualquier persona o entidad que actúe en su nombre o bajo su dirección; a las entidades que sean de propiedad o estén bajo el control de esas personas, incluso por medios ilícitos, y a cualesquiera personas o entidades que, según determinación del Consejo o el Comité, hayan ayudado a las personas o entidades designadas a evadir las sanciones impuestas en la presente resolución y en las resoluciones 1737 (2006), 1747 (2007) o 1803 (2008) o a infringir lo dispuesto en ellas.”

Estos actos jurídicamente obligatorios para todo miembro de NNUU, están fundamentados en los tratados vigentes, particularmente, en el artículo 41 del capítulo VII de la Carta de NNUU, el cual establece que “El Consejo de Seguridad podrá decidir qué medidas que no impliquen el uso de la fuerza armada han de emplearse para hacer efectivas sus decisiones, y podrá instar a los Miembros de las Naciones Unidas a que apliquen dichas medidas, que podrán comprender la interrupción total o parcial de las relaciones económicas y de las comunicaciones ferroviarias, marítimas, aéreas, postales, telegráficas, radioeléctricas, y otros medios de comunicación, así como la ruptura de relaciones diplomáticas.”

Dicho lo anterior, cuando EEUU, la Unión Europea o cualquier país legislan o aplican medidas o sanciones en acatamiento de su propio ordenamiento jurídico soberano o en concordancia con las referidas disposiciones internacionales, no lo estarían necesariamente haciendo, a mi juicio, de forma arbitraria o unilateral; a menos que tal legislación nacional, medida o sanción vaya más allá del alcance de aquellas.

En el caso de EEUU, ciertamente, las sanciones adoptadas contra varias empresas, no contra países, se fundamentan en una ley nacional. Éstas son: Iran Sanctions Act (ISA) de 1996, la cual es luego modificada por la Comprehensive Iran Sanctions, Accountability, and Divestment Act (CISADA) de 2010.

Ciertamente, la ley ISA es anterior a las resoluciones del CS. Pero la CISADA es aprobada en vigencia de las sanciones del mencionado organismo multilateral, y en su exposición de motivos se hace referencia expresa a las violaciones al Tratado de no proliferación de armas nucleares y a las decisiones del CS, lo cual coloca a la sanción de EEUU a PDVSA en el marco jurídico general de Derecho Internacional.

Por otro lado, las autoridades norteamericanas han expresado que al imponer tales penalizaciones están “enviando un claro mensaje a las compañías alrededor del mundo: aquellas que continúen apoyando irresponsablemente al sector energético de Irán o ayuden los esfuerzos de éste a evadir las sanciones enfrentarán significativas consecuencias.” (James Steinberg, Sub-Secretario de Estado)

Respecto de PDVSA, el Departamento de Estado señaló que al menos 2 embarques de gasolina fueron enviados a Irán entre Diciembre de 2010 y Marzo de 2011, valorados en 50 millones de dólares. Estas operaciones son penadas según la ley norteamericana referida. Por tanto, PDVSA, al igual que las otras empresas sancionadas, no podrá hacer un conjunto de operaciones con el Estado norteamericano. De modo que así como PDVSA está en libertad de comerciar con quien quiera, EEUU tiene el mismo derecho de regular y/o sancionar empresas que operen en su territorio; de allí que resulte fuera de lugar cuestionar o no la sanción.

Se podría discutir esta medida porque se apoya en una ley nacional estadounidense (CISADA), pero no podemos negar a EEUU ni a otro país su facultad para emitir las leyes que a bien tengan hacer. No obstante, como lo hemos visto, la de aquel país está en concordancia con las Resoluciones de NNUU.

Lo que queda claro de estas disposiciones internacionales es que los gobiernos, empresas y personas que no adecúen su conducta a ellas, potencialmente son susceptibles de ser penalizadas.

De modo pues, que a los gobiernos responsables y respetuosos del Derecho Internacional les corresponderá actuar en consecuencia, a los fines de preservar los intereses de sus países, empresas y ciudadanos.

EMILIO NOUEL V.

jueves, 26 de mayo de 2011

SANCIONES A PDVSA, ARROGANCIA IMPERIALISTA Y DEMAGOGIA PATRIOTERA


En relación con las sanciones que EUU acaba de imponer a un grupo de empresas de varios países, entre ellas PDVSA, se ha desatado una polémica en nuestro país, que, por cierto, no observamos en otros.

En Venezuela se ha dado con cierta intensidad por la obvia importancia que tiene para nosotros; es nuestra gallina de los huevos de oro, de la que dependemos todos.

Frente al asunto no debía extrañar la posición aspavientosa asumida por el gobierno; es proverbial su obsesión antiamericana, y conocida su capacidad para manipular a su favor cualquier situación de éstas, exacerbando el patrioterismo irracional.

No hay discurso, declaración o manifestación cualquiera del presidente venezolano y sus fieles, en la que no esté presente un ataque o condena al demoníaco imperialismo yanqui. Hasta risibles denuncias hemos oído; como aquella en la que el terremoto de Haití habría sido provocado por un arma secreta de la marina de EEUU. Similar a la que en estos días hizo el hermano de Chávez, el tirano teocrático Ahmadinejad, al afirmar que los europeos impiden que la lluvia llegue a su país con manipulaciones de las nubes.

Pero volvamos al asunto de las sanciones y cómo han sido valoradas por las fuerzas políticas y ciertos opinadores.

En primer lugar, hay que decir que las sanciones van dirigidas contra empresas de los Emiratos Árabes, Singapur, Israel y Mónaco. El objetivo de la sanción, según voceros del Departamento de Estado, es ejercer una “presión acentuada sobre Irán para que respete sus obligaciones internacionales”. Por cierto, el año pasado 9 empresas fueron penalizadas por las mismas razones, y entonces no se incluyó a PDVSA. Con esta conducta, EEUU es consecuente con decisiones tomadas en varias oportunidades en instancias multilaterales internacionales (Consejo de Seguridad de NNUU).

En segundo término, debemos recordar aquí que el 23 de los corrientes, un día antes de la sanción norteamericana, la Unión Europea también sancionó a 100 empresas sospechosas de estar ligadas al programa nuclear y balístico iraní, todo de conformidad con las referidas decisiones de las NNUU.

En tercer lugar, no hay que olvidar que son Alemania, China, EEUU, Reino Unido y Rusia los que tienen fundados indicios de que Irán, bajo la cobertura de un programa civil, esconde el objetivo de hacerse con el arma nuclear; de allí que hayan sido emitidas tales sanciones.

En cuarto lugar, es de destacar que en virtud de tales medidas contra Irán, las petroleras Shell, Reliance, Q8, Petronas y Total, entre otras, no han vendido más productos refinados a ese país. Por su parte, la aseguradora Lloyds ya no asegura navíos de productos petroleros relacionados con entregas a Irán.

En quinto lugar, y violando las mencionadas disposiciones onusianas, el gobierno venezolano ha realizado algunos acuerdos y operaciones oscuras con el gobierno de Irán, que han encendido las justificadas alarmas en la comunidad internacional.

Es en este contexto en el que se sanciona a la petrolera venezolana.

Algunos han dicho que los venezolanos, sin distingos, deberíamos condenar tales medidas contra “nuestro país”. Es la postura más simplista y primitiva. Pareciera que el dicho aquel –“el que le pega a su familia se arruina”- sería razón suficiente para el repudio colectivo nacional. Así, todos deberíamos salir al unísono y en ofrenda a la patria mancillada, a recitar aquel discurso del Cabito Castro: “La planta insolente del extranjero ha profanado el suelo sagrado de la patria…”.

Por otro lado, se ha señalado también que la medida debe ser rechazada por ser, como dice Teodoro Petkoff, “acto típico de arrogancia imperial, de la cual tanto trabajo les cuesta a los gringos desprenderse”. Petkoff erróneamente, a mi juicio, equipara la medida a las leyes Helms-Burton o Torricelli, que son leyes nacionales, y agrega que es una medida unilateral al estilo Bush en el caso de Irak y al margen de las NNUU, lo cual no es cierto.

A mi entender, las razones que subyacen a ambas posiciones son equivocadas.

En el primer caso, porque no todo lo que pueda hacer o dejar de hacer un venezolano o un gobierno nuestro en los ámbitos nacional e internacional, así sea condenable, puede contar con una solidaridad automática del venezolano. Así, la conducta de vergonzoso acompañamiento que hace Chavez con los tiranos más aborrecibles del mundo, no puede ser avalada por un venezolano de bien y responsable sólo por razones patrióticas o de identidad nacional.

Si PDVSA ha violado disposiciones legales y/o compromisos internacionales, atribuibles a gobernantes venezolanos incmpetentes y atolonfrados ¿debemos solidarizarnos automáticamente con ellos sin hacer otras consideraciones?

En el segundo caso, y consciente de la arrogancia proverbial de muchos gobernantes norteamericanos, no creo que la medida contra PDVSA haya sido por mera “arrogancia imperial”. Forma parte, como hemos dicho, de un conjunto de sanciones adoptadas en el seno de las NNUU, juridicamente obligatorias, y así las debemos entender. EEUU está siendo consecuente y acatando las decisiones de esta instancia mundial, no está haciendo nada contrario a ellas, independientemente de cual sea su intención. Igual lo está haciendo la Unión Europea ¿es arrogante también ésta?

Ahora bien, que Chávez y sus acólitos hayan utilizado esta decisión norteamericana como catapulta para su festival de patrioterismo irracional y nacionalismo barato, era de esperarse. Pero ¿Debemos caer en el juego de su chantaje patriotero?

¿No tiene la oposición democrática otra alternativa que la de seguir a la cola del patrioterismo chavista, dizque para no perder conexión con las masas?

¿Estamos tan mal que no disponemos las fuerzas democráticas de razones válidas para construir y trasmitir una postura propia, seria, responsable y no demagógica ante el país frente a lo ocurrido a PDVSA?

Porque, definitivamente, en este asunto no se trata de si se está o no con PDVSA, de si se es más o menos venezolano, o si EEUU es arrogante o no.

Lo central es que tenemos un gobierno irresponsable que pone en riesgo a nuestra principal industria al establecer vínculos estrechos e inconfesables con gobiernos indeseables, tiránicos, forajidos, promotores del terrorismo, y además sancionados, todo lo cual vuelve a aquella empresa susceptible de medidas como la que nos ocupa.

Caer en la trampa de la demagogia patriotera que nos pone el gobierno chavista, es un gran error politico, es más, de pedagogia politica.

Me dirán que no quedaba otro remedio, que los ciudadanos de a pie no entienden estas cosas complicadas, y que los oráculos de las encuestas recomiendan montarse en la onda más fácil del patrioterismo.

Si es así, mal estamos, incapaces de articular un mensaje distinto al anacrónico que ha estado imponiendo la barbarie roja estos años, y que lamentablemente, algunos de los que se supone nos van a sacar de esto, se empeñan en reforzar.

EMILIO NOUEL V.

lunes, 23 de mayo de 2011

CAMBIO EN ESPAÑA


La noticia del día es el arrollador triunfo del Partido Popular de España en las elecciones municipales y autonómicas. La democracia real se pronunció.
Lo que se esperaba, la derrota de los socialistas, se dio pero con creces.
La grave crisis financiera y el mal manejo de ella condujeron sin duda a este resultado desastroso para el PSOE. Tremenda paliza. Zapatero queda amoratado, y queda en terapia intensiva a la espera de su sustitución.
Y no era para menos. Alrededor de 20% de desempleados en incertidumbre respecto de su futuro inmediato, no vieron en el gobierno su solución, de allí que hayan votado en contra de los candidatos que representaban al gobierno nacional en aquellas instancias político-territoriales.
Esa daga que acaba de clavar profundamente el PP en el costado del gobierno de Rodríguez Zapatero, es probable que obligue a un llamado anticipado a elecciones, aunque Zapatero haya dicho que no lo hará.
Será muy difícil resistir esa presión que se incrementará a medida que pasen los días.
Ya veremos.
Mientras tanto los muchachos de la PLAZA DEL SOL continúan en su protesta, indignados, cuestionando el funcionamiento de la democracia española, haciendo sus pedimentos, no pocos de ellos, inviables y utópicos. Sus aspiraciones son muy discutibles y algunas justificadas, tienen todo el derecho de expresarlas. Me temo que irá languideciendo este movimiento, pasado el momento electoral que les permitió proyectarse, creando expectativas en algunos, incluso por estas tierras, que me parecieron exageradas. Deberían pensar en crear sus propios partidos políticos e incorporarse a la competencia política con todas la de la ley, en la democracia realmente existente en su país. Tienen un nicho, un mercado político que podrán explotar. Por lo pronto, tengo la impresión de que los indignados perjudicaron más al PSOE que a otros partidos. Lo preocupante de estos resultados es el ingreso a instancias parlamentarias (1300 concejales) de una organización que parece ser el brazo electoral de los terroristas de ETA: BILDU. Mala noticia ésta.

E. Nouel

martes, 17 de mayo de 2011

PERO ...¿QUÈ HICISTE DOMINIQUE?

Dominique Strauss-Kahn


El escándalo en que se ve envuelto eventualmente un personaje famoso siempre es noticia. Unos más que otros tienen repercusión social, el impacto dependerá del lugar que ocupen, de la naturaleza de la actividad que realicen, de la amplitud de su exposición pública, de si es nacional o internacional. No es lo mismo, por ejemplo, el caso de un artista de la farándula, que el de un sacerdote, un rector de universidad, un político de alto perfil o el de uno de esos que llaman líderes mundiales.

Escándalos como el de la Lewinsky con Clinton, o más viejos, pero no tan publicitados, como el John Kennedy con la Monroe, siempre los ha habido. A los latinoamericanos, tampoco nos han faltado escándalos de políticos, pasionales o delitos de corrupción.

Y el asunto se vuelve aún más grave si el involucrado es un figura de relieve que dirige una de las instituciones más importantes de la economía planetaria, sobre la cual recaen responsabilidades gordas en estos tiempos de crisis financieras aun no conjuradas.

Es el caso de Dominique Strauss-Kahn, director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional, acusado hoy de intento de violación y otros delitos por una camarera de hotel de la ciudad de New York.

Es un asunto que resulta difícil de no comentar, sobre todo por quienes dedicamos parte de nuestro tiempo a observar los acontecimientos que ocurren allende las fronteras de nuestro rincón patrio.

Aparte del asunto del supuesto delito cometido y las circunstancias que lo rodearon y de las lamentables consecuencias personales, el affaire tiene implicaciones que trascienden el hecho en sí; son golpes que reciben las instituciones, que deterioran el prestigio de ellas y rebajan su credibilidad, todo lo cual va en desmedro de las cruciales funciones que cumplen.

Straus Kahn ha estado al frente de un organismo al que le corresponde actualmente, entre otras menudencias, y en cooperación con otras instituciones internacionales y gobiernos, contribuir con el alivio o solución de la crisis financiera que ha sacudido a varios países europeos.

El FMI, como se sabe, ha sido muy cuestionado siempre por sus políticas y rigurosas “imposiciones” a países que han recurrido a él para obtener fondos en momentos difíciles de problemas de balanza de pagos o apremios en el pago de deudas. A pesar de haber sido creado por los gobiernos, quienes son sus accionistas, al fin de cuenta es un banco, y es lógico que exija a los deudores que se sometan a condiciones que garanticen la recuperación del préstamo otorgado. No obstante, ha sido demonizado por tirios y troyanos, aunque es justo reconocer que a veces las disciplinas requeridas a algunos países fueron muy gravosas, por no calibrar situaciones particulares y diferenciadas. Es justo también registrar que aquellas han sido flexibilizadas en los últimos años.

De allí que quienes dirigen este tipo de instituciones susceptibles de ser blanco de críticas, deban mostrar una conducta moral intachable, so pena de que al no cumplir con este requisito, la organización como un todo y su función social se vean afectadas negativamente. Y ya sabemos la papa caliente que tiene en las manos el FMI en estos días.

Debo confesar que el señor Strauss-Kahn siempre me pareció carismático y sentí simpatía por sus posiciones moderadas y racionales en un partido que en los últimos tiempos ha marchado sin brújula, atrapado en un torbellino de fuerzas enfrentadas, en donde un ala radical liderada por Segolene Royal, lo ha desconectado de las mayorías populares.

Strauss-Kahn transmitía la imagen de estadista serio. Las políticas que adelantó no sólo como Ministro en su país natal, sino también las que defendió y ejecutó en la responsabilidad de la que acaba de ser defenestrado, fueron acertadas. Aquel era un fuerte aval para competir en las próximas elecciones, pero esta posibilidad se le fue de las manos.

Con este lamentable episodio, se perjudica Francia, quien pierde un puesto importante de la institucionalidad internacional. Pierde su partido político, el socialista; ya no será candidato presidencial con posibilidades ciertas de triunfo.

Y sin duda, con estos casos escabrosos pierden también la política y los políticos.

miércoles, 4 de mayo de 2011

EL MILAGRO DE BIN LADEN EN VENEZUELA


Al fin capturaron al terrorista Bin Laden. Murió en su ley, abatido por su principal enemigo en la guerra que él provocó. Se requirió una década para dar con su paradero. A pesar de que se contó con el aparato de inteligencia más poderoso de la tierra, costó cumplir la tarea de represalia que EEUU se había fijado desde el principio.

Un gran alivio han sentido muchos norteamericanos, los familiares de las víctimas y los ciudadanos en general. Guste o no, se sienten reivindicados. El gobierno de Obama está complacido por la labor cumplida, y se anota un buen tanto, subió 9 puntos en las encuestas.

El presidente de Pakistán declara que su gobierno no brindó ningún apoyo a Bin Laden durante su estadía en ese país, lo que algunos dudamos, y el servicio de inteligencia pakistaní estaría avergonzado por no haber detectado la guarida.

Por su parte, el Consejo de Seguridad de la NNUU celebra el hecho y señala que se “marca un hito en la lucha común contra el terrorismo”. Los chinos dicen que es un gran acontecimiento y un paso adelante en la lucha internacional contra el terrorismo” Tony Blair advierte que “La lucha contra el terrorismo es ahora igual de urgente”; los Hermanos Musulmanes señalan que "EE UU debería ahora retirar sus tropas de Irak"; en Irán se preguntan por la “exactitud de la noticia”; el canciller de Irak dice “estamos encantados con la noticia”; el movimiento terrorista Hamas afirma que es “un asesinato de un guerrero árabe santo”; Arabia Saudita espera que esto sirva “para detener pensamientos desviados”; Sarkozy afirma que “La plaga del terrorismo sufre un fracaso histórico", mientras que el ruso Medveded sentencia que “los terroristas no pueden escapar de la venganza", y los rusos hoy anuncian que mataron al representante de Bin Laden en aquellas tierras.

Como se ve, las reacciones son variopintas.

Pero ¿Qué han dicho otros, sobre todo, los que engrosan la Corte de los Milagros de la izquierda internacional, cierta intelectualidad o los comeflores de siempre? ¿Cual ha sido la valoración que ha hecho el inefable gobierno revolucionario de Venezuela?

Allí toda suerte de declaraciones y elucubraciones se ha vertido en los medios; incluso, no podían faltar las de estirpe paranoico-conspirativa, muy populares en estos círculos y los que creen en complots extraterrestres o desconfían de que el hombre pisó alguna vez la Luna.

Alguna “especialista” declara que está convencida de que Bin Laden estaba muerto desde 2002, y que todo este espectáculo es una patraña que tiene como propósito incrementar la guerra en esa región. Algunos vuelven con la cantaleta del intervencionismo norteamericano y su actuación sumaria en este caso, que no es mentira. Otros se lamentan de que no le hayan respetado los derechos humanos al criminal terrorista, ni lo hayan tratado con la delicadeza del caso; algunos dudan que el terrorista abatido y echado al mar sea realmente él, y así observamos reacciones a cual más irreal y fantasiosa, condenatorias de la operación y/o de intelectuales pusilánimes, como dice un columnista español,

Pero ¿Qué nos dice al respecto el gobierno bolivariano lanzado desde ya a la campaña electoral?

Emitió un comunicado oficial sobre el tema. Allí afirma que la operación de captura y muerte de Bin Laden fue hecha sin el conocimiento de Pakistán. Llama la atención la aseveración cuando ni siquiera los pakistaníes han protestado por la acción.

Luego, de manera extraña e inverosímil, arremete contra Bin Laden llamándolo “sombrío personaje, entrenado y armado por las agencias de inteligencia estadounidenses durante los años 80”, quevolvió sus prácticas terroristas contra Estados Unidos en años posteriores, convirtiéndose en el mejor pretexto para desatar la guerra que hoy se prosigue contra los pueblos de Irak y Afganistán”.

Seguidamente, después de poner en duda la muerte del terrorista, exige que EEUU cese de inmediato la ocupación y violencia en Asia Central, y lo acusa de bárbaro e ilegal por sus métodos. Agrega que no se puede combatir al terror con más terror, ni a la violencia con más violencia, que debe respetarse la sacrosanta soberanía y remata, ¡oh sorpresa¡, solidarizándose con el pueblo de los EEUU, “especialmente con las familias de las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001, condenando el terrorismo y reiterando un supuesto compromiso con la paz.

Al leer este comunicado, un “poema”, toda una contorsión, una maroma, no pude sino pensar en ese grito por la paz y la concordia que hasta a los militares les ha dado por proferir en nuestro país. “Patria, socialismo o MUERTE¡ MUERTE, sí.

Y se me atravesó, asimismo, aquella celebre carta solidaria y afectuosa al hermano Carlos el Chacal, terrorista entre terroristas. Y me dio también por evocar los homenajes a los narcoterroristas Tirofijo y Raúl Reyes, a quien se llamó compañeros de lucha revolucionarios y bolivarianos.

Y me pasó por la mente aquella escena en que la finada Lina Ron, santificada por el propio comandante de la revolución, al frente de sus huestes celebró públicamente la caída de las Torres Gemelas, con quema de bandera norteamericana incluida.

Recordé, igualmente, las evidencias que circulan en los medios sobre las estrechas relaciones que el gobierno venezolano tiene con movimientos terroristas del Medio Oriente, como HAMAS y HEZBOLLAH. Y de pronto recordé que el gobierno de Chávez estableció relaciones diplomáticas con el carnicero terrorista buscado por la Corte Penal Internacional, Al Bashir de Sudán, el cual abrió embajada en nuestro país..

Y así, se me vieron encima esos y otros episodios, que a la luz del comunicado de marras, los hacían incomprensibles, inexplicables.

¿Que sucedió? ¿Se convirtió el gobierno a la paz y el antiterrorismo? ¿Se arrepintieron? ¿Ha operado Bin Laden un milagro en los revolucionarios venezolanos?

¿O es que las exigencias de moderación que impone la difícil campaña electoral que ya está en curso lo obligan a ataviarse de manso corderito, y a deslindarse de esos bichos siniestros?

El ajusticiamiento de Bin Laden en la guerra que él mismo desató es un paso importante en la acción antiterrorista. La guerra, desgraciadamente, continúa y no debe bajarse la guardia. El miedo que infunden estos “locos de dios” no puede paralizarnos. El amedrentamiento que ejercen no puede llevarnos a la rendición. El respeto por los derechos humanos, valor esencial del mundo occidental, que aquellos desprecian pero que oportunistamente enarbolan cuando les conviene, no puede significar debilidad ante ellos, ni tener muchos miramientos. Ellos han declarado una guerra a Occidente y sus valores. No podemos defendernos lanzando flores.

EMILIO NOUEL V.

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