martes, 30 de abril de 2013


LA TIRANÍA CUBANA Y LA UBRE PETROLERA VENEZOLANA

                                

Juzgar la ejecutoria general que tuvo el gobierno de Hugo Chávez implica también denunciar la forma contraria a los intereses nacionales que mostró en el manejo de las relaciones económicas del país con otras naciones.
La conducta que adelantó en este campo y que -parece- seguirá su sucesor, sin duda, es un tema de relevancia, por sus efectos concretos en la vida venezolana.
Tal proceder, a nuestro juicio, nefasto, ha tenido lugar en el marco de un cambio de las opciones estratégicas en materia de política internacional, el cual trajo consigo consecuencias negativas para los intereses nacionales, toda vez que ha significado una sangría de recursos hacia el exterior en nuestro detrimento.
En estos días, Maduro se ha reunido con sus tutores, los tiranos de Cuba, dizque para revisar la marcha de la alianza estratégica que mantienen los dos países.
Se ha señalado que en esta ocasión (XIII reunión de la Comisión Intergubernamental Cuba-Venezuela), fueron suscritos un Memorándum de Entendimiento para la concertación y adopción de agenda económica a mediano y largo plazos y 51 proyectos. Se habla allí de una inversión conjunta de 2.000 millones de dólares para el desarrollo económico, industrial, cultura, educación, transporte y producción de alimentos.
Pero ya sabemos quiénes serán los que pondrán los reales, y quiénes a la larga los perjudicados.  
Con Cuba, los compromisos han sido muchos, poco transparentes y alcanzan montos significativos, sobre todo, por concepto de petróleo. En éstos las ventajas y liberalidades de que goza ese país son escandalosas. A partir del Convenio Integral de Cooperación firmado en el año 2000, las relaciones comerciales entre ambos países se impulsaron con intensidad. Se ha señalado que para el 2010 existían 175 proyectos conjuntos en distintas áreas.
Para el período 2005-2010, el gobierno venezolano anunció un gasto, según datos de Centro de Investigaciones Económicas (CIECA), de 34.400 millones de dólares dirigido a Cuba. En este intercambio de petróleo por servicios, se desconoce la fórmula para establecer el valor de los últimos (médicos, asesores deportivos, servicios educativos, etc). El gobierno admite que en nuestro país están instalados alrededor de 45.000 cubanos, viviendo de la ubre petrolera.
No es un secreto que el gobierno venezolano hace compras en el mercado internacional a través de empresas cubanas, las cuales perciben comisiones o ganancias (sobreprecios) por hacer la triangulación. Venezuela envía a Cuba alrededor de 110 mil barriles de petróleo diarios, y participa en la modernización de la Refinería de Cienfuegos. Estas ventas de petróleo son subsidiadas y los pagos diferidos. El 50% de ellas tienen un financiamiento a 25 años a un interés del 1 %. Esta extrema generosidad de Venezuela, le permite a Cuba, además, la asombrosa posibilidad de exportar….petróleo. En 2008, el petróleo refinado fue el segundo rubro de exportación de la isla; vendió la suma de 880 millones de dólares al mercado mundial.
Fuentes oficiales cubanas señalan que en 2008, los ingresos recibidos por concepto de servicios de salud a Venezuela alcanzaron la cifra impresionante de 6.460 millones de dólares. La ayuda económica a Cuba en 2009, fue calculada en 8.000 millones de dólares, equivalente al 14% del PIB cubano. (Ver: Rolando H. Castañeda: “La ayuda económica de Venezuela a Cuba: situación y perspectivas ¿Es sostenible?” http://cubasource.org/pdf/venezuelacuba_castaneda_asce.pdf.).
Si se suman esas cantidades más las que desconocemos, la transferencia sin contrapartida de nuestros recursos es de dimensiones impresionantes. Porque hay que decirlo: no sólo se habla de ese regalo de recursos petroleros, se oyen ya cosas peores que apuntan a nuestras reservas en oro, que ojalá no sean ciertas, aunque de los desalmados que nos gobiernan se puede esperar cualquier disparate.
Pero el estropicio no solo es el “chupa que chupa” la ubre petrolera venezolana. Viene acompañado de un sometimiento político que mancilla la soberanía nacional y el honor de quienes lo permiten. Nunca antes un gobierno venezolano había llegado a tales extremos de vasallaje frente a una autoridad extranjera, como el que tenemos en la actualidad.
Está claro que el gobierno cubano, mientras se encamina hacia otros derroteros político-económicos y relacionamientos externos, aprovechará la estupidez ideológica del chavismo. Ésa ha sido su conducta parásita siempre, y los rusos la conocen muy bien. Son gorrones de la política que se encontraron con un hatajo de pendejos un día, y los han sabido esquilmar en su provecho.
Esta afrentosa, ruinosa y degradante relación la cambiaremos las fuerzas democráticas. Nuestro país y sus necesidades están primero.

Emilio Nouel V.
@ENouelV

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