lunes, 13 de mayo de 2013



EL HORIZONTE RADIANTE DE LA HUMANIDAD SALIÓ EN GACETA

                                


Parte de mis ratos de ocio cotidianos en estos tiempos “de incompleto sufrir e incompleto gozar”, como diría el poeta coriano Elías David Curiel, los consumo, mala costumbre abogadil ésta, leyendo el sumario de la Gaceta Oficial.
Sin exageración se podría decir que no hay tratado politológico ni sociológico que caracterice mejor y con más precisión la naturaleza del régimen chavista, que los contenidos habituales de aquel documento público.
Allí, sin duda, la historia del sin sentido, el vértigo que hemos padecido en los últimos 15 años queda retratado a la perfección. En la Gaceta está, por ejemplo, la formalización de todos los disparates que han causado la escasez, la inflación y la desinversión de hoy. Y recientemente, se ven reflejados también los feroces conflictos internos que agotan inexorablemente al chavismo, hacia su seguro entierro.     
En sus páginas, el lector de esta época se topa con la inusual exuberancia de las leyes más descabelladas, lamentablemente redactadas, los reglamentos más absurdos y confusos, resoluciones e instructivos ininteligibles, y las denominaciones de cargos a cual más extravagantes; esto sin olvidar las faltas de ortografía. El reino de la chapuza, pues.
Por cierto, el que desee, además, encasquetarle un nombre extraño a sus hijos encontrará en las designaciones de funcionarios una fuente rica e inagotable.
Y para muestra de lo que vengo reseñando un suculento botón.
En días pasados, en la G.O. No. 40.162 (8-5-2013), aparecen unos nombramientos que hace el señor Maduro, que uno no puede pasar por alto, y créanme, no es invento de este maledicente opositor, vuestro servidor. Pare la oreja el lector, o mejor dicho pele los ojos.
En la fulana gaceta, se designa al ciudadano XXX, Viceministro de Organización para la Patria Nueva; al ciudadano XXX, Viceministro de la Juventud para la Patria Buena y a la ciudadana XXX,  Viceministra de la Dignidad para la Patria Joven.
No, no leyó mal, así está escrito, se los juro.
¡Y vaya usted a saber para qué diablos servirá cada uno de estos cargos! Imagino que la gente, propia y extraña, al igual que yo, estará estrujándose la mollera tratando de descifrar las trascendentales atribuciones y competencias administrativas de esas altas autoridades ministeriales.
En un país en que no hay papel tualé, pasta de dientes, aceite, ni harina de maíz, medicinas o cabillas para la construcción, entre otros muchos bienes de primera necesidad, y en el que se persigue a quienes los producen ¿a cuál necesidad apremiante de la Nación responden esos tres viceministros? ¿para qué tres viceministros con esas extravagantes misiones? ¿Será que se encargarán ellos de llenar los anaqueles vacíos de supermercados y bodegas? ¿Cuánto nos costará esta brillante muestra de racionalidad administrativa? 
Un querido amigo, con sorna, se pregunta cuál habrá sido el perfil para esos cargos. ¿Se necesitará ser sociólogo, astrólogo, politólogo o echador de cartas? ¿O simplemente tener el carnet del PSUV?
Lo más seguro es que los cargos creados sean por meras razones clientelares, a los compañeritos hay que buscarle ubicación, ¡faltaría más! “El magnate de El Furrial” tiene ya muchos cuadros en el gobierno y eso no puede ser, dirá la nueva y flamante first lady del madurismo; además, el primer maíz es de los pericos, ¡así, así es que se gobierna!
En esta ya larga travesía de extravío político, sigue sorprendiéndonos la inmensa creatividad en estos desbarros bolivarianos en materia organizacional, que pa' que te cuento Peter Drucker. 
No importa que la deuda del Estado haya alcanzado cotas insólitas, que las empresas públicas estén en el suelo y que la escasez e inflación de los precios de los alimentos sean agobiantes. Eso es lo de menos. A la piñata de las finanzas del Estado hay que seguir dándole golpes a diestra y siniestra, y el que venga atrás que arree.
Porque lo que interesa es que ¡al fin! tenemos unos funcionarios, nada menos que viceministros, que nos van a sacar de abajo; ya salió en Gaceta: “Ejecútese y cúmplase”.  “El horizonte radiante de la humanidad”, como diría la camarada Iris, se decretó, mientras más nos acercamos más se aleja, pero no importa. ¡Qué grande eres, compañero Toripollo! ¡Que viva la revolución socialista, carajo!


EMILIO NOUEL V.

@ENouelV
emilio.nouel@gmail.com

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