¿Qué necesidad hay de involucrar a
Venezuela en el caso Snowden?
¿Por qué se tiene que asumir irracionalmente
los problemas de otros?
¿Qué hace que un gobierno como el
venezolano muestre sin ningún empacho notorias incongruencias sobre el problema
de fondo que subyace a este caso?
¿Por qué tenemos que dañar más
las relaciones con una nación amiga y socia, como es EEUU?
No hay una justificación racional
a la conducta que ha adoptado el gobierno venezolano respecto del espectáculo
montado por Snowden.
Las motivaciones, quizás, haya
que buscarlas en el campo de lo psiquiátrico. En una mezcla de ideología
demencial, paranoia antiimperialista y cálculo político disparatado. Una manera infantil de irritar a un gobierno, sin que ello reporte algún beneficio, sino todo lo contrario.
Porque un gobierno en su sano
juicio no procede de esta manera, independientemente de la posición política que
sostenga. Hasta Rusia se ha lavado las manos en este asunto.
Traer a Snowden a Venezuela es
una afrenta a un gobierno que lo persigue por delincuente, por traidor. Es una provocación estúpida a un país que no es cualquier país. Es hacerse cómplice torpemente de un delito, frente al
cual, por más que se quiera justificar un eventual asilo a quien lo cometió, con
un discurso de supuestos derechos humanos violados, Venezuela debería
mantenerse al margen so pena de empeorar unas relaciones ya bastante
deterioradas.
El problema de Snowden es con el
gobierno de su país. Como se dice popularmente, Venezuela no tiene vela en ese
entierro. No hay necesidad alguna de inmiscuirse en ese problema. Ningún
derecho o interés nacional venezolano están amenazados en ese asunto.
Acaso si ocurriera algo parecido
con algún venezolano que cometiera el mismo delito de traición contra nuestro
país ¿no sería la nuestra la misma reacción que tiene EEUU con Snowden? ¿No sería también un agravio una bofetada, para nosotros
que otro país se prestara a dar asilo al traidor? Lo que es bueno para el pavo,
lo es también para la pava.
No extrañaría que el cálculo político
absurdo que han hecho los países que han ofrecido asilo al traidor Snowden,
tenga una sola motivación: irritar al país que consideran un enemigo para ganar apoyos en la Corte de los Milagros que es la izquierda mundial. Irritación que en el fondo es una imbecilidad, cuchillo para el propio pescuezo.
Porque tanto Nicaragua, Bolivia como Venezuela, tienen relaciones económicas beneficiosas
con EEUU, y tal asilo sería percibido como un ofensa.
“Usted está perseguido por el imperio, véngase para acá”, ha declarado Nicolás Maduro desde su inconmensurable ineptitud e impericia. ¿Qué clase de justificación
disparatada es ésta? Tamaña insensatez es inconcebible en unas mentes conscientes
y responsables del cargo que ocupan, lo que no es el caso del gobierno venezolano. Poner en riesgo unas relaciones con
nuestro principal socio comercial, sin que medie un ataque directo a nuestros intereses,
lo cual incluso requeriría de un análisis sosegado, no tiene otra explicación
que una ideología demencial que no ve las consecuencias dañosas para el país.
Recibir a Snowden, bajo estas circunstancias, constituye un desacierto sin precedentes, que mucho nos puede costar.
EMILIO NOUEL V.
@ENouelV
emilio.nouel@gmail.com
Recibir a Snowden, bajo estas circunstancias, constituye un desacierto sin precedentes, que mucho nos puede costar.
EMILIO NOUEL V.
@ENouelV
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