PRENSA LIBRE, PODER AUTORITARIO Y
JUECES ABYECTOS
A Teodoro Petkoff, por su porfiada lucha libertaria
Entre el sinnúmero
de actos aberrantes del régimen chavista, el de los juicios impulsados contra los
medios que no se han arrodillado ante él, es, sin duda, uno de los más
escandalosos.
No sólo por la acción arbitraria del que gobierna, que de por
sí es condenable, sino por el papel vergonzoso que juegan en la trama los llamados
a interpretar la Constitución y las leyes de manera imparcial: los jueces.
No me canso de decirlo. Son de vómito. Sí, las incidencias y
sentencias que tienen lugar en torno a este tipo de juicios son repugnantes,
asquerosas. Inexcusables en cualquier democracia, impensables en un Estado de
Derecho moderno. Que no deberían producirse en unos tiempos en que se supone
habíamos dejado atrás la barbarie y nos habíamos adentrado en una época de
pluralismo en los distintos campos del acontecer humano. En los que el respeto
a la dignidad humana es principio universal, derecho garantizado por Constituciones
políticas y tratados internacionales.
La sumisión total de los jueces venezolanos ante el poder
despótico debe conocerla el mundo todas las veces que sea necesario, y en todos
los escenarios posibles. Ellos deben ser señalados, individualizados; que nadie
olvide sus rostros, y que se tengan presentes sus atropellos al Derecho y la
moral. Su deshonra tiene que ser voceada a los cuatro vientos. Avergonzarlos es
la consigna, independientemente de cómo ellos asuman su condición y
circunstancias.
La genealogía de estas prácticas inicuas de persecución por
las opiniones emitidas se pierde en el tiempo. Nos lleva a las manifestaciones
más monstruosas de intolerancia humana, sean ellas, indistintamente, por
razones religiosas o políticas.
En Venezuela, estos últimos años hemos visto con creciente
consternación el desarrollo de una deriva autoritaria, totalitaria, que ha
pretendido imponer al conjunto de la sociedad, un pensamiento único, con base
en una ideología demencial. Para este propósito, acallar, suprimir o apoderarse
de los medios de comunicación es pieza clave.
Desgraciadamente han logrado parte de sus objetivos.
No obstante, aun quedan medios, que haciendo de tripas
corazón y resistiendo valientemente la arremetida brutal de un petroestado al
servicio de aquella idea enajenada, se mantienen informando y opinando para
toda la colectividad y no al servicio de una parcialidad política.
El diario TalCual, dirigido por Teodoro Petkoff, es uno de
ellos. Particularmente, ha sido hostigado por acciones en las que jueces, doblegados
perrunamente frente al poder, se han prestado para urdir patrañas sin
fundamento jurídico alguno, solo para complacer a uno de los más desprestigiados
capos del régimen corrompido chavista.
Hoy, los demócratas venezolanos que no nos rendimos ante la
barbarie, nos solidarizamos con un diario que es ejemplo probado de calidad, seriedad
y coraje periodístico. Repudiamos las medidas judiciales contra sus directivos,
particularmente contra su director, nuestro viejo amigo Teodoro Petkoff.
EMILIO NOUEL V.
@ENouelV
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