MERCOSUR: menos política y más pragmatismo
Laura Gomez- OPEL
En el marco de la XLVI Cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) en Caracas, el presidente de Uruguay José Mujica reconoció que “Mercosur no anda bien, sino que está estancado" (Infobae). La disminución del comercio intrabloque, el recurso a medidas proteccionistas, el estancamiento de las principales economías y las diferencias políticas parecen explicar la actual crisis que atraviesa este bloque de integración económica.
¿Cómo trascurrió la Cumbre en Caracas?
A Venezuela asistieron los mandatarios de los países que integran el Mercosur, puntualmente, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, el primer mandatario uruguayo José Mujica y el presidente venezolano Nicolás Maduro. A su vez, asistieron miembros asociados y del ALBA, entre los cuales se destacó el presidente boliviano Evo Morales.
Varios de los mandatarios asistentes insistieron en buscar una mayor solidez intrarregional para, de esta forma, incentivar la transformación del sistema financiero internacional. A su vez, hicieron énfasis en profundizar las relaciones con otras asociaciones comerciales del Hemisferio Occidental como la Alianza del Pacífico (AP), el ALBA y Petrocaribe. Una idea que encontró eco en los asistentes es la búsqueda de acuerdos sobre la eliminación mutua de aranceles, con el fin de promover la creación de nuevos mecanismos económicos en la región para avanzar hacia una “gran zona económica” prevista para 2019, según los tratados de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).
Así mismo, se aprobaron los documentos necesarios para el avance de la inauguración del Nuevo Banco de Desarrollo a partir del segundo semestre del año, de manera que se logre un acercamiento a los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Los Estados miembros de Mercosur manifestaron que “la visión estratégica del Banco del Sur fortalecerá la integración regional, al crear fondos de financiamiento destinados a la inversión productiva y a programas de desarrollo e infraestructura”, según Radio Sancti Spíritus.
A pesar de las propuestas y objetivos planteados por los miembros de Mercosur durante la cumbre y la imagen de aparente estabilidad, subyacen problemáticas tanto económicas como políticas que se interponen al cumplimiento de sus metas.
¿Qué problemas presenta Mercosur?
Por un lado, los países miembros del Mercosur están teniendo graves problemas en materia económica, lo que evidencia un aparente estancamiento. Para citar un ejemplo, las exportaciones uruguayas a otros miembros del mercado común aparentemente se están contrayendo. Según el Instituto de Uruguay XXI y la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU), las exportaciones descendieron hacia “Paraguay en un 15.9% y hacia Argentina en un 15.6% durante el primer semestre de 2014”. En el caso de Brasil, aun siendo uno de los principales destinos de los productos uruguayos, se produjo un descenso del 0.5%”en este mismo período de tiempo de acuerdo a Infobae.
De la misma manera, los socios de mayor potencial del bloque han mostrado también signos de deterioro. Aparte de los problemas que sufre la economía argentina, la administración de Cristina Kirchner comenzó hace tres años con una política proteccionista bloqueando el ingreso de mercancía importada, para favorecer la industria nacional. Las trabas comerciales ejercidas por el gobierno Kirchner se ejecutan a través de barreras no arancelarias a la importación como ‘las licencias no automáticas de importación’, un requisito que debían tramitar los exportadores antes de ingresar cualquier mercancía a territorio argentino (Infobae). A pesar de que esta traba no arancelaria “fue derogada, el gobierno argentino impuso en su lugar otra traba burocrática: la Declaración Jurada Anticipada de Importación (DJAI)” Infobae. Esta medida trajo fuertes implicaciones para los exportadores uruguayos de vestimenta, autopartes, productos de plástico, impresos y alimentos envasados, para quienes quedó claro que Argentina ya no sería un destino para sus productos. A su vez, la economía de este país está a punto de entrar en default, tras no haber llegado a ningún acuerdo sobre los “Fondos Buitres” que le representan una deuda nominal de aproximadamente 1200 millones de dólares.
Aún cuando Argentina no representa en la actualidad ninguna fortaleza para el bloque, otra potencia dentro del mismo podría ayudar a romper con el círculo de estancamiento dentro de Mercosur. Ante esto, la pregunta es,¿qué país podría jalonar el crecimiento de este bloque?
Venezuela, por su parte, tiene una economía orientada a la explotación y refinación del petróleo para la exportación y el consumo interno. A pesar de que los precios actuales del petróleo han estado medianamente altos -oscilando entre 106,52 dólares el barril-, Venezuela tampoco podría jalonar el crecimiento de Mercosur. Según BBO, una consultora venezolana, concluye que Venezuela produce aproximadamente unos 2.8 millones de barriles al mes. Sin embargo, según Foreign Policy, cuando se sustrae el importe destinado para el mercado interno no se genera prácticamente ninguna rentabilidad, ya que la gasolina y otros productos refinados están fuertemente subvencionados, así como los envíos a Petrocaribe y China. La cantidad restante –la única parte que realmente genera ingresos en precios de mercado– es de 1,3 millones de barriles por día. Esto equivale a ingresos de $ 130 millones (asumiendo un precio generoso de $ 100 por barril), que se traduce en alrededor de $ 910 millones por semana. Esto supone un costo de producción de $ 10 por barril, lo que deja al país con una estimación optimista de aproximadamente $ 800 millones en ingresos de exportación de petróleo semanales.
Aún cuando esa cantidad de dinero parece ser generosa para un país como Venezuela, no es suficiente ya que éste debe pagar una alta tasa de interés por los préstamos que ha tomado para cubrir el déficit presupuestario del país. En resumidas cuentas, según Foreign Policy, Venezuela paga las tasas de préstamos más altas del mundo desde que Chávez paralizó la industria local y la mayoría de los bienes de consumo se tienen que importar.
Por último, la situación económica de Brasil –la potencia llamada a liderar el despegue de Mercosur– tampoco genera un panorama reconfortante para el bloque, pues el crecimiento de su PIB anual se redujo de 4,3% durante el periodo de 2005- 2010 a 2,0% en el periodo de 2011- 2013. Según Armando Castelar Pinheiro, esta contracción de la economía brasileña responde a la desaceleración de las economías asiáticas emergentes. A su vez, la inversión se redujo de 9,2% a 2,3% por año.
Por último, la situación económica de Brasil –la potencia llamada a liderar el despegue de Mercosur– tampoco genera un panorama reconfortante para el bloque, pues el crecimiento de su PIB anual se redujo de 4,3% durante el periodo de 2005- 2010 a 2,0% en el periodo de 2011- 2013. Según Armando Castelar Pinheiro, esta contracción de la economía brasileña responde a la desaceleración de las economías asiáticas emergentes. A su vez, la inversión se redujo de 9,2% a 2,3% por año.
En cuanto a Uruguay y Paraguay, son países tan pequeños y tan dependientes a nivel económico de Mercosur, que es difícil pensar que puedan ser motores de crecimiento de todo un bloque económico. De hecho, según Francisco Bracho Espinel, “los países más pequeños de los bloques, son más vulnerables que sus vecinos, por lo que Argentina y Brasil necesitan crear mecanismos que redistribuyan los beneficios de la integración”.
¿Qué diferencias políticas separan a los miembros del Mercosur?
En cuanto a la situación política, los intereses disimiles de los países del Mercosur, no han hecho posible el fortalecimiento de la integración regional. Por un lado, el estancamiento de Mercosur ha llevado a la presidente brasileña, Dilma Rousseff a proponer durante la cumbre la aprobación del acuerdo de libre comercio con la Alianza del Pacífico, integrada por Chile, Perú, Colombia y México. Sin embargo, Venezuela y Argentina se muestran poco dispuestas, ya que consideran que esto significaría premiar a sus rivales ideológicos y fieles a tendencias neoliberales. Es decir, por un lado, Venezuela y Argentina ven a Mercosur como una oportunidad de crear redes comerciales latinoamericanas que le permiten disminuir su dependencia en Estados Unidos y de corrientes neoliberales, mientras que Brasil se muestra con menos recelos hacia estas tendencias ideológicas.
Por su parte, el gran problema de este bloque comercial es que la mayoría de sus miembros, como Brasil, Argentina y ahora Venezuela creen que el crecimiento económico se estimula con mayor proteccionismo comercial. Esta idea, según Esteban Actis, viene del éxito económico que tuvo tanto Brasil como Argentina durante la era de la Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI) (c.1960 -1990) y el menor crecimiento durante la era neoliberal.
Por otro lado, el presidente José Mujica ha reconocido el estancamiento del Mercado Común del Sur. Para el presidente uruguayo el problema radica en que "a veces hay una especie de proteccionismo en algunos países del bloque, y la tentativa de crear un espacio común tiene dificultad. Y los organismos de arbitraje, de decisión, de institucionalidad real no funcionan"Infobae.
Bajo este contexto y dado el estancamiento de la CAN, Bolivia espera ser miembro de Mercosur, ya que según su presidente, Evo Morales, esta entidad le traería mayores beneficios económicos y oportunidades de mercado.
¿Es posible que el ingreso de Bolivia a Mercosur fortalezca al bloque económico de Mercosur?
Es posible que el ingreso de Bolivia a Mercosur constituya un paso geoestratégico ante la articulación geográfica con los demás miembros por medio de la Cuenca del Plata. Esto posibilitaría la salida de este estado sin litoral al Océano Atlántico por medio de los afluentes hídricos de Paraguay-Paraná. Sin embargo, a pesar de que la economía boliviana ha crecido 6.49% según el IGAE en el último año, su ingreso al bloque no significaría un potencial cambio positivo para el mismo, ya que no es un actor fundamental , al no tener numerosas relaciones comerciales con los miembros de Mercosur, aun cuando exporta gas natural a Brasil y tiene exportaciones volátiles y reducidas a Argentina. A su vez, Bolivia no planea abandonar la CAN, lo que significaría para Mercosur una reestructuración de la política arancelaria, ya que genera un conflicto en la doble pertenencia de la nación boliviana.
De esta manera, el estancamiento económico y político de Mercosur parece no tener una pronta solución, al existir una profunda crisis económica dentro del grupo que afecta a la mayoría de sus miembros, como también por discrepancias ideológicas que no permiten por un lado, nuevos tratados comerciales en el caso de Alianza del Pacífico y por el otro, la total liberalización de los mercados.
En este orden de ideas, si los países miembros de Mercosur no han llegado a un acuerdo frente a los aranceles y no han logrado mecanismos que permitan flexibilizar el proteccionismo comercial; el ingreso al bloque de un país de la CAN como Bolivia, significaría un nuevo acuerdo arancelario y un nuevo reto para el bloque comercial. A su vez, es difícil ver si el ingreso de Bolivia va a traer consigo una dinamización del bloque, pues sería más un miembro dependiente que un activo para éste.
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