TRES CONJUNTOS DE RAZONES PARA EL TRIUNFO DE CHÁVEZ
Hugo Chávez gana y sobre las razones del triunfo podemos
formular varias hipótesis. El asunto lo
podemos abordar desde varios puntos de vista. Sin embargo, ya habrá tiempo para
ello, en momento más sosegado.
No obstante, uno puede aventurar alguna aproximación a los
resultados electorales, aunque no se cuente con los datos en detalle.
A mi juicio, pudiera abordarse el tema en tres niveles, que
paso a comentar a continuación.
El primero podríamos llamarlo pomposamente “estructural”, toca
el fondo, la dimensión de lo cultural-político, el mundo de los valores de la gente, de las
creencias y también de las ideologías en su sentido más amplio.
En el 54% de la población que votó por Chávez se percibe algo
que no es nada nuevo mencionarlo: una identificación con un tipo de liderazgo
muy latinoamericano, y una visión anacrónica, asistencialista, sobre los
asuntos del Estado; por cierto, no exclusiva de esa porción de venezolanos. En
este sector, el mesianismo, el caudillismo, el populismo y el Estado como botín
a repartir, son “valores”
internalizados hondamente.
El líder fuerte, autoritario, carismático, hablachento y
populachero es bien visto por este sector. En esta Venezuela, Chávez tiene
fuerte arraigo y concita adhesión, él se parece a ella. De modo, que parte de
la votación obtenida por el presidente el 7O tiene que ver con esta dimensión
profunda del alma y la mente del venezolano.
El otro nivel es el de las políticas sociales redistributivas
que ha adelantado el gobierno durante estos 14 años. Aunque puedan ser
criticadas en sus elementos técnicos, diseño, eficiencia o alcance, ellas han
tenido sus efectos en la población de más bajos recursos, y repercutido, sin
duda, en los resultados electorales.
Son miles de familias que reciben ingresos del erario público
sin ninguna contrapartida para el Estado. La batería de subsidios es amplia.
Aumentos frecuentes de sueldos y pensiones, controles de precios y alimentos
baratos son algunas de las medidas que han favorecido la adhesión al gobierno.
Las distintas “Misiones” creadas por el gobierno garantizan a
vastos sectores de la población unas cantidades de dinero y bienes, que les
permiten cubrir sus gastos más apremiantes y otras cosas más. En las clases bajas,
muchos, por vez primera, tienen un vehículo automotor (moto), un teléfono
celular, una computadora, electrodomésticos para la casa, un financiamiento
fácil y hasta han podido viajar por Venezuela y el exterior. Aunque con
formación de muy baja calidad, deficiente, familias pobres ahora tienen hijos “doctores” que antes no tuvieron, gracias
a una masificación de la educación universitaria.
Así, el temor a perder estas ventajas con una opción de
gobierno distinta, obliga a quedarse de manera pragmática con el ya “conocido”, a pesar de que haya algunos
asuntos o conductas que no gusten del presidente.
El tercer nivel que podemos comentar como razón para el
triunfo de Chávez, es el tipo de campaña electoral realizada.
Fue una campaña que como sabemos echó mano de todos los
enormes recursos del Estado venezolano. Miles y miles de millones fueron
dispuestos para tal fin. Fue bien pensada, diseñada y ejecutada.
La transmisión o reforzamiento del miedo a perder las
“conquistas sociales” fue importante. Capriles, supuestamente, acabaría con ellas, y no poca gente lo creyó.
Las ofertas de última hora jugaron su papel. La creación de bonos especiales o
el adelanto de su pago para los empleados públicos, el adelanto de pago de
pensiones, aumento o promesas de aumento de sueldo, todo esto debió tener sus consecuencias
electorales favorables para el voto en favor de Chávez.
Resalta, también, la organización el día de las elecciones, la
operación galope que instrumentaron para llevar a miles de personas, muchas de
ella víctimas del chantaje de las misiones y de diversas presiones. Sobre todo,
la que se hizo a última hora del día 7O.
Para aquel 55% pesaron más aquellas razones que los problemas
de luz eléctrica, falta de vivienda, atropellos a los derechos humanos, regalos
a otros países, alto costo de la vida, escasez de alimentos y la matazón que
perpetra una delincuencia envalentonada.
Contra todo ese “Goliath” carismático, cargado de dinero,
medios de comunicación e instituciones y empresas estatales, se enfrentó el
“David” Capriles. Éste hizo una campaña admirable, dentro de lo que fueron sus
posibilidades.
Su bien pensado y presentado mensaje pudo erosionar algunos
de los factores señalados, pero quizás no hubo el tiempo suficiente para
avanzar más en la captación de votos en torno a la opción que representaba la
modernidad.
Aquellas, a mi modo de ver las cosas, fueron las razones del triunfo de
Chávez, y no supuestos fraudes electrónicos u otras artimañas inverosímiles.
Ciertamente, la desigual competencia que representó lo antes
señalado, el abuso del poder y la desidia o complicidad de los llamados a poner
coto al ventajismo (CNE), tienen su cuota de culpa.
Sin embargo, ante los resultados no cabe la
autovictimización. No podemos estar todo el tiempo engañándonos con la idea de
que somos mayoría, pero que lo que pasa es que nos roban en el CNE o en una
oficina secreta en las catacumbas de
Miraflores, la CANTV o en La Habana.
Perdimos las elecciones con 45% de los votos. No es una
nimiedad ese porcentaje. Hemos acumulado fuerza política para seguir adelante
en la recuperación de nuestra libertad, restringida por el déspota que
gobierna. Ahora sólo nos queda preservar los espacios políticos conquistados y
ganar otros. No hagamos caso de aventureros y suicidas políticos que esconden
inconfesables propósitos. Estemos alertas sobre las maniobras perversas del G2
cubano que busca desestimular el voto opositor para el mes de diciembre y crear
divisiones en el seno de las fuerzas democráticas.
¡Manos a la obra¡ Las elecciones de diciembre son ya¡ A
ganarlas¡
EMILIO NOUEL V.
@ENouelV
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