viernes, 26 de octubre de 2012


Donde dije fraude, digo...

        JEAN MANINAT

Todos tenemos derecho a expresar nuestras opiniones y dudas sobre el proceso electoral del 07-O, y, por lo demás, sobre lo que nos dé la real gana. Nosotros hemos ejercido el nuestro, sin  intención de ofender, pero con muchos ánimos, también, de no dejar pasar una campaña destructiva contra Capriles y la MUD que comenzó apenas se supo el resultado final.

Algunos de los mensajes que han aparecido en las redes sociales contra Capriles y la MUD: ¡Capriles se vendió! ¡Los de la MUD son unos traidores! ¿Cuánto les pagaron? son canalladas alentadas por gente interesada, fuera y dentro del gobierno, que han logrado crear un incipiente movimiento de opinión abstencionista que, de no confrontarlo, puede hacer mucho daño en las elecciones regionales y en el ánimo democrático general.

En el ámbito de los medios de comunicación, varias de las voces más críticas, alguna con argumentos tan baladíes como que el "body lenguaje" de los miembros de la MUD demuestra autosuficiencia, son las mismas que alentaron el suicidio político más sonoro de la historia reciente: la abstención en las legislativas del 2005. Ciertamente, es una mera casualidad sin validez ontológica, diría mi profesor Juan Nuño, pero no deja de ser una curiosa coincidencia. Y hay que agradecer, sin duda, que los más genuinos hayan reconocido públicamente su desaguisado.

Es obvio  que nos estamos enfrentando a una poderosa maquinaria de Estado al servicio de ganar elecciones y perpetuarse en el poder. Es un dato que no va a variar, lamentablemente, así lo denunciemos hasta la saciedad de aquí a diciembre.

Pero aún así se logró obtener seis millones y medio de votos, lo que evidencia que la oposición fue capaz de avanzar y crecer aun sometida a condiciones groseramente desiguales. ¿Por qué los vendedores a domicilio del fraude no nos explican cómo se logró tamaña hazaña? ¿Por qué se ganó en algunos estados? ¡Recórcholis Robin, porque los andinos son más zamarros!

Ahora resulta que "fraude" es una categoría que todo lo engloba. "Técnicamente no hubo fraude, pero de que hubo fraude, hubo" nos dicen. Que es lo mismo que decir "de que vuelan, vuelan".  Fraude ahora es todo: esconderle la Barbie a la hermanita, decir mentiras en el confesionario, empujar a los compañeritos en el recreo, birlarle las cotufas a la novia cuando detiene el DVD para ir al baño.

O hubo fraude o no hubo.  No basta esconderse detrás de las faldas del ventajismo oficial para explicar por qué no se ganó y clamar que "las elecciones fueron y serán una porquería ya lo sé en el quinientos seis y en el dos mil también",  parodiando al filósofo Discepolo.

Acaso políticos tan avezados y con tantas elecciones ganadas y perdidas entre un carné de partido y otro; o analistas con tantas columnas encarnadas entre uña y tinta ¿sólo se dieron cuenta de que enfrentaban a un Estado arbitrario y sin escrúpulos a la ocho de la noche del 07-O?  ¡No mameyes mano! Dirían en México.

Resulta, ahora, que perdimos porque pusieron una estación informativa de más en la cadena de votar; o por el miedo a las captahuellas.  ¿Sabemos cuántos de los seis millones y medio que votaron por Capriles, eran funcionarios públicos sin miedo?  ¿Es cierta la fábula, digna del desembarco aliado en Normandía, de que el chavismo movilizó en menos de dos horas a un millón ochocientos mil personas para rematar la faena? ¿No será posible que mucha gente siga creyendo que vivimos en el mejor de los mundos; y si no lo cree, se hace como que lo cree para seguir pegado a la ubre? ¿No será que es necesario implicarse más en la política -sí, guácatela,  en la política- y excusarse menos? ¿Convencer y no insultar?

La discusión entre la oposición ha sido apasionada ¿Qué más cabe? Y al aire libre. Es una prueba más de energía democrática.  Si en el empeño algunas frases salpican tinta hacia quien no se debe, habrá que pedir excusas de antemano.

Pero los canallas que han intentado enlodar a la MUD y al candidato del cambio democrático -ellos saben quienes son- han perdido su tiempo. Muy a su pesar, la gente va a salir a votar el 16-D.

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