martes, 13 de mayo de 2014

                                      EL BOKO HARAM Y EL CHAVISMO

                                   

 

No me extrañaría que de un momento a otro en la Asamblea Nacional de Venezuela, por el sólo hecho de que es antioccidental la secta islamista fundamentalista-terrorista Boko Haram de Nigeria, secuestrador de 270 niñas para adoctrinarlas, violarlas, esclavizarlas y venderlas como si fuera ganado, se promueva un acuerdo de apoyo a estos salvajes.
Lo hicieron con los carniceros Gadafy, Mugabe y Al Assad ¿por qué no sería lo mismo con Abubakar Shekau, el líder de esta banda enloquecida, si al fin y al cabo es un indeseable del tipo que veneran los bárbaros que mandan en nuestro país?
Los extraviados chavistas han demostrado ser simpatizantes de toda expresión politica que signifique rechazo a los valores de libertad y democracia universales. Coincidencialmente, no hay un solo movimiento político celebrado por las hordas rojas que no sea cultor de la violencia.  No hay creencia política disparatada en el mundo que no goce de su aval y amistad. Hamas, Hezbolá, FARC, los ayatolas, los colectivos paramilitares venezolanos y ETA, son sólo algunos de los más notorios iconos del altar de la revolución bolivariana.
Basta que un grupo de estos se oponga a EEUU, Europa o a la democracia liberal occidental para que ya sea digno de todo crédito revolucionario.
Con los argumentos de un mal entendido multiculturalismo, del soberanismo absoluto o del anti-imperialismo, no pocos se convierten en defensores de esas manifestaciones de brutalidad, oscurantismo y autoritarismo asesino, que pretenden retornar a la humanidad a estadios que creíamos ya habían sido dejados atrás por el progreso civilizatorio del ser humano.
Bien lo ha dicho el filósofo francés André Glucksmann. A medida que el comunismo como ideología ha ido en declive, aparecen variadas creencias mortíferas de recambio, que en esencia son lo mismo. Recuerda que el terrorismo masivo es práctica común de grandes y pequeñas ideologías contemporáneas. El filósofo se pregunta: “¿Qué tienen en común el hombre de hierro bolchevique, la SS nazi, el khamer rojo, el loco por Dios en versión islamista, el loco por su raza en versión hutu, el asesino xenófobo serbio o el coleccionista de orejas chechenas?”. Y la respuesta es que comparten unánimemente la seguridad de creer que todo les está permitido. Que tienen derecho a imponer a quien sea doctrinas, religiones y políticas. El pluralismo político y de las ideas es un lujo, una conducta decadente de Occidente que debe ser suprimido.
Mientras estos grupos inspirados en creencias irracionales no sean combatidos con firmeza y determinación por la Comunidad Internacional, armada ésta del Derecho, el mundo seguirá presenciando estas salvajadas que golpean la conciencia de todos.
Venezuela no está a salvo de esta grave amenaza mundial. Desde el poder se fomentan y alimentan grupos políticos armados ideologizados, que junto a los grupos de represión estatales, cometen impunemente tropelías de diversa naturaleza y pretenden forzarnos a una educación modelada de acuerdo a una visión autocrática y aberrante. Lo hemos visto, sobre todo, en los meses recientes. Los derechos humanos han sido pisoteados sin miramiento alguno. Asesinatos, torturas y vejaciones, como no se veían hace muchas décadas. Y en esos atropellos han jugado papel importante sectores organizados que como el Boko Haram nigeriano están inspirados en ideologías destructivas y nefastas para la cualquier convivencia social pacífica.
Que no nos extrañe, pues, que unos impresentables diputados, que no se ocupan de lo que deberían ocuparse, salgan a enaltecer la conducta monstruosa de la secta nigeriana, a cuenta de que son anti-occidentales.

EMILIO NOUEL V.

@ENouelV
emilio.nouel@gmail.com



No hay comentarios: