DERECHA, IZQUIERDA
Y EL GRAN MAELO
La BBC ha titulado, en relación con el encuentro entre el
presidente peruano y Barack Obama: “Humala,
ni de izquierda ni de derecha”, y en el texto de la nota se dice que el llamado
“Chavez peruano”, podría ser catalogado
de “centro pragmático”, habida cuenta
de la política adelantada estos años, que ha colocado a su país entre los que
más crecen y se desarrollan en la región.
El rótulo de la BBC es muy sugerente y con seguridad dará pie
a muchos análisis.
A propósito, y que me corrija Cesar Miguel Rondón o Reinaldo Rásquin, pero recuerdo una frase de una de las canciones del
Sonero Mayor, Maelo, conocido en los
bajos fondos como Ismael Rivera, en que el cantante dice que su música no está
a la derecha ni a la izquierda, sino en el
centro de un tambor bien legal.
Si en la evocación anterior no yerro, ella me permitirá hacer
algunos comentarios sobre ese parteaguas político tajante que nos sigue
determinando a la hora de caracterizar a la gente.
Como es sabido, el de derecha es comúnmente catalogado de personaje,
por definición, malvado, elitista, conservador, facho, retrógrado, pitiyanqui,
partidario del capitalismo salvaje y amigo de los ricos. Al de izquierda le acompaña una calificación muy favorable: está
con el progreso de la humanidad, quiere al pueblo y su bienestar, es popular,
socialista, antiimperialista, no tiene defectos, porque ser de izquierda lo
dice todo, le da superioridad moral sobre el primero.
Así, atribuir a alguien una condición de derechas es echar
sobre él el sambenito de que es mala gente, enemigo de todo lo bueno. Decir de
alguien que es de izquierda es extenderle un pasaporte de bonhomía, de
prestigio político.
Los contenidos de esta división política, a mi juicio, son
engañosos, simplemente, porque no se corresponden necesariamente con la realidad, en cada caso concreto. No pocos que se dicen de izquierda son conservadores de pensamiento. Y algunos de derecha se identifican con ideas muy modernas.
Sabemos de dónde viene esta clasificación; de la Asamblea
Constituyente durante la Revolución francesa, en la que las facciones políticas
en competencia se sentaban a un lado y otro del recinto. De cara al Rey, los
más radicales a la izquierda y los moderados a la derecha.
Y esta división se ha mantenido hasta el día de hoy coloreando las apreciaciones politicas.
A mi juicio, mantener esa línea divisoria, ese dilema, en el presente,
no tiene sentido alguno, es un anacronismo sobre todo cuando hablamos de
problemas prácticos de nuestras sociedades.
Enfoques y políticas que en tiempo pasado eran consideradas
de derechas, de liberal-conservadoras, hoy son asumidas sin mayores miramientos, por los que se llaman de
izquierdas. Los liberales, en funciones de gobierno, han incorporado a sus
propuestas, medidas de carácter social contempladas en programas de izquierdas.
De modo que tales compartimientos ideológicos estancos se han
ido diluyendo progresivamente. Los fundamentalismos y dogmatismos conspiran
contra las soluciones prácticas que exige el mundo actual. No es raro encontrar
un socialista que defienda el mercado capitalista o un liberal que reconozca la
necesidad de programas sociales.
¿Acaso Deng Xiaoping no
dijo que ser rico es glorioso, una blasfemia viniendo de un comunista?
Por otro lado, el socialdemócrata Tony Blair declaró en una
ocasión que no hay política económica de izquierda o de derecha, sino políticas
económicas que funcionan y otras que no.
Visto lo visto, quien escribe estas líneas tiene razones
suficientes para acompañar al filósofo polaco Leszek Kolakowski, quien, al ser
inquirido sobre si él, políticamente hablando, era de derecha o de izquierda, respondió
al periodista que estaba en un punto a la extrema derecha de la
socialdemocracia y a la extrema izquierda del neoliberalismo, es decir, en el
mero centro ideológico. Ubicación político-topográfica, como habría dicho el
historiador venezolano Manuel Caballero, que equivaldría al centro del tambor
bien legal del que hablaba nuestro admirado salsero portoriqueño, Maelo, que
Dios tenga en la gloria.
EMILIO NOUEL V.
@ENouelV
emilio.nouel@gmail.com
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