EL
CHEQUE VENEZOLANO Y LOS NEGOCIOS CON IRÁN
La captura en Alemania de un ex
funcionario iraní portando un cheque de 300 millones de bolívares (70 millones
de dólares) contra un banco venezolano, y cuyas circunstancias están por
aclararse, pone en evidencia una vez más la poca transparencia en los negocios que
el gobierno venezolano mantiene con otros países. ¿Qué hace este señor con un
cheque de tan elevado monto en aquellas latitudes? ¿Es lavado de dinero? ¿Iba a
negociar su contrapartida en dólares o euros, para burlar la normativa
cambiaria venezolana? ¿Con quién? ¿Por qué allá? ¿pretendía evadir las medidas
impuestas por la comunidad internacional contra Irán? ¿Hay funcionarios
venezolanos metidos en este oscuro asunto?
Este episodio aún por esclarecerse
pone de relieve la ejecutoria del gobierno del presidente Hugo Chávez en
materia de sus relaciones política y económicas externas. De allí que valga la
ocasión para subrayar la forma poco transparente y contraria a los intereses
nacionales que ha mostrado en su manejo.
La conducta adelantada en este campo
por el gobierno de Hugo Chávez, sin duda, es un tema de relevancia, por sus
repercusiones concretas en la vida de la sociedad venezolana. Los desaguisados
y su desprecio por los derechos económicos consagrados en el ordenamiento
jurídico han dañado nuestro prestigio y credibilidad en el mundo. Tales dislates
han tenido lugar en el marco de un cambio de las opciones estratégicas en
materia de política internacional.
Venezuela, hasta el arribo a la
presidencia de Hugo Chávez, mantuvo relaciones políticas y económicas amistosas
y fructíferas con muchas naciones, dentro y fuera del hemisferio.
Los gobiernos democráticos de nuestro
país se destacaron por ser escrupulosos en la observación de las obligaciones
derivadas de aquellas relaciones.
La
política exterior adelantada por Hugo Chávez años en sus comienzos, por
inercia, no tuvo mayores cambios respecto de la política tradicional, aunque hubo
algunos gestos que anunciaban otra orientación. La radicalización del debate
político y las tensiones consecuentes condujeron a una profundización en la
aplicación del proyecto político-ideológico del chavismo, cuyos efectos también
se reflejaron en la explicitación de sus orientaciones y la conducta
internacional.
Los
nuevos y preferentes vínculos internacionales se hicieron más evidentes. Las afinidades
ideológicas y los intereses geopolíticos con algunos gobiernos han sido
determinantes. Así: Rusia, China, Bielorrusia, Irán, Irak, Libia y Siria. Y en
Latinoamérica: Argentina, Brasil, Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Uruguay. Con estos países se han firmado más de 200
convenios de los aproximadamente 350 que han sido aprobados mediante ley por la
Asamblea Nacional.
Venezuela
ha suscrito de manera preferente estos acuerdos (período 1998-2011) con
Argentina, 15; Bielorrusia, 16; Bolivia, 27; Brasil, 17; China, 12; Cuba, 5;
Ecuador, 25; Irán, 15; Libia, 5; Nicaragua, 7; Paraguay; 7; Rusia, 21; Siria,
18; Sudán, 5; Vietnam, 8, Uruguay, 18, y con otros países 119. De estos
convenios se han derivado miles de contratos comerciales, en su mayoría
adjudicados de manera directa, sin que medie un proceso licitatorio.
Con Cuba, los
compromisos son abundantes, poco transparentes y alcanzan montos
significativos, sobre todo, por concepto de petróleo. En éstos las ventajas y liberalidades
de que goza ese país son escandalosas. Fuentes oficiales cubanas señalan que en
2008, los ingresos recibidos por concepto de servicios de salud a Venezuela
alcanzaron la cifra impresionante de 6.460 millones de dólares. La ayuda
económica a Cuba en 2009, fue calculada en más de 7.000 millones de dólares,
equivalente al 14% del PIB cubano.
Con CHINA, se han
suscrito alrededor de 340 compromisos (convenios y contratos), sobre las más
variopintas materias, lo que contrasta con apenas 20 firmados hasta 1998.
Decenas de empresas chinas han concretado un sinnúmero de contrataciones con
PDVSA, BANDES, PEQUIVEN, CVG, CANTV, CORPOELEC, FERROMINERA, CAVIM, FONDAFA, TELESUR,
MERCAL, DIANCA y muchas otras. Se admite oficialmente que hasta el año 2011 la
deuda asumida llegaría a 32.000 millones de dólares, en la que se incluye un
Fondo Conjunto de 12 mil millones de dólares con cláusulas implícitas “de
amarre” respecto de suplidores chinos. Este Fondo, renovado por ley en
2012, habría financiado obras en las áreas de telecomunicaciones, vivienda,
transporte, vialidad, electricidad, petróleo y agricultura.
El préstamo con China se paga con ventas de petróleo, las cuales montan en la actualidad a
600.000 barriles diarios. Mediante este mecanismo, las sumas correspondientes a
esas ventas no ingresan a la caja de PDVSA, sino a una cuenta conjunta de aquel
Fondo, de la cual China cobra el préstamo (capital, intereses y otros
conceptos). De esta manera, China garantiza el repago del crédito otorgado.
Las empresas
chinas con negocios en Venezuela más importantes son: China National Petroleum Corporation
(empresa mixta Sinovensa), Sinopec, China National Offshore Corporation, Petrochina
Company Limited, State Grid, Citic Pacific, Tobglin Group, Haier, Goldwinn,
Sinohydro, China Xian Electric Engineering, China Railway Engineering
Corporation, China Shipbuilding Industries Corporation, China National
Machinery & Equipment, el Banco Industrial y Comercial de China y el Banco
de Desarrollo de China.
Con Irán se han firmado 265 acuerdos y contratos, de los
cuales se habrían
generado 56 proyectos en las áreas energética, agrícola,
científico-tecnológica, económico-financiera y de desarrollo social, entre
otras. Se ha reportado que los negocios entre ambos países alcanzarían la cifra
de 20.000 mil millones de dólares. Muchos de estos compromisos se han asumido,
a pesar de las sanciones que la comunidad internacional ha impuesto a Irán por
sus proyectos no autorizados de desarrollo nuclear. Esto podría acarrear a
Venezuela y sus empresas, similares sanciones o involucrarla en conflictos de
graves consecuencias. Para el año 2008, las inversiones iraníes en Venezuela
alcanzaron la cifra aproximada de 4 mil millones.
Recientemente,
se ha revelado la información sobre el proyecto conjunto para levantar una
industria de aviones no tripulados (drones), en la que estaría la empresa
Aeronautic Industry Organization (AIO), propiedad del gobierno iraní y
encargada del programa misilístico de ese país. Por otro lado, la empresa
también iraní, Parchin Industries, instalada en la localidad de Morón, está
especializada en la elaboración de combustible que emplean los misiles de
mediano alcance desarrollados por ese país.
¿Con cuál de estos negocios tiene que ver el cheque incautado al ex funcionario iraní en Alemania? ¿Habrá alguna investigación al respecto en nuestro país?
EMILIO NOUEL V.
@ENouelV
email: emilio.nouel@gmail.com
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