martes, 5 de febrero de 2013


EL CHEQUE VENEZOLANO Y LOS NEGOCIOS CON IRÁN

                             

La captura en Alemania de un ex funcionario iraní portando un cheque de 300 millones de bolívares (70 millones de dólares) contra un banco venezolano, y cuyas circunstancias están por aclararse, pone en evidencia una vez más la poca transparencia en los negocios que el gobierno venezolano mantiene con otros países. ¿Qué hace este señor con un cheque de tan elevado monto en aquellas latitudes? ¿Es lavado de dinero? ¿Iba a negociar su contrapartida en dólares o euros, para burlar la normativa cambiaria venezolana? ¿Con quién? ¿Por qué allá? ¿pretendía evadir las medidas impuestas por la comunidad internacional contra Irán? ¿Hay funcionarios venezolanos metidos en este oscuro asunto?
Este episodio aún por esclarecerse pone de relieve la ejecutoria del gobierno del presidente Hugo Chávez en materia de sus relaciones política y económicas externas. De allí que valga la ocasión para subrayar la forma poco transparente y contraria a los intereses nacionales que ha mostrado en su manejo.
La conducta adelantada en este campo por el gobierno de Hugo Chávez, sin duda, es un tema de relevancia, por sus repercusiones concretas en la vida de la sociedad venezolana. Los desaguisados y su desprecio por los derechos económicos consagrados en el ordenamiento jurídico han dañado nuestro prestigio y credibilidad en el mundo. Tales dislates han tenido lugar en el marco de un cambio de las opciones estratégicas en materia de política internacional.
Venezuela, hasta el arribo a la presidencia de Hugo Chávez, mantuvo relaciones políticas y económicas amistosas y fructíferas con muchas naciones, dentro y fuera del hemisferio.
Los gobiernos democráticos de nuestro país se destacaron por ser escrupulosos en la observación de las obligaciones derivadas de aquellas relaciones.
La política exterior adelantada por Hugo Chávez años en sus comienzos, por inercia, no tuvo mayores cambios respecto de la política tradicional, aunque hubo algunos gestos que anunciaban otra orientación. La radicalización del debate político y las tensiones consecuentes condujeron a una profundización en la aplicación del proyecto político-ideológico del chavismo, cuyos efectos también se reflejaron en la explicitación de sus orientaciones y la conducta internacional.
Los nuevos y preferentes vínculos internacionales se hicieron más evidentes. Las afinidades ideológicas y los intereses geopolíticos con algunos gobiernos han sido determinantes. Así: Rusia, China, Bielorrusia, Irán, Irak, Libia y Siria. Y en Latinoamérica: Argentina, Brasil, Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Uruguay.  Con estos países se han firmado más de 200 convenios de los aproximadamente 350 que han sido aprobados mediante ley por la Asamblea Nacional.
Venezuela ha suscrito de manera preferente estos acuerdos (período 1998-2011) con Argentina, 15; Bielorrusia, 16; Bolivia, 27; Brasil, 17; China, 12; Cuba, 5; Ecuador, 25; Irán, 15; Libia, 5; Nicaragua, 7; Paraguay; 7; Rusia, 21; Siria, 18; Sudán, 5; Vietnam, 8, Uruguay, 18, y con otros países 119. De estos convenios se han derivado miles de contratos comerciales, en su mayoría adjudicados de manera directa, sin que medie un proceso licitatorio.
Con Cuba, los compromisos son abundantes, poco transparentes y alcanzan montos significativos, sobre todo, por concepto de petróleo. En éstos las ventajas y liberalidades de que goza ese país son escandalosas. Fuentes oficiales cubanas señalan que en 2008, los ingresos recibidos por concepto de servicios de salud a Venezuela alcanzaron la cifra impresionante de 6.460 millones de dólares. La ayuda económica a Cuba en 2009, fue calculada en más de 7.000 millones de dólares, equivalente al 14% del PIB cubano.
Con CHINA, se han suscrito alrededor de 340 compromisos (convenios y contratos), sobre las más variopintas materias, lo que contrasta con apenas 20 firmados hasta 1998. Decenas de empresas chinas han concretado un sinnúmero de contrataciones con PDVSA, BANDES, PEQUIVEN, CVG, CANTV, CORPOELEC, FERROMINERA, CAVIM, FONDAFA, TELESUR, MERCAL, DIANCA y muchas otras. Se admite oficialmente que hasta el año 2011 la deuda asumida llegaría a 32.000 millones de dólares, en la que se incluye un Fondo Conjunto de 12 mil millones de dólares con cláusulas implícitas “de amarre” respecto de suplidores chinos. Este Fondo, renovado por ley en 2012, habría financiado obras en las áreas de telecomunicaciones, vivienda, transporte, vialidad, electricidad, petróleo y agricultura.
El préstamo con China se paga con ventas de petróleo, las cuales montan en la actualidad a 600.000 barriles diarios. Mediante este mecanismo, las sumas correspondientes a esas ventas no ingresan a la caja de PDVSA, sino a una cuenta conjunta de aquel Fondo, de la cual China cobra el préstamo (capital, intereses y otros conceptos). De esta manera, China garantiza el repago del crédito otorgado. 
Las empresas chinas con negocios en Venezuela más importantes son: China National Petroleum Corporation (empresa mixta Sinovensa), Sinopec, China National Offshore Corporation, Petrochina Company Limited, State Grid, Citic Pacific, Tobglin Group, Haier, Goldwinn, Sinohydro, China Xian Electric Engineering, China Railway Engineering Corporation, China Shipbuilding Industries Corporation, China National Machinery & Equipment, el Banco Industrial y Comercial de China y el Banco de Desarrollo de China.
Con Irán se han firmado 265 acuerdos y contratos, de los cuales se habrían generado 56 proyectos en las áreas energética, agrícola, científico-tecnológica, económico-financiera y de desarrollo social, entre otras. Se ha reportado que los negocios entre ambos países alcanzarían la cifra de 20.000 mil millones de dólares. Muchos de estos compromisos se han asumido, a pesar de las sanciones que la comunidad internacional ha impuesto a Irán por sus proyectos no autorizados de desarrollo nuclear. Esto podría acarrear a Venezuela y sus empresas, similares sanciones o involucrarla en conflictos de graves consecuencias. Para el año 2008, las inversiones iraníes en Venezuela alcanzaron la cifra aproximada de 4 mil millones.
Recientemente, se ha revelado la información sobre el proyecto conjunto para levantar una industria de aviones no tripulados (drones), en la que estaría la empresa Aeronautic Industry Organization (AIO), propiedad del gobierno iraní y encargada del programa misilístico de ese país. Por otro lado, la empresa también iraní, Parchin Industries, instalada en la localidad de Morón, está especializada en la elaboración de combustible que emplean los misiles de mediano alcance desarrollados por ese país.
¿Con cuál de estos negocios tiene que ver el cheque incautado al ex funcionario iraní en Alemania? ¿Habrá alguna investigación al respecto en nuestro país?

EMILIO NOUEL V.

@ENouelV

email: emilio.nouel@gmail.com






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