miércoles, 16 de mayo de 2012

LOS CHINOS  SE PAGAN Y DAN EL VUELTO


EMILIO NOUEL V.

CHINA es un país con enorme peso en el mundo de hoy. Se ha convertido en un socio importante para los latinoamericanos. Su desmedida apetencia de materias primas lo ha llevado a buscarlas donde sea que ellas estén. Y Venezuela, con su petróleo, no podía quedar al margen de esta intensa búsqueda planetaria.

                            

China ha firmado con Venezuela varios Convenios (11) y un sin número de contratos (más de 300) a través de las empresas del Estado, lo que contrasta con los 20 instrumentos bilaterales firmados hasta 1998.

Decenas de empresas chinas han negociado contrataciones con PDVSA, BANDES, PEQUIVEN, CVG, CANTV, CORPOELEC, FERROMINERA, CAVIM, FONDAFA, TELESUR, MERCAL, DIANCA, entre otras.

Resulta llamativo el incremento de las relaciones comerciales de ambos países en la última década, al punto de que hoy es nuestro segundo socio comercial después de EEUU. En los días que corren los gobiernos venezolano y chino enmendaron el acuerdo del año 2009, que constituyó el Fondo de Financiamiento Chino mediante un segundo protocolo. Esta enmienda ha sido aprobada en primera discusión, y ninguna de las objeciones de carácter legal y de conveniencia formuladas por la oposición han sido oídas. Este acuerdo forma parte de lo que ambos gobiernos conceptúan como una alianza estratégica establecida en el año 2001. Este “mecanismo de cooperación financiera”, según sus creadores, tendría como objeto apoyar proyectos de desarrollo económico y social de Venezuela en un conjunto de áreas; desde industria, pasando por agricultura y energía hasta minería y tecnología.

El texto del acuerdo que pretende convertirse en ley, menciona los órganos ejecutores de las previsiones establecidas en él, a saber: las instituciones financieras: el Banco de Desarrollo de China (“el Prestamista”), por una parte, y por la otra, el Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela y el FONDEN (“el prestatario”); y los “órganos comercializadores”: la Corporación China de Petróleo (el comprador) y PDVSA (“el vendedor”).

Según los gobiernos, el Fondo creado recibe los recursos que aportarán los dos países. El monto total es de 12 mil millones de dólares, de los cuales 8 mil son de origen chino y 4 mil venezolano. “El prestamista” y FONDEN aportarán en dos partes, las cantidades señaladas.

Ahora bien ¿de qué manera los recursos financieros prestados por China serán pagados por Venezuela?

Pues, con los pagos generados en las ventas de combustible y/o petróleo crudo que PDVSA haga a la Corporación China de Petróleo.

Es de puntualizar que tales pagos no entrarán a la caja de PDVSA, ni al Banco Central de Venezuela, ni a ningún ente venezolano. Las cantidades de dinero recibidas por el petróleo vendido (las ventas no serán menores a 230 mil barriles diarios), ingresarán en una “cuenta de cobro” abierta por “el prestamista” y “el prestatario”, de la cual se pagará el capital, los intereses y otros montos correspondientes al préstamo otorgado por el “El prestamista”, es decir, China.

Es decir, que los dólares provenientes de aquellas ventas petroleras a China, no tendrán otro destino que el de ingresar a la cuenta en cuestión, por estar amarrados al pago del préstamo.

Con este mecanismo, China, ni corta ni perezosa, garantiza el reembolso del préstamo otorgado, toda vez que ella se paga y da el vuelto, como diríamos por estos lares, todo lo cual dice mucho de “la confianza” que tienen los chinos con el gobierno venezolano. Con este mecanismo, ciertamente, el acuerdo está blindado, como diría el diputado chavista Cepeda. Blindado, sí, pero para los chinos.

Es de interés subrayar que el préstamo chino está programado para dos fases o tramos (A y B) de 6 mil millones cada uno. Pasar de una fase a la otra, sólo podrá realizarse si los fondos de la primera fase han sido pagados en su totalidad y a satisfacción de “El prestamista”. Por cierto, tales desembolsos ya se produjeron.

Por otro lado, llama la atención una disposición contenida en el artículo 5 del acuerdo, relativa al retorno del préstamo.

Allí se puede leer esta perlita: “Las autoridades legislativas y ejecutivas de la República Bolivariana de Venezuela, garantizarán, a través del ordenamiento jurídico, que mientras el presente Acuerdo esté en vigencia, la estructura del mencionado reembolso y las transacciones contempladas según los términos del presente acuerdo, cumplan con la legislación de la República y sean implementadas sin problemas.” (subrayado mío)

Pregunto: ¿Cómo es que el poder ejecutivo venezolano firma un acuerdo con otro país y compromete al poder legislativo a garantizar la estructura del mencionado reembolso y las transacciones contempladas, así como el cumplimiento de la legislación, a los fines de una implementación sin problemas?

¿Es que en nuestro país definitivamente se fundieron en un solo poder la Asamblea y el gobierno?

Esta estipulación del Acuerdo, a todas luces, constituye un exabrupto escandaloso, porque sin rubor alguno se desconoce la separación constitucional de los poderes del Estado, aunque ya sabemos cómo ésta es inexistente en la práctica en nuestro país.

El Poder Ejecutivo tiene sus atribuciones establecidas y puede negociar y suscribir los tratados, y luego ratificarlos después de ser aprobados por la Asamblea. Pero de ningún modo puede colocar como garantes de obligaciones asumidas por él, a otros poderes del Estado, como está plasmado en el texto en comento.

De aprobarse mediante ley el acuerdo en los términos señalados, estaría ya más que claro que los chavistas de la Asamblea asumieron hasta frente a otros países, su papel de segundones, de lacayos del poder autocrático del presidente, hasta el punto de que éste contrae obligaciones en su nombre.

Todo esto sin hablar de las violaciones a leyes nacionales (Ley Orgánica de la Administración Financiera del sector público, por ejemplo) y de si los recursos financieros recibidos serán invertidos para proyectos productivos que nuestro desarrollo demanda.

Ciertamente, vivimos tiempos ignominiosos. La factura política será gorda para los que cometen estos desatinos. Tan gorda como los miles de millones de dólares que hemos tomado prestado.



EMILIO NOUEL V.



@ENouelV

EMAIL: emilio.nouel@gmail.com


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