jueves, 26 de enero de 2017


        ¡SORPRESAS TE DA LA CHINA!
            
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No hay periódico en el mundo en donde uno no se encuentre con un análisis sobre lo que está sucediendo o pudiera ocurrir en las relaciones internacionales del planeta a partir de los más recientes sucesos políticos y económicos que han tenido lugar en los países más poderosos, las potencias que siguen determinando el curso de los acontecimientos humanos.

Basta ver los cientos de artículos que sigue suscitando la llegada de Trump a la presidencia del país que más incide en el entorno global. La inquietud que produce la incertidumbre sobre lo que vaya hacer en la Casa Blanca, tiene a todas las cancillerías, los organismos internacionales y al mundo empresarial transnacional, de cabeza, tratando de escrutar el futuro que nos depara su ejecutoria gubernamental. 

Ya hemos visto cómo en sus primeros días el señor Trump ha reafirmado sus disparatadas promesas electorales.

En Europa, la misma preocupación no cesa por causa del auge de los movimientos ultranacionalistas liderados por demagogos que persiguen liquidar ese gran logro histórico, la Unión, los cuales con el triunfo del magnate Trump se han venido arriba.

En Coblenza se reunieron en estos días que corren y han llegado a afirmar que el mundo está cambiando, pero en el sentido que ellos desean, es decir, hacia al nacionalismo a ultranza, rechazando todo lo extranjero y repudiando las organizaciones levantadas por el llamado orden liberal de postguerra. Sus programas contemplan un repliegue sobre sus fronteras internas, un volcarse hacia adentro, a un desarrollo económico endógeno, sin pensar que la reacción de los demás sería del mismo tenor, generándose así, un enfrentamiento que podría tener consecuencias globales nefastas en todos los órdenes de la vida.

Hoy leemos titulares como éstos: “Incierto mundo”, “Occidente se repliega”, “Pronóstico oscuro para EEUU”, “El suicidio anglosajón”, Blitz commercial krieg”, “Trump, el enemigo número uno de México”. “Reino Unido fuera del Mercado común”, “Trump contra Europa”, “Era del desconcierto” y así tantos otros.

Visto lo visto en estas últimas semanas, no sé si aun se siga creyendo a pie juntillas en que el Trump de la campaña electoral será otro en la oficina oval y que las instituciones de la democracia estadounidense podrán frenar cualquier desaguisado del inefable personaje.

Por el bien de todos espero que quienes así piensan no se equivoquen, incluyéndome entre ellos, pero sin dejar de albergar muchas dudas.

Lo más cierto de todo esto es que a nuestro hemisferio le esperan tiempos problemáticos.

Por lo pronto, México está siendo impactado económicamente de forma negativa, y su dirigencia ha empezado a poner cortafuegos a lo que se le vendría encima. Los países que poca relación comercial tienen con EEUU no se están viendo afectados, o muy poco, como es el caso de Argentina.

Si llegare a concretarse el plan de Trump de denunciar el TLCAN (NAFTA), las repercusiones serán sustanciales para la integración de Norte América. Ello representará un retroceso de incalculables consecuencias, particularmente, para los mexicanos.

EEUU y Canadá igualmente se perjudicarán con este paso, a mi juicio, en falso. Los canadienses, sin embargo, están ya tomando sus precauciones.

Ocurrirá lo mismo con el Acuerdo Transpacífico que poco tiempo tiene de suscrito. Como se sabe, a este Acuerdo pertenecen varios países de nuestro hemisferio. El mayor volumen de negocios del planeta se realiza en esta área, y resulta absurdo que un país como EEUU, adalid inveterado del libre comercio, se aísle. Imagino que los asesores de Trump no esperaran que haya una apertura sin restricciones de ese mercado para los productos estadounidenses, si EEUU, a su vez, se cierra a los que proceden de aquel.

Para Venezuela, los anuncios de Trump, más allá de los de carácter político, en lo económico-comercial se desconocen. Nuestra relación fundamental está en el campo energético y lo demás son las importaciones de otros productos (manufacturados) que hacemos desde Venezuela. Trump acaba de autorizar varios oleoductos cuya construcción paralizó Obama.

En materia de inversiones norteamericanas en Latinoamérica, es de esperarse también alguna repercusión, habida cuenta de las insólitas amenazas proferidas por el magnate contra las empresas transnacionales automotrices de EEUU.

En el mundo entero se abre una nueva época de concretarse lo anunciado por el nuevo presidente.

En la reunión del Foro Mundial de Davos, el presidente Xi JinPing se convirtió en el primer defensor de la globalización y cuestionador del proteccionismo económico-comercial que parece entrar en auge.

¿Estarán dejando los norteamericanos y europeos el campo libre a la China para que se imponga en el ámbito internacional económico?  

¿El capitalismo global pasará a manos entonces de un país que se autodefine comunista?

¡Sorpresas te da la China!



EMILIO NOUEL V.

@ENouelV  

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