MADURO EN MERCOSUR: DESESPERACIÓN, POCA DIGNIDAD, PENA AJENA
Resulta realmente bochornoso el sainete montado por la canciller
de Venezuela en reciente reunión de Mercosur en Uruguay.
Presentarse de manera intempestiva a un encuentro al que no
había sido invitada formalmente, muestra la clase de gente que dirige en mala
hora los destinos de nuestro país.
No respetan las formas, no miden las consecuencias, les
importa poco acrecentar aun más el desprestigio del país ante el mundo, mucho
menos tienen siquiera una pizca de dignidad.
Y no había sido invitada, mejor dicho, no había sido
convidado su gobierno, simplemente porque hay fundadas dudas, y en algunos la convicción,
respecto del compromiso de aquel con los principios y obligaciones de carácter comercial
del bloque y de respeto a la democracia y los DDHH.
Cuando se permitió el ingreso de Venezuela a Mercosur de
manera irregular violentando el ordenamiento jurídico (artículo 20 del Tratado
de Asunción), hecho admitido por el señor Pepe Mujica, ex presidente de Uruguay, el gobierno de Chávez entonces y luego
el de Maduro después, estaban obligados a poner en vigor un conjunto nutrido de
dispositivos legales en un plazo determinado, lo cual, por incompetencia,
desidia e ignorancia del anterior Asamblea Nacional, dominada por el chavismo, no se cumplió.
A ello se suma que el gobierno, demostrando gran
irresponsabilidad y falta de seriedad, se autoexcluyó de las negociaciones comerciales
con la Unión Europea.
Sobrada razón tienen los demás miembros cuando se preguntan
justificadamente qué papel juega el gobierno venezolano en Mercosur, visto lo
visto.
¿Qué necesidad habría entonces de invitar a un gobierno que
muestra tal displicencia sobre asuntos tan cruciales para el futuro económico de
las naciones que conforman el Mercosur?
Por otro lado ¿cómo reunirse con un gobierno cuya conducta antidemocrática
e inconstitucional choca con los principios establecidos en los Protocolos de
Ushuaia sobre la democracia y del sistema interamericano de protección de los
DDHH?
¿qué valor puede agregar al bloque un gobierno que se comporta de tal suerte?
Desde hace mucho lo hemos subrayado. El gobierno venezolano
actual ha ido en sentido contrario a los valores que animaron a ese proyecto
integrador.
Con sus amigos Lula, Mujica, Lugo y Kirchner, el chavismo
pretendió cambiar a Mercosur y hasta cierto punto lo logró. Por supuesto, en
detrimento del régimen mercosuriano. Éste se ideologizó y se estancó.
Mientras el mundo se iba abriendo cada vez más a las
corrientes comerciales y de inversiones, el Mercosur revivía conductas proteccionistas
y se cerraba sobre sí mismo, quedando rezagado respecto de otros países del
hemisferio.
Pero como se sabe, las tornas cambiaron en la región, afortunadamente,
y los nuevos gobiernos del bloque comienzan a llevar las aguas de nuevo a su
cauce. Otras orientaciones se imponen, contrarias a la ideología que
obstinadamente sigue sosteniendo el gobierno de Venezuela.
De allí que no se comprenda el afán de éste en presidir una
organización internacional con la que tiene esenciales y fundamentales
diferencias, a menos que sólo busque no aparecer tan aislado ante la región,
como de hecho lo está, porque le conviene en esta hora, para él, aciaga,
presionado por todos los flancos, y una vez perdida en gran parte la influencia
de su petrodiplomacia.
El show escenificado en Montevideo por la señora Delcy Rodríguez
es patético. Es desesperación y poca dignidad. Pena ajena.
EMILIO NOUEL V.
@ENouelV
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