EL FALSO DILEMA Y EL
MANTRA “SOMOS MAYORÍA”
Luego del resultado tablas del 8D, que, sin embargo, permitió
avanzar institucionalmente a las fuerzas democráticas y asentar su base político-electoral,
algunos en la oposición, incluso dirigentes de alta exposición mediática, están
planteando un falso dilema político.
Se les oye decir, desde una perspectiva cuestionadora, que para la oposición democrática no se trataría de fortalecer y
consolidar una fuerza política, que lo que importa es la captura del poder.
No sabemos si tal opinión es producto o de un enfoque, a mi
juicio, errado pero honesto del asunto, o si detrás se esconde un propósito político
subalterno, una manera de torpedear a los que han liderado la Unidad hasta
ahora, y así erigirse en alternativa de
recambio.
No sé, digo yo, desde mi modesta esquina, que en política es
condición sine qua non, crucial, crecer, fortalecer y consolidar una fuerza para
luego acceder al poder.
A menos que se esté buscando echar mano de los atajos o de cualquier
medio express, aquella esa es la
norma.
Tengo para mí que la vía, en política, es la acumulación suficiente
de fuerzas de manera que podamos, en consecuencia, incidir en los
acontecimientos.
Es por ello que no veo cúal es el dilema entre crecer y
consolidar una fuerza y luchar por el poder.
En el mismo sentido que comentamos, se oye igualmente decir,
que la oposición venezolana tiene “complejo de minoría”, y que haría falta
asumir y repetir el mantra de que “somos
mayoría” para que el milagro de arribar a Miraflores se opere.
Este es otro mito que como tal no resiste un contraste con la
realidad. Si fuéramos mayoría determinante, ya hubiéramos salido de la pesadilla que nos atormenta, pero no lo somos.
Algún especialista por allí defiende tal tesis. Pareciera que
para él, todo se reduce al mundo de las percepciones, que obviamente, son
importantes, pero si no tienen un anclaje en las realidades, el “Somos mayoría”,
hagas lo que hagas, tiene las patas cortas.
Uno de los corolarios del lema de marras es que todo político
deberá hablar “golpeado”, decir cualquier disparate, no importa si se propala
una falsedad o una media verdad, que tarde o temprano se revertirá contra el
que la dijo, todo se vale; eso sí, con
cara muy seria, grave, dramática y hasta telenovelérica. “Somos mayoría” y
punto. Con proferir el mantra, de manera mágica se hará la luz.
Estas visiones descaminadas o interesadas no se explican si
no las enmarcamos en el “toma y daca” dentro de la oposición; por cierto, algo
natural que no es tampoco para cortarse las venas, aunque a veces preocupan.
Ya vemos en los balances del 8D cómo esos desencuentros se expresan.
Hasta han llegado absurdamente a atribuir a la MUD el nivel de abstención. Por
Dios! Mayor disparate no puede haber. Pero
así son las cosas cuando del poder se trata.
Por encima de estas escaramuzas, lo importante es la Unidad
en lo sustantivo. Habrá que hacer los ajustes y afinaciones que sean necesarios
en una estrategia que ha sido la correcta en líneas generales.
Debemos estar atentos a no dejarse llevar por dilemas falsos,
ni caer en voluntarismos o "maquiavelismos" burdos, cuyos pies de barro pronto se evidenciaran en fracasos y amargas decepciones.
EMILIO NOUEL V.
@ENouelV
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