Emilio Nouel
Jueves, 19 de febrero de 2009
Escríbanlo: No pasarán muchas semanas antes de que el gobierno distraiga a las fuerzas democráticas con un nuevo asunto que les consuma tiempo y energías. Ésa es su línea de acción, lo indica el manual: no dar respiro, ni descanso al contrario, para mantenerlo ocupado y desgastarlo en todo momento.
De modo que la intención de acosar y cercar a los opositores seguirá su curso, a veces de forma escandalosa y otras imperceptible; podrá bajar la intensidad un tiempo, pero luego subirá, es la naturaleza de quienes nos desgobiernan, es su sino.
Entonces ¿Cual será la próxima distracción, el siguiente señuelo? ¿Cuál la nueva sorpresa que nos tiene guardada el señor Presidente? ¡Vaya usted a saber¡ Mientras tanto, ya sabemos que la campaña electoral de 2012 está abierta, y que voces gubernamentales están llamando al diálogo con la oposición. ¿…..? Por otro lado, en pocos meses tendremos las elecciones de concejales, y hay que ponerse a cargar las pilas, no vaya a ser que volvamos a reaccionar tarde, lo que sería imperdonable.
Sea lo que sea, con seguridad, veremos salivando a los medios, incluso los de la oposición. Le dedicarán horas de transmisión y ríos de tinta a la nueva jugada política que vendrá de Miraflores.
Observaremos a políticos y analistas devanarse los sesos tratando de escudriñar por dónde vienen los tiros o qué maniobra está detrás de qué cosa, y serán, obviamente, requeridos por "El ciudadano", "La profesora" o Miguel Ángel, para que les respondan acerca de lo que puedan ser las razones profundas de tal o cual movimiento gubernamental.
¡Ojalá, Dios, no nos dediquemos únicamente a dar respuesta a las iniciativas de Chávez, en lugar de hablar, con acciones propias, a la mayoría que está esperando una oferta política distinta¡ ¡Ojalá tampoco nos consumamos en rencillas estériles o nos enredemos en pequeñeces¡ ¿No vale la pena entonces ir pensando desde ya en el próximo capítulo de esta inacabable y trágica telenovela que vivimos? ¿Están los líderes de la oposición haciendo el esfuerzo de convergencia y entendimiento que esta grave circunstancia demanda? Son apenas 5 meses los que quedan para la elección de concejales, y si le restamos el tiempo de campaña, el tiempo se reduce a 3, o sea, la tenemos encima.
Ciertamente, estamos agotados, obstinados, de tanta elección. No es descabellado pensar que algunos abstencionistas tengan en el agotamiento la causa de su conducta pasiva.
¿Se ha tomado conciencia verdadera y sincera de la necesidad imperiosa de la unidad de las corrientes democráticas de cara a los eventos comiciales que se avecinan? Somos 5.200.000, repito, 5.200.000 almas dispuestas a conquistar una democracia plural, dialogante y de respeto del otro. Somos 5.200.000 ciudadanos que aspiramos a un amplio bienestar económico y social de toda la familia venezolana. En fin, somos una mitad del país votante que desea vivir en paz, con gobernantes de verdad, decentes, que les duelan los problemas y actúen con responsabilidad y competencia.
No comprendemos, por tanto, el achicopalamiento que ha asaltado a algunos. No nos lo podemos permitir, nuestro futuro no lo consiente.
No hay tampoco lugar ni tiempo para la búsqueda de culpables, ni para achacar a otros nuestras propias faltas. Pongamos el foco y nuestros esfuerzos en lo fundamental, en aquello que nos permitirá salir lo más pronto posible de esta pesadilla interminable. No nos distraigamos con temas menores (captahuellas o conexiones wi fi). El gobierno sabe el rechazo que hay de estas irregularidades y lo utiliza en su guerra sucia, haciendo correr por Internet y otros medios, cada vez que hay una elección, bolas de toda naturaleza para estimular la abstención y cabrearnos.
De allí que lo sustancial sea lograr el respaldo mayoritario de la población, ése es nuestro Norte, y eso sólo se logra –lo reiteramos por enésima vez- con una propuesta política poderosa y atractiva que vaya al encuentro de las mayorías. Ésa es la única forma de derrotar el ventajismo corrompido del gobierno, y la alcahuetería y obsecuencia de los que dirigen las demás instituciones del Estado, en especial, la que se encarga de lo electoral, el CNE.
Con una mayoría determinante, que aún no la tenemos, no habrá trampa que valga, ni doblecedulados, ni tintas no indelebles. Es verdad, perdimos el último referéndum, no avanzamos lo que hubiéramos querido, pero ahí vamos, con un bloque de roca inconmovible que no creo que vaya a bajar de 45 % SI hacemos bien los deberes.
¿Es inalcanzable ser mayoría en la Asamblea Nacional el próximo año?
En este camino que será exitoso, debemos estar alertas, desde ya, para las nuevas distracciones que vendrán de "allá" para "acá". Apartemos el desánimo y la irracionalidad. De este lado, estoy convencido, hay más inteligencia, cordura y, sobre todo, más juventud.
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