¿LAS SANCIONES INTERNACIONALES SON CAUSANTES DE LA FALTA DE GASOLINA EN VENEZUELA?
Emilio Nouel V.
En la opinión pública nacional e internacional
rueda la fábula de que en Venezuela no hay medicinas, alimentos, repuestos,
electricidad, agua y gasolina, entre otros productos y servicios, por causa de
las sanciones internacionales acordadas en contra de los tiranos que usurpan el
poder. Hasta se llega a hablar de bloqueo siguiendo la retórica mentirosa que le
sirvió al castrismo cubano largo tiempo para presentarse como víctima.
No obstante, lo más llamativo para cualquiera que
se asome a la tragedia que vive nuestro país petrolero es la carencia de
gasolina. Situación insólita, incomprensible, absurda.
No hace falta esforzarse mucho para demostrar que
la causa fundamental del descalabro económico venezolano y de su industria
energética en particular, es una conducción gubernamental funesta, consecuencia
de la ignorancia y la incompetencia, amén de una ideología letal que puso en
práctica durante dos décadas una horda de desalmados.
No son las relativamente recientes sanciones las
que nos han hundido como país, a pesar de que algunos, no solo desde
Miraflores, quieran convencernos de lo contrario.
Las cifras del país están a la luz, y basta examinarlas
superficialmente para constatar que el desastre arrancó hace muchos años, antes de las sanciones. Una ideología demencial, estatista, colectivista y
expropiadora acabó con nuestra estructura productiva.
Al oír decir que la gravísima situación de falta
de gasolina se debería atribuir a las sanciones mencionadas, no le queda a uno
sino compararnos con Irán, país que tiene sanciones desde hace más de 40 años,
pero que sigue produciendo petróleo y hasta nos vende gasolina, que, por
cierto, pagamos con oro.
Las sanciones contra los jerarcas del régimen
tiránico chavista comenzaron en 2017.
Las de EEUU, en 2017 y 2018, de carácter financiero y comercial y por
razones políticas y de corrupción, dirigidas a funcionarios del gobierno, y las
de la Unión Europea, en 2017 (embargo de compra de armas), y en 2018, contra
funcionarios gubernamentales por elecciones no justas y libres. Es decir, que para
Venezuela, las sanciones tienen 3 años de vigencia. En ese momento, Venezuela
ya producía aproximadamente 1 millón cien mil barriles diarios, cuando en 2011
produjo el doble, 2 millones 400 mil aproximadamente. Debe recordarse que
cuando Chávez llegó al gobierno la producción alcanzaba 3.5 millones de barriles.
Vayamos al caso de Irán.
Las primeras sanciones tanto de EEUU como de la
Unión Europea, comenzaron en 1980, después de la revolución de los ayatolas. A
estas se agregan, desde entonces, las de 1987, 1995, 2006 (del Consejo de
Seguridad de las NNUU), 2010, 2011, 2012, y la más reciente este año 2020, por
parte de EEUU. Estas sanciones han sido,
prácticamente, de toda naturaleza. Financieras, bancarias, comerciales,
nucleares, equipos para enriquecimiento de uranio, etc., excepto las de
naturaleza humanitaria.
Y uno se pregunta: ¿Dejó Irán de producir petróleo
y gasolina a causa de las múltiples sanciones? ¿Los iraníes destruyeron su
industria petrolera como sí lo han hecho los chavistas en Venezuela?
Veamos las cifras iraníes de producción y
exportación de petróleo.
Desde 1986 hasta el 2012 (año de nuevas
sanciones), Irán mantuvo su exportación de petróleo en unos niveles en ascenso
y estables, a pesar de las sanciones en vigor. En 2018, alcanzó casi 4 millones
de barriles diarios producidos, después de dos años de caída de la producción (cifras
del Banco Central de Irán e ÍNDICE IATBXOIL).
Desde 1996 hasta 2017, Irán se ha mantuvo, según
la OPEP, en un rango de exportador de petróleo de alrededor del 8 % del total
de exportación de todos los miembros de esa organización.
En 2019, las exportaciones petroleras iraníes
alcanzaron unos niveles inesperados, según lo reporta Royal Global Energy. El 22% fue a China, el 18% a Unión Europea,
14% a Japón, 13% a India y 10% a Corea del Sur, entre otros destinos.
Un país sancionado durante tantas décadas como Irán, por lo visto, y con sus altibajos, no ha destruido su industria energética. Esta sigue funcionando.
¿Cómo es entonces que la de Venezuela esté
destruida, supuestamente, con apenas 3 años de sanciones a jerarcas del régimen y un año a PDVSA? La exportación de
crudo ha caído a los niveles de comienzos del siglo XX. Y sobre la carencia de
gasolina no hay nada más que agregar, el drama está frente a nosotros a diario.
El transporte de personas, productos y alimentos, ha devenido una calamidad
social, que comienza a movilizar en protesta a la gente a lo largo y ancho del país.
¿Es culpa de las sanciones la destrucción de
nuestras refinerías y por eso no tenemos gasolina? ¡A otro perro con ese hueso!
Aquí, no hay más responsable que tiranos incompetentes y ladrones que
aún siguen en Miraflores, que como siempre en estos casos, echan las culpas propias a terceros
y pretenden resolver el problema aprobando leyes bufas como la que llaman de
“antibloqueo”, cuyo objetivo es solo presentar una imagen engañosa ante el mundo.
Los problemas de la gasolina, la electricidad, la
hiperinflación, la incompetencia y la corrupción, por solo mencionar estos pocos
asuntos, no tendrán solución con la gentuza usurpadora del gobierno que nos
oprime. Solo su salida permitirá que iniciemos un proceso de recuperación
institucional en libertad y hacia la prosperidad anhelada.