UNA TELENOVELA LLAMADA BREXIT
Frente a lo que ocurra con la hasta ahora exitosa experiencia
europea de integración no podemos estar indiferentes.
Llama mucho la atención que un país como el Reino Unido continúe
dando un espectáculo tan lamentable en lo de su salida de la Unión Europea.
Aparte de los que siguen en sus trece defendiendo lo
indefendible, muchos de los que fueron deslumbrados con promesas de que al
excluirse del proceso integrador europeo iban a estar mejor, se han venido
dando cuenta de que aquellas eran solo quimeras vendidas por unos
anti-europeístas equivocados. Crece ya la convicción de que las consecuencias
que traerá consigo esa malhadada idea, de concretarse, serán nefastas para la
economía y el bienestar de los ciudadanos británicos.
La insistencia, más bien la terquedad, del gobierno británico
en tratar de conseguir la cuadratura del círculo en todo este embrollo, no
podía obtener otro resultado que el que estamos viendo. Una tras otra han sido
rechazadas por un Parlamento dividido que luce extraviado, las 4 propuestas de
la Primer Ministro May. Y la economía
sigue resintiéndose augurando tiempos peores.
Por su parte, las autoridades de la Unión Europea, en una
suerte de pulso bien calculado, han ido llevando adelante todo este grave
asunto. Y hasta muy generosas y comprensivas se han mostrado con el RU.
Lo último es que la fecha prevista para la salida ha sido
prorrogada por el Parlamento. Pasaría del 29 de Marzo al 30 del mes de Junio. Pero
esta extensión implicaría la aprobación del plan de May, que ha sido rechazado
varias veces.
Sin embargo, se atraviesan en Mayo las elecciones del
Parlamento europeo. Si el Reino Unido ha decidido irse de la Unión ¿qué sentido
tendría participar en esos comicios?
De todos modos, aquella prórroga deberá ser aprobada por los
27 países de la Unión, los cuales andan más que empachados del tema.
En todo esto empieza a tomar fuerza la propuesta de hacer
otro referéndum que ratifique o no el Brexit, lo cual, a mi juicio, debería ser
lo más conveniente. Para esto se
requiere entonces también una prórroga. Hay una enmienda formulada por una
parlamentaria británica en tal sentido. No obstante, esa posibilidad también
fue rechazada por el Parlamento.
Este absurdo sainete, suerte de culebrón al estilo de las
telenovelas latinoamericanas, era inconcebible en un país de la categoría del
RU, que uno pensaba resolvería estos problemas de una manera más responsable y
seria. Por supuesto, el inefable populismo, con su alta carga de prejuicios de
diversa naturaleza, no es ajeno a esta deriva sin sentido.
Para algunos ese curso accidentado hacia la salida de Europa
no tendría lugar porque murió. El diario el País habla de un “Brexit moribundo”. The Economist señala que el país se ha
percatado al fin del momento desastroso en el que está en este momento.
Lo mejor que pudiera suceder es que se vuelva a consultar al
pueblo.
Soy de los que cree que el Brexit es un monumental error. Que
los que lo vendieron embaucando a muchos acerca de sus supuestos beneficios
y como una suerte de panacea, estaban y
siguen estando equivocados.
Ojalá fracase definitivamente esa desdichada idea, para el
bien del RU y de Europa. Pero para ello se precisará que cesen las complejas
trabas políticas, institucionales y legales que están presentes en este enredo
gigantesco. Sin duda, de no resolverse este embrollo pronto, el descrédito
arrastrará no solo a los británicos, también a Europa. Los equilibrios
mundiales demandan una Europa unida, próspera y ejemplo de democracia.
EMILIO NOUEL V.
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