jueves, 21 de marzo de 2019


                         ¿ES UNA BUENA IDEA PROSUR?



El presidente chileno, Sebastián Piñera, recientemente ha propuesto una organización internacional que sustituiría a esa entelequia que lleva por nombre UNASUR. La nueva se llamaría PROSUR. 

Para ello ha convocado a una reunión en Santiago, que tendría lugar el próximo 22 de Marzo. Piñera define al ente propuesto  como “foro democrático de diálogo” para romper con la inamovilidad en materia de integración suramericana.

Allí estarían presentes, en principio, los presidentes de Brasil, Argentina, Paraguay, Colombia, Perú y Ecuador.

Como se sabe, UNASUR fue una idea originaria de los brasileños, que luego Hugo Chávez la asumió y la empujó para que se concretara.

Inicialmente, se llamó Comunidad Sudamericana de Naciones y se constituyó en 2004, en el Cuzco, Perú. La conformaron los países de la CAN, los de Mercosur, Chile, Guyana y Surinam.

Allí se habló de que la organización serviría para el diálogo y convergencia política, el libre comercio, la integración física y energética. En pocas palabras, se trataba de una instancia integradora. ¡Otra más!

Pero 4 años después cambia de nombre y se redacta un nuevo tratado. El  objetivo de este: “construir una identidad y ciudadanía suramericana y desarrollar un espacio regional integrado”.

No se entiende porqué se modificó la denominación, se dice que fue Chávez quien lo propuso. En cualquier caso, parecía que una vez más los latinoamericanos hacíamos gala de una enfermedad crónica en esta materia: por un lado, el refundacionismo perenne, y por otro, el nominalismo.

Creemos que cambiando el nombre de las cosas o recomenzar una y otra vez los proyectos, sin finiquitar los anteriores, se modifica automáticamente su naturaleza o los resultados.

Lamentablemente, la integración en nuestra región, durante décadas, ha adolecido de ese nefasto defecto, del que pareciera que en los últimos tiempos las elites políticas comienzan a tomar conciencia.  
La performance de UNASUR y de quienes la manejaron ha sido lastimosa. Fue una organización al servicio de una ideología. La de sus creadores: Lula, Kirchner, Chávez y Correa, entre otros. Una camarilla de populistas de izquierda. 
Quizás no pudo ser otro el resultado obtenido, habida cuenta de sus aspectos de fondo estructurales y organizativos.
No podía entonces contribuir con el fortalecimiento del comercio regional y otros temas materiales que hubieran creado lazos poderosos entre los países, ni conducir a una verdadera y pragmática integración. Se concentró en lo político e ideológico, y por tanto, al servicio de un grupo de gobernantes populistas. Lo mismo que ocurrió también en Mercosur, que lo llevó a su estancamiento y desprestigio, y también lo sucedido con otra entelequia que pretendió manipular el mismo grupo político, la CELAC.
La creación de UNASUR no se justificaba desde ningún punto de vista. Era innecesaria al existir ya otras instancias integracionistas, que debían cumplir con sus objetivos para luego confluir en una integración mayor y de carácter hemisférico.
A su descrédito e inutilidad, UNASUR sumó la deshonra de colocar a su cabeza, a uno de los políticos más corruptos del continente, a quien luego erigió una estatua a la entrada de su sede en Quito: Néstor Kirchner. (Afortunadamente el actual presidente de Ecuador, ha dicho que la quitará y destinará la sede a una Universidad). 
El contenido preciso y la naturaleza de lo que se propone, más allá de algunas ideas generales, no lo conocemos.
Es muy probable que el presidente Piñera tenga la idea de una organización pragmática, flexible y abierta, lo cual es una orientación correcta.  
Según su canciller, Roberto Ampuero, el Presidente desea reactivar la integración, al percatarse que Unasur tenía fallas muy difíciles de subsanar, particularmente, porque se “sobreideologizó”; y eso no la hacía avanzar. En tal sentido, quiere crear una instancia integradora que aprenda del pasado y que, por lo tanto, no sea ideológica, con una estructura liviana, poca burocracia, no onerosa y con tareas concretas.
No obstante, cabe expresar dudas respecto de si sea necesaria y conveniente la creación de esa nueva organización, cuando ya disponemos de otras para el diálogo hemisférico y regional, y en el ámbito de la integración económica, como la OEA, Mercosur, CAN y Alianza del Pacifico.  
En muchas ocasiones he dicho que el camino de la integración latinoamericana se parece al mito de Sísifo. Es un eterno recomenzar, de refundar organizaciones, de hacer cambios de nombre, y el resultado ya lo conocemos.
El mundo de hoy nos conmina a no seguir pensando en marcos de relacionamiento internacional estrechos, llámense latinoamericanos o suramericanos. Los modelos de integración cerrados geográfica y arancelariamente ya no tienen sentido. Los países de nuestro continente deben de una vez por todas avanzar audazmente hacia la integración global, acelerando a la vez la integración hemisférica.  
La preocupación del presidente Piñera es legítima y su invitación debe ser atendida.  Sin embargo, vale la pena pensar detenidamente si una nueva organización es necesaria y si ella aportaría fuerza al impulso que precisamos para la integración global. 


EMILIO NOUEL          

viernes, 15 de marzo de 2019


                     UNA TELENOVELA LLAMADA BREXIT

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Frente a lo que ocurra con la hasta ahora exitosa experiencia europea de integración no podemos estar indiferentes. 

Llama mucho la atención que un país como el Reino Unido continúe dando un espectáculo tan lamentable en lo de su salida de la Unión Europea.

Aparte de los que siguen en sus trece defendiendo lo indefendible, muchos de los que fueron deslumbrados con promesas de que al excluirse del proceso integrador europeo iban a estar mejor, se han venido dando cuenta de que aquellas eran solo quimeras vendidas por unos anti-europeístas equivocados. Crece ya la convicción de que las consecuencias que traerá consigo esa malhadada idea, de concretarse, serán nefastas para la economía y el bienestar de los ciudadanos británicos.

La insistencia, más bien la terquedad, del gobierno británico en tratar de conseguir la cuadratura del círculo en todo este embrollo, no podía obtener otro resultado que el que estamos viendo. Una tras otra han sido rechazadas por un Parlamento dividido que luce extraviado, las 4 propuestas de la Primer Ministro May.  Y la economía sigue resintiéndose augurando tiempos peores.

Por su parte, las autoridades de la Unión Europea, en una suerte de pulso bien calculado, han ido llevando adelante todo este grave asunto. Y hasta muy generosas y comprensivas se han mostrado con el RU. 

Lo último es que la fecha prevista para la salida ha sido prorrogada por el Parlamento. Pasaría del 29 de Marzo al 30 del mes de Junio. Pero esta extensión implicaría la aprobación del plan de May, que ha sido rechazado varias veces.

Sin embargo, se atraviesan en Mayo las elecciones del Parlamento europeo. Si el Reino Unido ha decidido irse de la Unión ¿qué sentido tendría participar en esos comicios?

De todos modos, aquella prórroga deberá ser aprobada por los 27 países de la Unión, los cuales andan más que empachados del tema.  

En todo esto empieza a tomar fuerza la propuesta de hacer otro referéndum que ratifique o no el Brexit, lo cual, a mi juicio, debería ser lo más conveniente.  Para esto se requiere entonces también una prórroga. Hay una enmienda formulada por una parlamentaria británica en tal sentido. No obstante, esa posibilidad también fue rechazada por el Parlamento.

Este absurdo sainete, suerte de culebrón al estilo de las telenovelas latinoamericanas, era inconcebible en un país de la categoría del RU, que uno pensaba resolvería estos problemas de una manera más responsable y seria. Por supuesto, el inefable populismo, con su alta carga de prejuicios de diversa naturaleza, no es ajeno a esta deriva sin sentido.

Para algunos ese curso accidentado hacia la salida de Europa no tendría lugar porque murió. El diario el País habla de un “Brexit moribundo”.  The Economist señala que el país se ha percatado al fin del momento desastroso en el que está en este momento.

Lo mejor que pudiera suceder es que se vuelva a consultar al pueblo.

Soy de los que cree que el Brexit es un monumental error. Que los que lo vendieron embaucando a muchos acerca de sus supuestos beneficios y  como una suerte de panacea, estaban y siguen estando equivocados.

Ojalá fracase definitivamente esa desdichada idea, para el bien del RU y de Europa. Pero para ello se precisará que cesen las complejas trabas políticas, institucionales y legales que están presentes en este enredo gigantesco. Sin duda, de no resolverse este embrollo pronto, el descrédito arrastrará no solo a los británicos, también a Europa. Los equilibrios mundiales demandan una Europa unida, próspera y ejemplo de democracia.
 

EMILIO NOUEL V.








viernes, 1 de marzo de 2019


JORGE ARREAZA: MENTIRAS, CINISMO E INMORALIDAD




En su desespero creciente, los personeros del gobierno usurpador chavista cada día que pasa se superan. No hay situación en que no batan sus propios records. La mentira, que siempre presidió su ejecutoria gubernamental, ha alcanzado cotas asombrosas de desfachatez e indecencia.

Habíamos oído durante muchos años al principal causante de nuestras desgracias actuales, expresar toda sarta de ficciones, falsedades y embustes, pero sus herederos lo han sobrepasado con creces. 

Chávez, no solo lanzó al país por el despeñadero social más desastroso conocido nunca en nuestro hemisferio,  fue asimismo un hábil y gran embustero. Sus mentiras fueron “consentidas” hasta cierto punto por una población compensada con dádivas a granel provenientes del petróleo, que la hacía pasar por alto aquellas engañifas.

Pero la muestra más acabada y reciente de la farsa de los usurpadores, la ofreció el que funge de Canciller del gobierno de facto, Jorge Arreaza, durante la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que de nuevo trataba esta semana en curso la grave crisis venezolana. 

Quien observó con cuidado esa sesión pudo percatarse de la cara de desconcierto, más bien de estupefacción, de la mayoría de los embajadores y personas presentes allí cuando el señor Arreaza, con su cara muy lavada, exponía una mentira tras otra sobre la realidad venezolana y los hechos lamentables más recientes que se escenificaron en la frontera colombo-venezolana.

El embajador colombiano, Guillermo Fernández de Soto, fue muy acertado al decir que Arreaza había expuesto un relato de ficción novelesca.  Sobre todo al contrastarlo con las evidencias documentadas, no solo de esos eventos, sino también de la espantosa realidad que sufre el pueblo venezolano desde hace años, generada por un gobierno calamitoso, a cuyo frente están las personas más incompetentes y corruptas de que se tenga noticia en los anales de nuestro país.

Tal fue de escandaloso el cinismo mostrado por el representante de la tiranía venezolana, que al día siguiente en otra sesión, esta vez del Consejo de los Derechos Humanos de la misma organización, decenas de delegaciones, abandonaron la sala en repudio a un cínico personaje que no tiene pudor alguno en repetir todo género de falacias sobre la grave situación venezolana, que los mismos organismos internacionales contradicen por haberlo verificado por diversas vías y de manera objetiva.  

Solo los socios y clientes del chavismo, por cierto, muy pocos, además de la gente desinformada, aún le creen y defienden fábulas que pretenden encandilar a un público desprevenido. Sus correligionarios del mundo, compañeros de la ideología demencial que vocean y dicen defender, obviamente lo respaldan sin mucho miramiento de las realidades. La ceguera ideológica que padecen les impide ver la verdad que hay detrás de un discurso lleno de engaños, insulto a la inteligencia, todo una obscena burla.

Pero esta operación para la desinformación y la desorientación pública, dirigida por la satrapía cubano-castrista, ha fracasado en tratar de esconder tales hechos dolorosos que son del dominio público global: el estado deplorable de nuestros hospitales; el desabastecimiento de alimentos; los miles y miles de venezolanos, incluso niños, que han fallecido por falta de medicinas y alimentos; los millones de venezolanos que han tenido que emigrar para poder sobrevivir; la demolición de nuestras instituciones, entre ellas, la militar; la destrucción de nuestro aparato productivo público y privado; la inflación más elevada del planeta, y múltiples delitos de lesa humanidad perpetrados.

A Arreaza, como a los tiranos a los que sirve, nadie les cree en las instancias internacionales. Su deshonra y prestigio son enormes. No sólo por lo embustero que es, también por su ilegitimidad manifiesta.

Su indigna performance internacional puede ser resumida en una palabra: inmoralidad.



EMILIO NOUEL V.