martes, 7 de julio de 2009

VENEZUELA: SANTUARIO SEGURO PARA LOS NARCOS

Mientras el gobierno venezolano, sin ningún disimulo, se inmiscuye agavillado en los asuntos de un pequeño país como Honduras, para el que pide bloqueo económico, amenaza con agresión armada y demanda la intervención -¡fin de mundo¡- de EEUU, todo ante la mirada indiferente de una OEA de la cual es principio fundamental la no injerencia; mientras esto ocurre, los venezolanos estamos indefensos en manos del hampa y del narcotráfico, dentro y fuera del gobierno.

En los días que corren ha sido reseñado en la prensa otro récord, uno más, alcanzado por el gobierno revolucionario.

Según un informe de Naciones Unidas, Venezuela es el principal país de tránsito de la cocaína cuyo destino es Europa. 40% de las incautaciones de esa droga allá procede de Venezuela, y uno de cada 10 narcotraficantes que apresan, por ejemplo, en Portugal, es venezolano.

Ya el gobierno bolivariano no se conforma con ganar los primeros puestos en corrupción, en crear el peor clima para las inversiones extranjeras y nacionales, en poner más trabas burocráticas para la actividad de las empresas, en convertir al país en el más inseguro del continente o en tener la más alta inflación.

Ahora nos hemos convertido en el paraíso de los narcotraficantes, quienes en nuestro territorio operan a sus anchas, gracias a la incompetencia y, no me extrañaría, la complicidad de las autoridades a las que corresponde reprimir estas actividades ilícitas. Mucho se ha hablado del Cartel del Sol, y todo el mundo sabe el porqué del nombre.

Una observación que hace la opinión referida es que el gobierno de Venezuela no informa sobre este tema, y uno se pregunta el porqué.

Tan bajo hemos caído en este tremedal delictivo, que va a ser difícil salir de él en el futuro, una vez que se consoliden estas mafias asesinas que envenenan a nuestros jóvenes. Con nuestra irresponsabilidad, pareciera que estuviéramos tomando el triste relevo de otros países en ese campo.

Gracias a las relaciones estrechas con la narcoguerrilla terrorista de las FARC, la que según muchos indicios se ha mudado a territorio nacional, nuestro país se está exhibiendo ante la comunidad internacional como otro santuario de la más cruel de las versiones de la delincuencia organizada.

Incluso, en estos días en que Honduras ocupa gran parte de las noticias, nos hemos podido enterar que en ese país han sido capturadas o se han precipitado a tierra un sin número de aviones con matrícula venezolana cargadas de narcóticos.

¡Esto era lo que nos faltaba¡ Además de sufrir una hampa desembozada, precios por las nubes, un gobierno militarista autoritario, la persecución de los medios de comunicación libres, la judicialización de la política, contracción fuerte de la economía, politización de la administración de justicia, la eliminación de los sindicatos, la supresión de la libre iniciativa privada, estatizaciones injustificadas y la perversión de la vida política, entre otras plagas, ahora nos cae la maldición de unos narcotraficantes enseñoreados y tolerados, que utilizan libremente nuestro país para proyectar su negocio nefasto hacia el mundo.

Mientras el gobierno ocupa todo su tiempo en lo que pasa en otras latitudes, poniendo sin autorización los recursos materiales de los venezolanos al servicio de sus aventuras imperiales, la Nación se hunde poco a poco en el caos social y económico, y nuestros jóvenes son masacrados a diario en las calles.

Mientras al gobierno lo vemos financiando la locura irresponsable de un hombre montado en un avión para allá y para acá sin rumbo y buscando un imposible, ni una pizca de preocupación observamos en nuestros gobernantes por tratar de evitar que la opinión mundial nos siga viendo como santuario y puerto seguro para los narcos.

EMILIO NOUEL V.

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